seis.

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Jungkook no era malo, no hacía lo que hacía por maldad, no veía a Jimin como una propiedad de la cual pronto sería dueño, todo lo contrario, su accionar era bueno, tenía las mejores intenciones pues quería salvar a Jimin; con todo lo vivido a la familia del omega había visto bien que a su madre no le importaría venderlo al mejor postor, podría venderlo a alguien malo, a algún pervertido, o a un viejo senil, todo con tal de que ellos llenaran la valija de billetes. Jungkook había visto que a una señora de clase alta no le había interesado vender a su hijo menor a un bastardo, ella podría hacer lo que sea para salir de la situación en la que se encontraban.

Y es por eso es que se dio del papel de héroe, un héroe que nadie había aclamado y que nadie esperaba. El alfa pensaba que salvaba de un infierno a aquel omega de hermosos ojos, pero el infierno se encontraba cuando sus miradas se encontraban.

Era un hombre con corazón de poeta y con la ilusión de ser amado que se cego, creyó que haciendo toda esta supuesta buena obra podría conseguir el corazón de Jimin, creía que con los pasos tambaleados que había pisado podría llegar a su vida deseada; aquella que le prometía una vida con un compañero que le amase más de lo que las estrellas amaban a la luna.

Después de todo, Jungkook no estaba al tanto de lo que estaba escrito en el corazón de Jimin, él pensaba que solo era un joven inocente que había rechazado a muchos para encontrar a su cuento de hadas y él estaba dispuesto de darle aquel cuento de hadas. Sin importar cómo se había presentado todo.

Todos eran víctimas de las jugadas de su madre por la ambición de recuperar la grandeza en la que nacieron.

Durante el día hubo una facilitación de acceso al corazón de Jimin, mientras compraba un nuevo traje para seguir con las visitas al omega de sus sueños, el patriarca de la familia Park se desmayó muy cerca de la boutique en la que se encontraba, tuvo la oportunidad de ayudarlo debido a su carrera, lo auxilio y prácticamente le salvó la vida, el padre del omega sufría del corazón y había cruzado su camino con Jungkook quien había salvado su vida. Por aquella acción, Sooyoung lo invitó a almorzar a su casa, fomentando las visitas a su hijo menor.

Jungkook vivía un cuento de hadas, se sentía ansioso al solo pensamiento de volver a ver a Jimin, sus mejillas sonreían al pensar que lo vería en unas cuantas horas, sintiéndose un retoño que por primera vez experimentaba aquel eufórico sentir. Peinaba sus cabellos mientras se sonreía al espejo, practicando que es lo que le diría a Jimin, pensando en lo que podrían hablar mientras esperaban, recordando la bella sonrisa que siempre sacaba de aquel precioso omega.

Aquel que, si la situación estaba a su favor, pronto sería su novio y luego su prometido.

Mientras Jungkook se arreglaba para el almuerzo con los Park, Sooyoung sorprendía a Jimin en su habitación, colocando sobre su cama la ropa más fina y delicada que le haría ver aún más hermoso. El omega con mucha sorpresa, vio meticulosamente lo que su madre hacía.

"¿Iremos a algún lugar?" Preguntó Jimin.

"No, tenemos una visita importante."

"¿Quién es?" Preguntó tomando de su cama la blusa celeste bebé con volados de encaje, un pantalón blanco y su gargantilla de perlas.

"Jeon Jungkook." Dijo Sooyoung mientras pensaba en el rubor que su hijo colocaría en sus mejillas.

Jimin rodó los ojos, las visitas de aquel hombre ya le cansaban, estaba fastidiado de ver sus ojos redondos casi todos los días, incluso sentía que su olor se había prendido a su presencia y le molestaba.

"¿Y por qué?" Tomó su collar y lo puso en su cuello, no quería hacer enojar a su madre.

"Porque ayudo a tu padre en la mañana, tuvo un percance y gracias al cielo Jungkook estaba ahí para ayudarlo, en agradecimiento lo invite a almorzar." Decía mientras ayudaba a Jimin con su collar. "Ah, también para agradecerle sobre el préstamo que nos hará, ofreció ayudarnos con las deudas de la hacienda."

Llorando se fue ; km omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora