cuarenta.

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Jimin iba y venía en su habitación, estaba preocupado y cualquiera que lo vea se daría cuenta de aquello. Se suponía que tenía que tener su celo hace mucho, pero no paso, creyó que estaba enfermo y que tendría que ir al médico, sobrepenso un montón de cosas al punto de morder sus labios de los nervios.

No había podido dormir en la noche por la preocupación de su celo, así que ahora era un manojo de nervios con ojeras adornandole el rostro, era un desastre.

"Jimin ¿Qué pasa?" Obvio que el primero en preocuparse por su estado sería Jungkook.

"Estoy preocupado." Le confesó con casi lágrimas en los ojos.

"¿Por?"

"No he tenido mi celo y tenía que venir hace mucho, tengo miedo de estar enfermo."

Oh.

Eran obvias las razones por las que Jimin no había tenido su celo, desde los antojos hasta los malestares, pero parecía que el omega era ajeno al conocimiento y Jungkook debió de suponerlo, a los omegas aristócratas no les enseñan nada de su cuerpo y mucho menos sobre sus embarazos.

Así que tendría que ser él quien le diga a Jimin lo que en realidad pasaba. Y estaba ansioso por hacerlo, tener un hijo con el omega de sus sueños era una de sus grandes ilusiones.

El alfa tomo las manos de su pareja y las acarició, trato de calmar sus nervios soltando un poco de feromonas tranquilizantes y al lograrlo llevo la suave mano de Jimin a sus labios para plantearle un beso.

"Minnie, no estás enfermo." Dijo. "Estas embarazado, es eso."

"¿Qué?" La sorpresa era palpable en su rostro, por su cabeza no pasaba el estar de en cargo.

Debió de siquiera ser una opción pues desde que decidió tener un matrimonio normal con Jungkook, ambos habían enredado sus piernas muy a menudo, casi todos los días, era obvio que iba a suceder en cualquier momento.

Y debió de sentir miedo por ser su primer embarazo, pero en su lugar sintió mucha felicidad, sus ojos brillaron como estrellas fugaces y rápidamente se tiró a los brazos de Jungkook para abrazarlo con toda su fuerza. Estaba tan feliz que sentía que podría explotar.

"¡Estoy embarazado!" Chillo dando saltitos mientras seguía abrazado de Jungkook. "¡Seremos padres!"

"Nuestro primogénito." Susurró Jungkook abrazando aún más a Jimin, sintiendo que nada era real en el momento y sintiendo que en cualquier momento alguien le echaría un balde de agua fría al rostro.

Pero estaba ahí, el momento pasaba y lo sentía con sus dedos, lo sentía al ver a los ojos a Jimin quien desprendía una alegría enorme.

Se miraron con luceros en sus pupilas y se besaron apagando el fuego que sus cuerpos desprendían, se abrazaron mientras se besaban y se perdían en su intenso amor.

Ciegos en aquel amor que les envolvió desde que dejaron que sus corazón hagan lo que se les pegue en gana, eran solo en uno y el otro, solo se tenían a ellos y a nadie más.

Se amaban tanto que ese fuego comenzó a consumir les hace mucho, nublado cualquier pensamiento y alejándose del presente el cual estaba a punto de estallar en sus caras, pero mientras tanto, aún que se tenían entre brazos, se seguirían cegando de las espinas que los alcanzaban.

"Te amo tanto, Jungkook." Dijo sobre sus labios. "Nunca dejes de amarme."

"Siempre me repites eso, Jimin yo soy incapaz de dejar de amarte."

"Aún así." Lo abrazo, se aferró con miedo y amor a sus hombros. "Nunca dejes de amarme, pase lo que pase, solo ámame porque yo te amo con todo mi ser."

"No pasará nada." Susurró besando el cuello de Jimin. "Y aún si pasa, nunca dejare de amarte."

Jamás.

Porque se lo había prometido en una iglesia y bajo la luz de la luna, jamás le dejaría de amar porque nació con aquel amor en su corazón.

"Mi vida hermosa, me haces tan feliz." Susurró sobre la piel de Jimin. "Te amo tanto."

"También me haces muy feliz. Perdón por todo, perdón por el pasado y perdón por-" Fue callado con un beso.

"Ya nada importa, solo importamos ambos en el presente y nuestro bebé en el futuro."

Jimin le miró con ojos cristalinos y una sonrisa, lo beso una vez más, siendo tomado en los brazos de Jungkook para reposar en su cama matrimonial.

Eran ellos y el fuego de su amor ahora mismo, no importaba nada más, nada más allá fuera de sus cuatro paredes existía. Solo eran ellos, sus caricias y sus besos, su amor pasional.

Entre besos y caricias se desnudaron para una vez más expresar con sus cuerpos lo mucho que se amaban, entro susurros y jadeos se miraban a los ojos sonriendose, apretando sus manos en un agarre que permitía sentir cada uno de sus nervios.

"Márcame, Jungkook." Susurró mientras se sostenía de la espalda del alfa, trazaba sus dedos en aquella piel.

"¿En serio?"

"Sí, hazlo, quiero ser completamente tuyo."

"Y yo también quiero ser tuyo, márcame tu también."

Querían pertenecerse en todo el sentido de la palabra, necesitaban ser uno y brindarle su destino a la luna que los había juntado.

Con un camino de besos y caricias Jungkook llegó al cuello de Jimin, besando el lugar y repitiendo muchos "te amo" plantó sus dientes en la fina piel de su omega, sacándole un chillido de dolor el cual fue acallado con besos y palabras dulces.

La sangre corrió por la piel de Jimin quien observaba a su alfa con lágrimas en los ojos y una sonrisa enorme.

"Es tu turno, omega, hazme tuyo para la eternidad." Ofreció su cuello y se acercó a la altura de Jimin.

El omega repitió la acción de Jungkook, lo lleno de besos y caricias para plantar sus colmillos formando una marca eterna, la sangre corriendo de sus marcas se unió en sus pechos al abrazarse.

Estaban unidos para la eternidad en los caminos que la luna había trazado para ellos, su vida estaba atada a la del otro y su amor había crecido mucho más.

Recostados desnudos abrazándose bajo las sábanas se sonreían y planeaban una vida entera.

Sin saber que su burbuja ya rozaba las muchas espinas que les esperaban.

























4/4

un maratón fluffsito pq desaparecí!!! ahora sí prepárense mis nenorras

Llorando se fue ; km omegaverseWhere stories live. Discover now