Parte 273

846 121 10
                                    

¿A quién se parece más? Una pregunta que tarde o temprano llega a la mente de cualquiera padre, y los Baraja no eran excepción.

Cabello rubio y ojos azules. Ambos rasgos con los que nació su hija, era difícil saber de quien lo había heredado. Los gruesos cabellos rubios pertenecían a ambos. Los ojos azules podían haber venido de cualquiera, incluso de los abuelos que la niña y los padres jamás conocieron. Pero esa mirada de villano era sin duda alguna herencia de Pavel. Más allá de eso y excluyendo su mirada, en sus primeros años Neia era el vivo retrato de cualquiera de los dos. Fue solo hasta que comenzó a crecer que la respuesta se hizo clara.

Neia había heredado  las manos grandes y los delgados dedos largos de su padre; herramientas ideales para usar el arco, no tan buenas para  un espadachín o una dama de sociedad.

Su cuerpo siempre fue delgado y sus pies muy agiles. Durante algún tiempo Rena creyó que su hija no había heredado nada suyo, eso hasta que comenzó su pubertad.

Antes de entrar en la pubertad Rena creyó que su hija no había heredado nada suyo; pero al llegar esta, vio que le había dejado a su hija era algo que como guerrera no le serviría.

Pese a no verla tan seguido como habrían querido, ambos la conocían bien. Después de todo, eran sus padres; la vieron crecer en sus años más importantes, la cuidaron cuando esta aun no podía siquiera ponerse ella sola de pie.

Y porque la conocían tan bien, podían saber que esta no era Neia. Pero aun así...

-Ella no es Neia- Dijo Pavel mientras acariciaba el cabello de la chica. –Pero...-

-Esta niña es nuestra hija- dijo Rena, quien aún sujetaba su mano con ternura.

La pareja había sido llevada al interior de la fortaleza, donde tomaron asiento a lado de la chica que se les presento. Pese a su consternación inicial, esa mirada dulce que les dedicaba les trajo paz y calor a sus corazones. Después de sentir este calor fraternal, sentían ya no poder despagarse de la chica.

Esta persona, sus cabellos dorados eran delgados, como hilos de oro. Sus manos eran más pequeñas, su piel más clara. No era tan grácil como antes lo había sido. Si le pusieran un buen vestido, todos dudarían que esta niña tuviera relación sanguínea con los dos guerreros.

Pero más importante, el cambio más vital, aquello de lo que carecía esta chica era esa característica mirada de asesina que tantos problemas le había causado a Neia durante su vida. 

-¿Cómo hicieron esto?- pregunto Pavel confundido. –Ella... es humana pero no lo es. Es fuerte pero es débil... no entiendo... yo solo tengo una hija, pero ella no es Neia y aun así siento que es ella ¿Qué fue lo que paso?- el talento de Pavel le mostro una realidad absurda.

-Creamos un cuerpo libre de la maldición, con propiedades y un nivel que pudiera resistirla en caso de que se traspasara, usamos el cabello de su hija como catalizador- Explico Ulbert.

-Después de eso transferimos el alma de su hija al nuevo cuerpo. Pero sinceramente... No sabemos que salió mal- dijo el caballero.

-Usamos esto en una persona antes que ella, y revivió con sus memorias intactas en el nuevo cuerpo. Su hija sin embargo...-

Cuando Momonga y sus compañeros intentaron regresarle sus recuerdos con el deseo de una estrella, el fragmento se rompió, por lo que el deseo se debía considerar imposible.

Ante el silencio, Pavel intento levantarse para hacer sonar con más importancia sus palabras, pero apenas intento alejarse de la chica, esta lo sujeto del brazo con fuera.

-Ahhhh- grito la chica y jalo Pavel para que volviera a tomar asiento a su lado.

El arquero no se resistió, obediente volvió a su lugar y siguió jugando con el cabello de ella. Y cuando Rena quiso soltarle la mano para hablar con franqueza, la chica repitió lo mismo de antes. Tal parecía ser que no quería estar lejos de ellos ni por un segundo.

-¿Qué paso con el cuerpo de Neia?- pregunto el arquero.

-Desapareció de este mundo después de que ella cobrara vida- respondió uno de los supremos.

Dos cosas extrañas habían pasado cuando la esencia de la chica fue transportada al nuevo cuerpo. En primera, Momonga estaba severamente agitado, y la segunda fue que una luz negra viajo hasta khajiit. Por lo que pudieron deducir, el señor oscuro había recuperado el uso de la maldición que gasto en Neia cuando su cuerpo se desvaneció.

-Por el experimento que hicimos antes de intentarlo con su hija, estamos seguros de que la niña que tiene ahí posee el alma de Neia. Pero no entendemos error cometimos para que ella fuera regresada a ese estado infan...-

-Nunca fui bueno en las bendiciones TouchMe-sama, sino todo lo contrario-Interrumpió Pavel. –Pero sé que una resucitación común no pudo haber causado esto. Como también se gracias a mi esposa y Lucia, que la maldición que mato a Neia no estaba ni cerca de ser ordinaria-

Pavel miro a la niña a su lado.

-Nuestro trato ha sido cumplido. Mi vida, como se los prometí, ahora les pertenece- declaro el arquero.

-Y la mi también- agrego Rena.

Los supremos miraron a la familia. No era lo que ellos esperaban, no había lagrimas por el reencuentro, tan solo una sonrisa melancólica mientras ambos acariciaban a quien era los despojos de lo que alguna vez fue Neia.

-No tienen por qué hacerlo- dijo TouchMe. –Yo y mis compañeros lo hablamos antes de venir. Fallamos, y por eso...-

-Sé que ella no es Neia, puedo verlo, pero nuestro trato no fue que me devolverían a Neia, mis señores. Ustedes juraron devolverme a mi hija y es lo que han hecho-  dijo Pavel, mientras la niña le soltaba la mano.

-Le dieron a este par de padres fracasados otra oportunidad, y se los agradecemos-  declaro Rena, mientras su hija le jalaba ligeramente del cabello.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Where stories live. Discover now