Parte 280 3 de 3

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Cuando pudo conjurar su primer milagro a la edad de 9 años, Calca experimento un sentimiento de superioridad que le hizo creer que había sido ella y no su hermano mayor quien nació para heredar el trono. Cuando logro aumentar su poder y elevo su magia al segundo nivel, con 12 años pensó que había nacido para proteger a su nación; para traer la paz.

Cuando a sus 21 años alcanzo la magia del quinto nivel, Calca estaba convencida de que el trono debía ser suyo. Se pensó como la única capaz de llevar al reino santo a una nueva época de prosperidad. Se confió. Redujo presupuesto de la muralla y lo dedico a la población, pues se creyó capaz de defender a su reino de cualquier ataque siempre que tuviera a su lado a Kelart y a Remedios.

Pero la niña estuvo siempre en un error y ahora que tenía al arquero frente suyo, lo supo.

Solo un demonio podía defender la muralla.

Calca nació con suerte. Tenía talento, riquezas, y gracias a su posición como princesa pudo crecer al lado de dos talentosas guerreras que la ayudaron a usurpar el trono de su hermano.

El hombre frente no conocía la suerte. Este demonio en forma de hombre crecio un mundo hostil desde sus primeros años. Criado por la iglesia, rodeado de otros niños que ansiaban quitarle sus comidas y cenas. Arrojado al mundo aun siendo solo un poco de piel y huesos, tomo las armas solo para poder llevar una vida como humano, y en el proceso se transformó en el terror de los demi-humanos.

La figura de la reina se veía débil frente al arquero. La edad de la reina santa jamás se había puesto en duda gracias a su talento en el uso de la magia sagrada. Se creía que el poder de combate de la reina era suficiente para compensar su falta de experiencia, pero eso era una mentira de la cual ahora era consiente al estar frente a Pavel. 

Antes de que Calca pudiera recitar su hechizo, antes de que la guardia pudiese darle tiempo de escapar, ese arquero habituado a crear masacres podía terminar con la vida de cada persona en esta sala.

Calca podía verlo en aquellos ojos. No era la mirada de un hombre, y ni siquiera la de un monstruo. Era la mirada de una creatura que había vivido y salido del propio averno.

-¿Qué edad tienes Calca?- pregunto el arquero.

-¡Estás hablando con tu reina, Pavel! ¡Debes referirte a ella con respeto, y arrodillarte en su presencia!-

Los ojos del arquero miraron a la suma sacerdotisa. El talento de Pavel, su habilidad para determinar la fuerza de sus oponente, Kelart podía sentirla. Podía sentir a esos ojos desnudándola, dejándola expuesta. Ante esa mirada no existían los secretos, no existía el misterio. Kelart cubrió su pecho con los brazos. Se sintió asqueada después de ser juzgada por aquel demonio.

El arquero podía sentir la fuerza de cada uno de los presentes. Y supo, que él era el más fuerte.

Aquel hombre, aquel demonio se deshizo de su capa de viaje, y mostro a todos lo que podía ser la salvación, o el final del reino santo.

-Eso es...-

Al mismo tiempo que Pavel, Rena se quitó su manta de viaje y revelo algo similar a lo que su esposo había mostrado.

-Remedios... Esa mocosa no tenía que arrodillarse frente a la reina solo por tener una maldita espada vieja. Ahora que nosotros cargamos con esto ¿Por qué deberíamos arrodillarnos ante ella? ¿La niña que se siente en ese trono?

Pavel estaba cubierto por una armadura negra ligera. Extraña, muy extraña, pues en la superficie de su denso metal los presentes juraban ver rostros que gritaban. En su mano llevaba un arco carmesí, que parecía haber sido hecho con sangre cristalizada. La delgada cuerda por su parte, era una delgada línea negra que parecía estar hecha de cabellos...

Overlord: Trinidad Caps 170-???Donde viven las historias. Descúbrelo ahora