Parte 300 [Un minuto de silencio]

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Un ligero golpe en el dedo que choca contra un mueble durante la mañana, cuando los sentidos están aturdidos y nadie es consiente de si mismo. Alguna ocasional caída durante su niñez, cuando el oído interno no provee del suficiente equilibrio para mantenerse en pie. Quizás algún día choco contra una pared, cayo de la cama o se golpeo ligeramente la cabeza contra un objeto demasiado alto para ser visto, peor lo suficientemente bajo como para sentirlo. Pero lo que la reina, lo que jamás había experimentado en sus 22 años de vida, era una herida que abriera la carne e hiciera de ella brotar sangre. Era ajena al dolor, como lo eran muchos en esta época. No era especial en este sentido, personas como ella, personas incluso como Momonga, jamás habían tenido que pasar por aquella angustia ni tan solo una sola vez en su vida, pero todos ellos, a diferencia de ese demente, jamás se imaginarían tener que enfrentarse a ese algo tan olvidado como el dolor, y cada hombre moderno, tenia la suficiente cordura para no causarse a si mismo esa agonía.

Quizás ese fue el primer momento en el que la reina reparo, en que el hombre que tenia enfrente, incluso antes de volverse aquel overlord, no estaba bien de la cabeza.

-¡AHH!-

Un grito atronador lleno la sala, y tan horrible, y tan crudo fue el sonido, que una persona normal hubiese desistido de un segundo ataque hubiera empatizado con la reina y su dolor; el vengador se hubiese vuelto consiente de que las palabras y los insultos no eran acciones merecedoras de este castigo, tan desproporcionado al crimen cometido. Si un ser humano normal hubiese visto su rostro, desfigurado y cubierto de lágrimas, se hubiera detenido, pero he de aclarar, si es que a estas alturas alguien no lo ha entendido, que el hombre responsable de ese agónico sufrimiento, distaba mucho de ser normal.

¿Cuándo fue? Cuando Momonga llego al nuevo mundo creyó que no sentir nada por la muerte de un hombre era parte de su nueva naturaleza ¿Pero era verdad? ¿O fue tan solo una dulce mentira que se dijo a si mismo para no afrontar lo que algunos ya sabían? ¿Fue tras encontrar el cadáver de su dulce madre en el piso de la cocina? ¿Fue después de pasar una vida aislado dentro de una sociedad nihilista? O acaso... ¿Fue aquí? ¿fue cuando encontró placer en lastimar a otros que nació ese monstruo? Preguntas para una mente virtuosa.

Y, después de admirar el alcance de la maldición del ronin, alegre, no tanto por el dolor de su víctima, sino más por admirar el éxito de su misión, Momonga ordeno a la creatura asestarle a la reina un golpe de gracia. La reina, que solo tenia ojos para la mano que ya no se encontraba ahí, sostuvo su muñeca como parte de un reflejo, una respuesta natral para el dolor, y fue entonces cuando de nuevo, aquella creatura le ataco, le paso le filo de su espada de la clavícula hasta la última de sus cosillas.

Para Momonga ese debió ser el final del encuentro, esa debió ser la consumación de su venganza. Pero... quizás para desgracia de él o para el infortunio de la reina, un muy raro ítem pago se activo cuando el hp de la jugadora se acerco peligrosamente al rojo.

La reina apunto de morir fue curada a su 100% por una luz divina, y así, su mano regreso y el enorme tajo en su pecho fue sanado, así como su cansadamente. Cuando las heridas se hubieran recuperado, el dolor desapareció, y en un momento que Momonga percibió como su propio final, la reina salto lejos del no-muerto que estaba por matarla.

El overlord vio perdida su gran oportunidad, y es que desde su perspectiva, la reina debía invocar a sus huestes par evitar un combate directo, debía lanzar su magia sagrada; el no-muerto esperaba enfrentarse a la mas cruda batalla de su vida, contra una jugadora que le superaba ampliamente por la calidad de su equipo.

Pero aquel combate no llego. La reina se alejo solo para intentar escapar de nuevo, y como antes, el héroe no-muerto asesto un golpe contra la chica indefensa, que a la que ni por un segundo se le cruzo por la cabeza pelear.

