Parte 304

586 95 2
                                    


Quien hoy era conocido como el lord dragón de la brillantez, tomo un extraño sendero en busca de poder, y repudiado por los demás miembros de su raza, encontró la manera de producir soldados capaces de hacer frente a los jugadores, y que no necesitaban de milenios para volverse una amenaza. Eran más débiles que los dragones convencionales, pero a diferencia de los verdaderos herederos de la magia salvaje, con solo unos siglos sobre ellos serian combatientes dignos para los invasores del otro mundo.

Aquel perv*rt*do dragón intento mezclar su sangre con cualquier especie, fuera esta inteligente o no. Y así fue como consiguió híbridos con animales, monstruos y den-humanos, especies que tan solo después de vivir unos pocos años eran capaces de desarrollar notables habilidades, pero sobre todo, lo que siempre busco, fue un hibrido humano, aquella raza que fue la primera en levantarse contra los dragones, y de la cual salieron las mayores amenazas para el equilibrio de este mundo.

Para su desgracia, su única hija con una humana, la tan ansiada dragonoid que buscaba el lord dragón, resulto ser más dragón que humana. Ella necesitaba de milenios para fortalecerse y aun así sería más débil que un dragón de sangre pura; además se sumaba el hecho de que su vida seria aun mas corta. Fue un total fracaso, pero dado que tenia la esperanza de poder reproducirse con sus tataranietos, una vez la sangre de dragón estuviera diluida, pero aun siguiera viva para hacer más fácil reproducirse, eligió darle a su hija un reino donde vivir, un lugar al cual pertenecer, y aunque con el tiempo se desentendió de su bisnieta, y comenzó a centrarse en los hijos que ya tenia y comenzaban a mostrar gran poder, aún mantenía la esperanza de tomar a las hijas de Draudillon para sí mismo, razón por la que la reina se negaba a tenerlos.

Desde la perspectiva de aquel lord dragón, aun si se había distanciado de aquel reino que fundo hacia mucho tiempo, ese lugar y la reina que lo gobernaba seguían perteneciéndole, y por ello, cuando el mismísimo lord dragón de platino le informo que jugadores habían tomado su reino, y le advirtió que no tomara acciones, el lord dragón de la brillantez enfureció, dedico su odio a los jugadores, pero finalmente, consiente de que los jugadores eran peligroso, obedeció, aunque pidió a uno de sus hijos mandar un mensaje a los jugadores, por medio de aquellos extraños espíritus que habían aparecido cerca a aquella ciudad demi-humana.

Le dio la orden al más rápido de sus hijos. Kercronis, el niño que había tenido con una muy extraña raza de mujer ciervo, hacia varios siglos.

-Ka...Kannon...-

Hijo que hoy se veía enfrentado a la muerte.

Una vampiro de sangre pura, un demonio insecto nacido del invierno perpetuo, ambos acompañados por sus damas, novias vampiros y damas del hielo, cada una mas fuerte que los hanzos a los que les había dado muerte, pero... en lo único que Kercronis podía concentrarse, a la unía persona que veía realmente, y con miedo, era a esa sacerdotisa con una venda cubriendo sus ojos.

Su padre le advirtió que en este mundo había personas con las que jamás debía enfrentarse, y una de esas personas estaba frente a él.

El hibrido de dragón creyó encontrarse en presencia de una deidad que reinaba sobre la piedad, pero la cual carecía de ella cuando se traba de los dragones.

-¡Kannon!-

Cocytus levanto su espada y Shalltear apunto su lanza, ambos tenían por objetivo tomar las alas y extremidades de aquel insensato que hozo alzar su mano contra las mascotas de sus señores.

-[¡DAF(Divina aceleración de flujo)!]-

El hibrido se alejo a una velocidad espeluznante, y evito el ataque de los dos guardianes que hubieran sellado su destino de haber acertado. "¿Acorto el hechizo?" Aureole, la mente mas brillante de las presentes vio extraño el hechizo tan pequeño, y rápidamente apunto a que esta creatura usaba la antesala de la magia silente. Lo cual era bueno y malo al mismo tiempo. Bueno porque de capturarlo sería una excelente adquisición para la tumba, y malo porque esto dificultaba mucho ese trabajo.

