veintiuno.

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El viento mecía sus cabellos rubios, la brisa de la pradera chocaba contra sus mejillas y ella creía que era una maravilla vivir en un lugar tan hermoso. Minhee disfrutaba mucho su estadía en la hacienda de Jungkook, ¿quien no lo haría? si el lugar era tan colorido, tan vivo, aún no podía creer que el esposo del dueño de casa se la pasará encerrado en su habitación lamentando su propia fortuna.

Minhee creía que Jimin era afortunado por tener todo este lujo a la palma de su mano, sentía celos de alguna forma, le veía tan lindo y angelical, tan suertudo y lleno de dicha, ella en su lugar sería la mujer más feliz.

Dejo de pensar en el omega de la casa y siguió con su recorrido en el jardín, giraba su paraguas con cada paso dado, a la distancia vio a Jungkook sentado en una banqueta solo y fumando, ella sonrió y fue a hacerle compañía. Quería ser considerada como amiga para el alfa.

"Hola." Saludo.

"Minhee." Respondió de vuelta, soltando el humo de su cigarro en dirección contraria a la de la beta.

"¿Puedo acompañarte?"

"Claro, siéntate." Le sonrío.

Minhee apagó su paraguas y tomó asiento al lado de Jungkook, balanceo sus pies mientras miraba el gran roble en medio del jardín.

"¿Por qué tienes una mirada tan triste?" Le pregunto inocentemente.

"No es nada." Mintió, oh, como le gustaría desahogarse.

"Mientes. Esos ojos redondos están inmersos en tristeza, no puedes mentirme." Dijo la mujer. "¿Es algo respecto a tu corazón?"

¿Todo el problema con Jimin es tan obvio para todos? Se preguntó, hasta su administrador se debe dar cuenta de los problemas en su matrimonio, que humillante.

Jungkook no responde a su pregunta, su silencio responde por él, la calada pesada a su cigarro responde a las cuestiones de Minhee. Ella siente pena, un corazón tan joven amargado por aquel dulce sentimiento era bastante triste, sobre todo al estar casado y vivir con su pareja.

"Que difícil es amar ¿no?"

"Que filosófica te pusiste." Rió, quería hablar de todo menos de amor.

Las risas fueron compartidas, sonido que no fue ignorado por el omega que observo un pequeño momento la interacción entre su esposo y la visita. Era la segunda vez que los veía compartir un momento alegre y jovial, por una extraña razón, demasiado tonta, sintió un sabor amargo en su lengua y como su ceño se frunció al ver tal escena.

Jimin creía que el único que había logrado aquella sonrisa en Jungkook había sido él, pero al verlo tan alegre supo que se equivocó y por una extraña razón se molestó.

Creyó ser especial.

Rodó los ojos por el pensamiento, cerro las puertas de su balcón con cierta fuerza causando un fuerte estruendo en el jardín, Jungkook y Minhee se dieron cuenta de ello, por lo que su conversación fue interrumpida, ambos se fueron por distintos lados, el alfa volviendo a su casa y la beta yendo a caminar lejos del jardín.

Al entrar a la mansión Jungkook se topó con Jimin en las escaleras, el omega miraba las paredes vacías del pasillo, cuando sus miradas se encontraron se sintió aquella tensión e incomodidad de siempre. La pelea del día pasado aún era pesada entre ellos, así como todas las peleas que habían tenido aún rebotaba en sus cabezas.

Su falta de comunicación era sofocante.

"¿Por qué no hay cuadros de tus padres?" Pregunto Jimin, su intención era romper el hielo, de alguna extraña forma sintió que debía hacerlo.

Llorando se fue ; km omegaverseWhere stories live. Discover now