veinticuatro.

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Los besos del alfa le quitaban el aliento e incendiaban su cuerpo, ante cualquier toque del alfa en su piel suspiraba, se dejaba hacer entre los dedos del hombre a quien no podía nombrar.

La ola de hormonas y calor que le otorgo su precelo le había nublado cualquier neurona existente en su cabeza, se entregó a sus deseos pues al sentir el fuerte aroma que emanaba de chocolate solo quiso derretirse; quería fundirse en tan delicioso aroma, sin importar de quién proviniera el dicho aroma.

Se dejó cargar cual pluma, mientras besaba el cuello del alfa que lo sostenía en sus manos, sediento de la piel de su esposo, sediento de ser uno solo con el alfa.

Su conciencia no reaccionaba, su razón estaba nublada con todas las feromonas que ambos estaban produciendo, se dejaba llevar, ni siquiera reaccionó cuando fue posicionado en la cama, aquel lugar solo le pidió más pues se había acostado en sábanas impregnadas del aroma de aquel alfa.

"Jimin." Escucho que le susurró en la oreja. "¿Dejaras que te toque?"

"Sí." Respondió sin pensar, preso de su omega y su deseo. "Sí, sí, alfa, tócame."

"Cómo tú quieras, amor mío." Y la simple mención del apodo tiro un balde de agua fría sobre su cabeza.

Volvió en sí, al sentir los labios del alfa sobre su cuello reaccionó y lo detuvo retirándolo de encima suyo.

"No, no." Cuando se deshizo del peso encima suyo se sentó y respiro profundamente.

Aún estaba ebrio en las feromonas que el alfa había desprendido, aún estaba sediento de aquel chocolate que se mecía en su nariz, pero no podía hacer esto, estaba mal.

No podía hacerle esto a su amor, no podía hacerlo sangrar más.

"No..." Soltó el aire que guardaba en su pecho. "No, yo-"

"Entiendo." Dijo Jungkook, al fin podía pensar en su nombre. "Fue un desliz ¿no?"

"¡Sí!" Sonrío asintiendo, un gran desliz que su omega le rogaba cometer.

"Bien." Hizo una mueca y peino sus cabellos, estaba con la camisa afuera y los cabellos esparcidos por su frente, realmente había creído tontamente que podría tocar el cuerpo que tanto había deseado y anhelado.

"Jungkook, creo que debo irme." Dijo imitando el accionar del alfa, peino sus cabellos y arreglo su collar.

"Si, claro, ve a tu habitación."

"No, no me refería a eso." Negó con la cabeza, apretando las sábanas debajo de sus muslos. "Creo que debo irme de la hacienda."

"¿Pero no decidiste quedarte?"

"Es que, jamás podremos vivir bien, siempre peleamos, nunca podemos tener ni siquiera una conversación de amigos. Además, he notado que estás más cómodo con la amiga de tu prima y por eso...yo creo que sería mejor que nos divorciemos."

Por más que apretara, Jungkook no podría retener a Jimin a su lado, muy en el fondo lo sabía. Cualquier día podría irse, porque su estadía solo los amargaba.

Fue tonto pensando que tendrían un cuento de hadas juntos, siquiera una amistad que surgiría en amor, pero la realidad golpeaba más duro.

"Yo no quiero a nadie más que no seas tú." Dijo Jungkook mirando a los ojos cafés de su omega. "Pero, si a ti te dieran a escoger entre él y yo, correrías con él ¿no? Correrás a él."

"No, no lo haré ¿Tú crees que mi familia me lo permitirá?"

"Ibas a huir."

"Aún así, yo me quedo así, divorciado y sin nadie, tú y él pueden rehacer sus vidas. Solo quiero tranquilidad." Dijo con un nudo en su garganta, cuantas veces había soñado con tener una familia feliz, cuantas veces había deseado sentir el amor pleno y puro, pero tenía que renunciar.

Llorando se fue ; km omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora