Actualmente estamos de vacaciones en Driftmark, Rhaenys y Corlys están felices de volver a verte.

El rey Viserys Targaryen, tu hermano mayor.

Rhaegar leyó la nota, probablemente Viserys no sabía que él y Rhaenyra estuvieron a punto de compartir intimidad en un burdel, pero a último minuto se había arrepentido y se había marchado.

—Alisten las cosas de mis hijos, mañana partiremos lejos de aquí.

[***]

—Rhaegar, mi hermano. —Viserys sonrió mirándolo. —has regresado, y bendecido por lo que veo.

Rhaegar dejó a Baelon en los brazos de una doncella, quien pedía sostenerlo, mientras que Saesy estaba en los brazos de Otto.

No se fiaba de ninguno, pero sí quería que Rhaenyra fuese la heredera, tenía que mantenerse al margen.

—Ellos son mis hijos, Saesy y Baelon Targaryen.

—Son preciosos, por favor pasa, Rhaenyra está adentro.

—¿Por qué?

—Supo de tu regreso y volvió.

Rhaegar caminó hacía el Salón, Rhaenyra estaba de espaldas, Rhaegar aclaró su garganta y la peliblanca volteó.

Había cambiado, ya no era aquella chiquilla fogosa que conocía, era una mujer, su cuerpo había cambiado después de tres partos, siendo dichosa, estaba hermosa.

Pero a los ojos de Rhaegar siempre iba a estar hermosa.

—Sobrina, me alegra verte.

—Tío, a mí también. —sonrió en su dirección. —escuché que fuiste bendecido con...

—Dos niños.

—¿Y qué tal?

—Todo bien.

—Que incómodo. —murmuró Daemon. —yo les cuidó las bendiciones.

—¡Daemon! —lo regañó Laena. —Rhaegar primo, me alegra volver a verte.

—Laena prima, ¿El imbécil te trata bien?

—Muy bien. ¿No vez que dio a luz a mi tercera hija?

—Escuché sobre ello, felicidades.

—Sabes que eres bienvenido cuando quieras, estamos en Pentos, pero no sabemos sí nos iremos, creemos que no, Viserys quiere nuestra residencia permanente en King's Landing.

—Gracias.

—Ay por favor ya háganlo. —se quejó Daemon.

—Daemon, nosotros nos vamos, les daremos privacidad.

—Yo les cuido los... —pero Laena lo tomó de la mano sacándolo del gran salón.

—Escuché que Alys falleció.

—En efecto.

—Lo lamento.

—Yo también, Laenor era agradable.

—Sí... él también.

—¿En dónde están los emblemas Targaryen? Escuché que desaparecieron.

—Alicent los fue cambiando.

—Me gustaría decir que veo mi hogar, sí tan sólo puede reconocerlo cuando vuelva.

—Rhaenyra rió. —y yo... tuve tres hijos.

—¿Nombres?

—Jace, Luke y Joff.

—Targaryen.

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