Pandora's Actor tomo una decisión apresurada, y eligió que Aureole abandonara su importante puesto al lado de Rubedo; y aunque mas tarde seria castigado por dicha acción, en este momento se vio que habia sido la correcta.

-[¡Silencio!]-

-[¡GT(Gran teletransportación)!]

La magia de Kercronis se construyó y se destruyo al instante. No fue capaz de lanzar el hechizo para escapar, y ello no hubiese sido posible de no ser porque Aureole estaba presente.

Sellada su magia arcana, el hibrido tan solo tenía una opción para frenar a las personas frente a él. Quizás la diosa de la piedad no fuera afectada, pero creyó que esas creaturas si que lo serian. Rezo para que funcionara y mientras de nuevo los enemigos apuntaban a sus piernas y alas recito.

-[FM(Fuego mundial)]- abrió la boca y espero que la magia heredada de su padre lastimara a los enemigos, pero apenas una pequeña chispa salió de su boca, y entonces, fue que el hibrido lo supo, si esa magia pudo influir incluso en aquella que había heredado de su padre, esa sacerdotisa debía llevar consigo un ítem mundial.

Era todo... su vida había terminado... su vida había terminado... tenia que recurrir a la ultima magia que le quedaba y evitarle problemas a su padre y hermano, pero al ver la ansiosa mirada de la vampira, sintió en su pecho el orgullo de dragón que jamás debía abandonar.

-[¡DAF!]-

De nuevo esquivo el ataque de Shalltear y la espada de Cocytus que amenazaba con córtale las alas. Aureole vio sorprendida como las artes marciales no eran negadas por el silencio de una humana inmortal, ni por el efecto de su ítem mundial, pues era algo ajeno a la magia de nivel introducida por los jugadores o la magia salvaje de los dragones.

Sin quererlo, Kercronis revelo la última arma nacida antes de que los jugadores y los dragones se enfrentaran.

Kercronis apunto sus garras al pecho de la vampira. Los ojos y la piel pálida, sumados a ese aroma que caracterizaba a los no-muertos le dio el punto débil de esta creatura enfundada en su armadura carmesí.

-[¡Explosión oscura!]-

La mano de Kercronis se enfundo en energía, sus movimientos se volvieron más lentos, pero a cambio, el peso de su mano y su cuerpo se multiplicaron, y todo ello para apoyar el impacto.

Antes de que Aureole pudiese lanzar una bendición a su compañera, esta recibió de lleno el ataque del hibrido.

Kercronis entonces se dio por muerto, creyó que no podría retirarse ahora que su mano había quedado atrapada en el pecho perforado de la vampira, pero cuando la bruma negra causada por su hechizo se disipo, pudo ver que apenas y había rasguñado aquel metal carmesí.

-¡AH!- Shalltear grito, para sorpresa de todos los presentes.

El nivel de amenaza de Kercronis se disparo por los cielos para los presentes, pero el hibrido entonces se sintió poco menos que inútil, pues... su mejor ataque cuerpo a cuerpo, su arte marcial ofensiva mas poderosa, no había logrado asesinar a la vampira, aun cuando logro conectarlo a quemarropa.

Su cuerpo agotado por convocar tal ataque, y su mente aturdida por ver su fracaso, le impidieron al híbrido causar un tercer milagro.

-¡Maldito!-

Cocytus le corto las alas.

-[Bendición corrupta]- Aureole arrojo un ayuda sobre todos sus aliados de Karma negativo.

-¡¿Cómo te atreves?!-

Y Shalltear, con su lanza, atravesó el estomago de Kercronis y lo clavo al suelo. Y una vez inmovilizado, las novias vampiro y las damas del hielo comenzaron a arrancarle las extremidades. Las novias vampiro desgarraban la carne y rompían el hueso, mientras que las damas del hielo cauterizaban las heridas con el frio que emanaban.

Sin poder resistirse, Kercronis fue convertido en un torso con cabeza, y cuando una de las novias vampiro le beso, también quedo sin lengua.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Where stories live. Discover now