¿Qué era eso? Cuando el no-muerto asestaba un golpe la reina se retorcía del dolor sin posibilidad para defenderse, y de inmediato, después de percibir que había recibido daño, el menú se cerraba, y se repetía la acción. El ítem le sanaba y ella corría en lugar de pelear, y de nuevo intentaba escapar y de nuevo era interrumpida, y cuando la reina por fin creyó poder irse, Momonga intervino, ataco directamente y le detuvo. Y cuando el primer héroe no pareció ser suficiente, Momonga lanzo contra la reina todas las creaturas que sus capacidades le permitían, y pronto lo que se suponía debía ser una intensaba batalla, se convirtió en una carnicería, amenizada por los gritos de la reina de las hadas.

Una y otra vez la reina era masacrada, y una y otra vez los ítems pagos en su inventario le salvaban de perder la vida, pero le negaban el dulce sabor de la muerte. Que mala suerte debió tener la reina, no había nadie en su casa. Y peor fue saber, días después, que su padre, su amado padre, la persona que bien pudo haber haberla salvado, había salido de casa por la llamada de su amante.

Rodeada de no-muerto, sin nadie que pudiera ayudarla su única escapatoria fue pedir perdón a una persona a la que no le importaba y no se lo daría.

Cuando por fin los ítems de sanación se terminaron la reina murió, y por un breve momento, encontró en ello su salvación, pero...

Entre las cosas que había ganado, también había ítems de resurrección, y así fue, como su tortura se prolongó, lo suficiente, lo necesario, como para arrepentirse de su ataque contra Sakura, por el resto de su vida.

Cuando murió por fin la reina, y no había nada que le devolviera a la vida, el otro ítem que Miyamoto había donado para la causa se activó. Frente al overlord apareció cada pieza del equipo de la reina, y junto a ellos, una opción para tomar el que él quisiera como recompensa por la carnicería.

El overlord siguió el consejo, tomo esa sagrada túnica negra, que parecía haber sido cortada del velo de la noche.

La reina desapareció, fue transportada a quien sabe donde estuviera el punto de reaparición de su gremio, y una vez solo, Momonga se coloco la fina túnica robada de la jugadora.

Tras 10 largos minutos, Momonga bajo de la torre con el tesoro quitado a la reina, y con sorpresa vio, que el dinero había comprado una batalla espectacular. Los miembros esperada, y fue gracias, no solo al dinero, sino también a los hermosos equipos dados por sus admiradores, que los 6 jugadores resistieron, y lo hubieran hecho aun si no hubiese un trato de por medio.

Peor ya todo estaba finiquitado, ellos habían presentado un espectáculo, y cuando el mundo vio por primera vez a la muerte en la sagrada túnica negra, que después le caracterizo, supieron que todo había terminado.

Ese día, sin que nadie, salvo sus compañeros, supiera que estaba bendecido por Nike y Kannon, Momonga extermino a los jugadores de Seiyuu con sus propias manos, e hizo dudar al mundo, si es que era enserio aquello que se decía, y Momonga era realmente el más poderoso de aquel gremio.

Los jugadores que llegaron después al nuevo mundo no pudieron borrar esa imagen de sus cabezas, a Momonga llegando por la retaguardia y masacrando a los miembros de Seiyuu con una facilidad aterradora.

Y cuando tiempo después, en solitario mantuvo a la tumba operativa y segura, todos siguieron creyendo lo mismo, y nadie podía probar lo contrario. Momonga era una amenaza para el nuevo mundo...

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Días pasaron, Bukubuku se enfado con todos en el gremio y les regaño. Según sabían a Peroroncino le fue mucho peor. Bukubuku dijo que no era necesario, y que pese a todo, no era lo que deseaba.

Mas no mucho después los hombres del gremio le colocaron la etiqueta de Tsudere en la frente a la slime de voz tierna, pues después de ese día, comenzó a tratar a todos de manera mas cercana. Se le veía feliz.

Y esa felicidad se vio mas evidente, cuando Momonga llego a su departamento un día, y se encontró en la puerta, bloqueándola, a una hermosa chica. Un cabello negro azabache y una mirada felina.

-Hola, Momonga-

La dulce voz y el nombre por el cual muy pocos conocían a Satoru Suzuki, hizo evidente la identidad de la visitante.

Overlord: Trinidad Caps 170-???Where stories live. Discover now