Daemon Targaryen

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Tercera parte del one shot anterior.

La tranquilidad y cena familiar no eran palabras conocidas por los Targaryen, naturalmente siempre discutían.

La tranquilidad y cena familiar eran palabras conocidas por los Stark, naturalmente siempre estaban juntos.

La llegada de los hijos de Daemon Targaryen a Rocadragón hicieron que todo el reino se pusiera ansioso, todos querían saber acerca de los rumores. ¿La princesa Alyssa había tenido otro hijo? ¿Era cierto qué Cregan Stark había educado a los Targaryen? ¿Daeron y Aemond eran tan atractivos, grandes y fuertes cómo los describían?

—Es un placer tenerte aquí nuevamente. —dijo Viserys sonriendo. —hace mucho no te veía Alyssa, los Dioses han sido gentiles contigo.

—Muchas gracias, rey Viserys.

—¿Y éstos pequeños? ¿Quiénes son?

—Wolff y Anyssa, mis hijos.

—Viserys miró a la peliblanca. —la sangre llama. —dijo hacía Alyssa. —¡Unos niños extremadamente fuertes!

—Como los hijos de Rhaenyra. —dijo Daeron recibiendo un codazo de Aemond. —¡Pensamos lo mismo!

—Lo hacemos, pero no digas eso frente al rey.

—Aemond, querido. ¿Cómo está tu ojo?

—Mi madre se ha encargado de curarme y cuidarme, gracias.

—Estás tan fuerte e igual a tu padre. ¡Muy bien muchacho!

Aemond no dijo nada, solamente se dedicó a quedarse al lado de su padre, cuidando a su madre.

—Sé que en Invernalia hace frío, pero estamos en época lluviosa, por favor pasemos al castillo, no quiero que se resfríen. —dijo Viserys. —Alicent querida...

—Ya todo está listo esposo.

—Sus aposentos estarán cerca de los...

—De Rhaenyra, Daemon y sus hijos no. —dijo Alicent. —estarán cerca de nuestros aposentos, por sí llegasen a necesitarnos, los reyes siempre estarán a su disposición.

—Gracias su majestad. —dijo Cregan mientras abrazaba a Wolff. —sé que mis muchachos son lobos pero también son dragones, sí nos permite. ¿Podemos pasar?

—Por favor.

Cregan y sus hijos entraron primero, Alyssa había entrado después con ayuda de Daeron y Aemond, quienes cuidaban su espalda en cada momento, Daeron vigilando que Rhaenyra no se acercará y Aemond vigilando que Daemon no se acercará.

—Sobrinos míos. ¿Por qué no van a afilar la espada?

—Eso sonó fuera de lugar. —rió Cregan.

—Siempre has tenido ese sentido del humor Cregan. —Viserys rió. —quiero decir, he oído cosas increíbles de ustedes y sus destrezas en combate. ¿Por qué no van con Cole a entrenar? Como cuando eran niños.

—Espero que no sea un problema para ti, Aemond. —rió una doncella haciendo que la madre de esté la mirará fijamente.

—Aemond querido. ¿Por qué no vas a entrenar y así imaginas qué es una persona la cuál quieres asesinar? —dijo Alyssa tomando la gran mano de su hijo, la cual temblaba levemente, su pequeño ahora no tan pequeño Aemond temblaba constantemente desde el ataque a su hijo, se odiaba por no haberse defendido y se odiaba por tener que usar un parche todos los días.

—La última vez que lo hizo cortó a su oponente. —recordó Cregan.

—Algo digno de ver sí es hijo de un Targaryen.

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