siete

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El día estaba soleado, ¿y cómo no lo sería? Si este sería el precioso día en el que Eunwoo fuese a hablar con su padre, Jimin sentía mariposas en su estomago al pensar en el momento en el que arribe a su casa, estaba ilusionado, ansiaba ver a su padre y novio hablando sobre su futuro, se ilusionaba al escuchar la aprobación de su padre para que pudiesen casarse. Por eso, para estar testeando las tierras fue a la habitación de su papá, con una sonrisa le dio los 'buenos días' y se sentó a su lado, hablaron de cosas banales, hasta que Jimin empezó con sus pistas.

"Papá, ayer escuché que Ahn Youngmin se comprometió con Lee Sangwoo, ¿lo sabías?" Preguntó, empezar con un chisme iba a ser lo mejor, sobre todo cuando su ex compañera de catecismo sólo se había comprometido con aquel hombre porque había heredado una fortuna.

"¿En serio? ¿Él no tiene dos denuncias de intento de asesinato y no es de mi edad?" Preguntó con el ceño fruncido, bastante indignado. "Además, Youngmin tiene tu edad, es una jovenzuela."

"Oí que el señior Sangwoo heredó una fortuna, supongo que fue por eso."

"Inconcebible, esa fortuna no borrara que trato de matar a dos alfas."

"¿Verdad? Porque lo más importante es lo que está en el corazón y no en la cuenta bancaria."

"Bueno...depende, pero, ya habíamos hablado sobre esto, ¿no?, o, ¿qué me tratas de decir, hijo?" Sostuvo su mano con delicadeza, acariciando su dorso mientras le miraba a los ojos para así encontrar la sinceridad de su hijo.

Parecía que el universo estaba empeñado en interrumpir las charlas serias de Jimin con su padre, porque al momento una sirvienta entró a la habitación informándole que tenía una visita urgente de Kang Minhee de Cha. No reconoció el nombre, pero sintió como su estómago se había volteado por la presencia de esa mujer. Se disculpó con su padre y fue a ver a la mujer que la esperaba en la sala.

Solo era el principio de su infierno.

Tenía el ceño fruncido mientras se acercaba a ella, tratando de recordar de dónde la podría conocer, cuando estuvo cerca a la mujer la analizo rápidamente, era una mujer de casi su edad, con poco maquillaje y prendas sencillas.

"¿Usted es Park Jimin?" Cuestiono mientras sostenía un pañuelo cerca de su mejilla, claramente había llorado y trataba de limpiar las lagrimas que aún quedaban en su mejilla. Se veía sola, deprimida y con el corazón roto.

"Sí, ¿quién es usted?" Respondió y con aquello solo hizo a la mujer llorar aún más.

"Con razón." Susurro mientras limpiaba sus mejillas. "Con razón mi marido ya no viene a verme, usted es muy lindo, es de buena familia y es rico, mi esposo tiene muchas razones para no verme."

"Disculpe, ¿de qué marido está hablando? No le entiendo." Aún se mantuvo confundido, los latidos de su corazón palpitaba a mil por hora en sus oídos mientras esperaba una respuesta, no quería una.

Algo dentro de su corazón le diría que pronto se rompería, algo en el viento le decía que este momento marcaria su vida para siempre.

Y que no podría ser feliz.

"Hablo de Cha Eunwoo."

Esas palabras solo hicieron que todo se rompiera dentro de él, sintió como si alguien le hubiera golpeado en el estómago hasta robarle su respirar, dejándolo perplejo en el momento, sin creer nada de lo que pasaba.

"¿Qué?"

"Soy Kang Minhee de Cha, me casé con él hace cinco años en Daegu y hasta tenemos un hijo, pero desde que la destinaron aquí ya no ha venido a verme, ni siquiera me manda cartas o dinero para nuestro hijo."

Llorando se fue ; km omegaverseWhere stories live. Discover now