parte 251

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Criaturas lanudas con piernas tan gruesas como los pilares del coliseo, halaban de una colosal carroza sin techo, tan espaciosa que bien pudo haber llevado sobre si a 30 personas con total facilidad.

-¿Qué clase de creaturas son estas?- pregunto con un atisbo de emoción Paradayne.

-No lo sé- respondió Lucia. –Pero son magníficas ¿No le parece?-

La druida del  reino santo y el hechicero imperial de baharuth comenzaron a conversar sobre las magníficas creaturas prestadas para esta noble tarea. Y mientras aquellos hechiceros  mantenían una pequeña discusión, los gobernantes y sus acompañantes subían a través de unas finas escaleras de ébano que los llevaron hasta la cima de la carroza.

[Carro del rey demonio] Ese era el nombre de esta invocación. El diseño del mismo hacia honor a su poderoso nombre, y quienes ahora tenían la dicha de subir en ella lo notaron de inmediato.

Ramposa y Jirniv, al solo ver la fina madera ébano y los decorados con metales preciosos, pudieron vislumbrar tan solo una parte de la increíble fortuna que tendrían las personas con las que estaban por reunirse. Pero las creaturas que alaban del mismo, parecían ser testigos de cómo aquellos hombres obtuvieron tales tesoros.

Los [Reyes del infierno helado (Esclavo)], enormes creaturas cuadrúpedas y lanudas, parecían haber pasado por un entrenamiento brutal. Se podían ver restos de lo que alguna vez fueron colmillos. Sus cabezas agachadas, pues ninguno tenía valor para buscar el sol dentro de su tormento. Y lo peor era, que las propias aventureras y caballeros se veían preocupación por aquellas bestias.

El Rey y el emperador, ambos intentaron imaginarse a una de esas creaturas entrando a sus respectiva capital. Y en sus pensamientos encontraron muerte y destrucción. Aquella no parecía la clase de monstruos que pudiera ser domesticado, y sin embargo aquí estaba, halando de la carroza que les habían preparado a ambos.

Una vez todos los invitados estuviesen en la carroza, Lucia subió junto con el anciano Paradayne, termino su conversación con él y dio la orden a las creaturas para avanzar.

Los aventureros y Gazef permanecieron en el suelo, caminaron a lado de la carroza y cumplieron el rol que Momonga les había asignado. Ramposa volteo y se vio dolido al ver como su campeón había sido reducido a ser un simple perro guardián.

-Mis señores, me temo que estas carroza, aunque segura para su transporte resulta ser un poco lenta, por lo que tardaremos un poco en llegar hasta el lugar de nuestra reunión, pero por eso mismo es que los emperadores me han solicitado atenderlos, y me autorizaron a responder cualquier pregunta que tengan- Dijo Lucia.

-Lucia Garrido- dijo Ramposa el nombre de la druida. –Usted es el color verde del reino santo, si no me equivoco-

-Me honra que conozca mi nombre, Rey Ramposa-

-No tiene que ser humilde, es difícil que alguien no conozca el nombre de tan talentosa druida que ha rechazado las invitaciones de mi hijo durante tantos años- Declaro Ramposa.

Lucia intento no alterarse, y pregunto de regreso.

-¿Su hijo solicito mis servicios?- pregunto Lucia.

-El imperio también lo hizo hace algunos años- agrego Rista, ganándose de esa manera una mirada de desaprobación por parte de Paradayne.

Ramposa rio al ver la sorpresa en el rostro de Lucia.

-Veo que usted no estaba enterada- dijo Ramposa.

-Lamento esto. Hace años que deje de aceptar pedidos personales. Durante mis primeros años en mi trabajo, nobles de todo el reino requirieron de mis servicios y me alejaron de mi deber con el ejército. Desde entonces es que pedí a mi sobrino y asistente hacer caso omiso a cualquier carta que me llegase, sin importar que sello tuviese en ella. Pensé que mi silencio sería más efectivo que una negativa con los nobles de mi reino, pero jamás llegue a imaginar que reyes de otras naciones solicitaran mis servicios. Les ruego me disculpen- dijo Lucia y se inclinó.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Where stories live. Discover now