—¿O qué? Mejor marchen a King's Landing y eviten ser alimento de Vaghar. —dijo, pero calló al ver como las nubes estaban siendo removidas.

La princesa Alyssa, montaba a su dragón Cannibal, antes de aterrizar, dio una vuelta, logrando que su cabello lacio y platinado pero corto se viese, encima de los lomos del oscuro dragón, una vez que aterrizó, Cannibal rugió, Aemond protegió al huevo.

La peliblanca caminó hacía los hombres quienes bajaban la cabeza y se movían dejándole espacio.

—Ser Jamie, lleve a la princesa a un lugar seguro.

—No hace falta mi lord, cuidado mis lores, Cannibal es muy protector conmigo. —dijo avanzando hasta quedar frente a su tío, el príncipe de un sólo ojo. —tío.

—Sobrina.

—¿Qué haces viviendo en mi Castillo?

—Aún es mío, tesoro. —Aemond sonrió burlón, sabiendo lo mucho que su sobrina odiaba sus apodos.

—Dragonstone me pertenece.

—Hmm, a mi hermana le pertenece el Trono, a Aegon le pertenece Storm's End a Helaena le pertenece Winterfell, a Daeron le pertenece una parte de Storm's End, por derecho me pertenece Dragonstone.

—Dragonstone me pertenece, agradeceré que me devuelvas el huevo y mi Castillo.

—Hmm. —dijo. —no.

—No te lo estoy preguntando, devuélveme mi Castillo y el huevo.

—¿Por qué lo haría?

—Porqué yo te lo pido tío. ¿Todo esto es para llamar la atención de Daemon?

—No.

—¿Para qué mamá te considere heredero?

—No.

—¿Estás enojado por qué gracias a qué mis hermanos y yo nacimos ya no eres el primero en la línea de sucesión? Matame, termina con todo esto, sí lo haces seguirás viviendo en Dragonstone, y estarás cada vez más cerca del Trono, matame, después de todo, soy el impedimento para que seas heredero.

Aemond la miró, sin hablar, gruñó, arrojándole el huevo, la menor lo tomó con cuidado, aunque retrocedió bruscamente varias veces debido a la fuerza, una vez que lo tomó, lo observó con cariño, de aquel huevo habría salido del dragón de su hermana menor.

—Eso es todo mis lores, volvamos a King's Landing, no hay necesidad de derramar sangre. —dijo subiéndose en Cannibal, aún con el huevo en mano, perdiéndose entre las nubes.

[***]

—¿Fuiste a Dragonstone tú sola?

—Y recuperé el huevo sin necesidad de derramar sangre, algo que el inepto de Ser Gwayne no hubiese logrado.

—Ese imbécil se colo en las filas.

—A veces olvidó lo parecida que eras a tu abuela. —Rhaenyra sonrió con notable nostalgia. —¿No te lastimó?

—No, el huevo está con los guardianes.

—Me alegra oírlo, al menos, el huevo de nuestra pequeña Visenya está con nosotros. —Daemon sonrió. —necesito resolver unos cuantos pendientes, volveré antes de la cena. —dijo besando a Rhaenyra en los labios, para después besar a su hija en la frente.

—No te tardes. —murmuró Rhaenyra después de soltarle la mano. —ahora. ¿Quieres hablar?

—¿De?

—Fuiste sola a Dragonstone, a visitar y a dialogar con tu tío rebelde. ¿No sucedió nada?

—Sólo le pedí que me asesinara.

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