cincuenta y seis.

3.1K 415 42
                                    

Eran una tormenta de amores, una tormenta de pasión que quemaba en sus interiores como un volcán. Que apesar de las constantes dudas del futuro aún lograban encontrar el hilo que los ataba. Olas y llamas que al colicionar le daban un sentido a todo.

Sus lágrimas cobraron sentido cuando volvieron a sostener sus manos y acariciar sus piernas. El dolor tenía sentido cuando ambos se miraban a los ojos. Eran eso.

Dolor y amor. Y no era malo, solo había sido su camino desastroso que los llevo a donde estaban hoy.

"Retrocederia el tiempo si pudiera." Susurró Jungkook.

"¿Para qué?" Cuestiono Jimin recostado a su lado, mirando los ojos redondos de su esposo.

"Para no echarte de mi vida, perdí mucho al hacerlo. El tiempo no vuelve."

Jimin sonrío melancólico, el tiempo no perdonaba y no haría una excepción con su desastre. Solo tenían que seguir.

"Sería lindo verte intentar." Rió. "Pero dejemos de arrepentirnos, por favor."

"Bien." Asintió acercándose a Jimin para así plantar un beso en su frente.

Después del beso se pegó a su cuerpo y lo abrazo, le envolvió en sus brazos mientras cerraba los ojos como si si soltara a Jimin él se desvanecerá de su lado. Lo abrazo fuerte, cerrando los ojos y pegando sus labios en sus cabellos.

Jimin le pedía que deje de renegar del pasado, pero era imposible, había sucedido tanto que era inevitable no desear que las cosas hubiesen sido distintas y menos dolorosas. Porque lloraron como un río y se marchitaron un millón de veces hasta alcanzar paz.

Si pudiera, Jungkook conocía a Jimin primero y le enamoraba primero, o Jungkook descubría el engaño y no perdía los cabales. Serían dos historias distintas y con el mismo final.

"Te amo." Susurró. "Y perdón por haberme ido de tu lado."

"Ya~" Jimin soltó una risilla. "En lugar de estar reviviendo el pasado, hagamos planes para mañana."

"¿Ya te decidiste por el nombre?"

"¿Y tu?"

"Me gusta mucho Seungmin." Dijo. "Sonará bien con nuestros apellido, ¿no lo crees?"

"A mi también me gusta Seungmin." Sonrío ampliamente y Jungkook también.

Una de sus cosas favoritas era hablar de su bebé, sentía su cuerpo tibio y feliz cuando pensaba en el bebé que nació de su amor por Jimin. Pero lo que más le encantaba era ver a Jimin hablando de su hijo, su rostro se iluminaba cuando lo mencionaba o lo miraba. Era amor puro y sincero.

Y le daba tristeza, porque durante su gestación no fue testigo de cómo ese amor iba evolucionando día a día. Era un constante arrepentimiento el haber desplazado a su familia por su ira implacable.

Jimin podría perdonarlo, su hijo también, pero Jungkook jamás se perdonará haber castigado tan severamente a Jimin. Pues, el omega había actuado desde su sentir de amor y el había actuado desde su sentir de odio.

Una tormenta de sentir.

"Entonces Seungmin." Dijo Jungkook sosteniendo el rostro de Jimin, acariciando con sus pulgares su fino rostro. La piel suave y blanquecina, admirando sus pecas y contando los pocos lunares que se asomaban.

Lo había extrañado tanto, solo ahora dimensiono el vacío que estaba en su interior al haberse separado de su alma gemela. Ahora que le veía tan de cerca podía sentir la tristeza de su vida, sosteniendo sus mejillas y viendo sus ojos cafés.

Lo amaba tanto, su amor era todo y al hacerle tanta falta por mucho tiempo se había convertido en una insignificante nada.

No quiso decir nada, quería seguir los deseos de Jimin y dejar de hablar del pasado. Así que solo lo abrazo y cerró los ojos, dejando que sus lágrimas resbalen mientras se sentía en paz al lado de su destino.

Jimin le abrazo de vuelta, también cerro los ojos y se concentró en los latidos del corazón de su alfa, en cada palpitar se susurraba su nombre y no podía ser más feliz.

Ambos eran dominados por las emociones, ambos tenían la pasión recorriendo por sus venas. Y aunque uno de ellos no quisiera recordar el pasado, el otro lo recordaría pues eso eran.

Se definían en su pasado, en su presente y en su futuro. En el pasado de lágrimas, en el presente de risas y en el futuro de sonrojos.

;

A medio día fueron juntos al registro civil para ponerle un nombre a su bebé, solo eran ellos dos en la oficina mientras Jungkook cargaba a su bebé y escuchaban lo que el juez les recomendaba. Después de una hora pudieron registrar el nombre de su bebé, Jeon Seungmin hijo de Jeon Jungkook y Park Jimin.

Su Seungmin. El cachorro que nació de su tormenta.

"Jeon Seungmin." Repitió Jungkook mientras cargaba en sus brazos a su cachorro, le dio un besito en la mejilla mientras sonreía con las mejillas rojas.

"Es idéntico a ti." Dijo Jimin viendo con maravilla a su hijo y a su esposo. Era un sueño.

"¿En serio? Yo lo veo parecido a ti." Mintió, desde el primer momento vio su parecido.

"Ah." Le dio un golpecito en el brazo. "Es idéntico a ti, todos me dijeron que es un ojos dos."

"¿¡Ojon!?" Rió.

"Ojon." Rió de vuelta. "Con sus ojos de venado querrá pasar por sobre nuestra autoridad, yo lo sé."

"Y que lo haga, tan precioso que es, ¿no es así bebé?" Hablo agudamente mientras tocaba con su nariz la nariz del bebé. "Después tengamos una niña para que se parezca a ti. Sería tan linda."

"¿Una hermanita para Seungmin?" Sonrío sonrojado.

"Sí, para que ambos jueguen en el arroyo y correteen en la hacienda. Una familia grande es mejor, ¿no lo crees?"

"Lo creo, mi papá también creía eso." Sonrío. "Una vez me dijo que hubiese querido tener más hijos para que en fiestas la casa se llenará de amor, pero la situación económica empeoró y..."

"Entonces cumplamos el sueño de tu papá." Dijo sin pensarlo.

Jimin soltó una carcajada tan fuerte que llamó la atención hasta de su bebé, su cara estaba roja por reír tanto, más con la expresión seria y confundida de Jungkook.

"¿Qué es tan gracioso?" Pregunto con el ceño fruncido.

"Querer cumplir ese deseo específico, podrías no sé, cumplir otro de sus sueños pero ¿justo ese?" Siguió riendo.

Jungkook se sonrojo dándose cuenta.

"Es que también quiero tener una familia grande."

"Y la tendremos." Siguió riéndose. "Que tierno eres estando rojito." Le plantó un beso en la mejilla y se recostó en su hombro.

Después de las risas vino la calma, con sus cabezas juntas veían la plaza y a la gente pasar. Era satisfactorio estar juntos y en silencio.

Jimin aún quería reír por las palabras de Jungkook, pero al igual que su padre y su esposo él también quería tener una familia grande para que en fiestas se llenará de amor.

Ese amor borraría todo rastro de la amargura que se quedó impregnada en las paredes de su hogar. Aunque, no era necesario esperar hasta que tengan una gran familia para quitar los musgos de amargura, solo bastaría con los tres.

Siempre basto con ellos.


















jejeje Holi Holi

volví para decirles que mañana es el final :") y más tarde subiré otro capítulo jeje

nos vemos más rato <3

Llorando se fue ; km omegaverseWhere stories live. Discover now