Parte 300 7 de 8

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Había dos personas en el gremio capases de liderar y coordinar a los 41 miembros al mismo tiempo, y ninguna de las dos había estado presente al inicio de la batalla, y aunque PunitoMoe era capaz de organizar grupos pequeños, su mente se confundía en las enormes batallas de gremio.

Hasta ahora habían estado luchando contra los mercenarios comprados con dinero real, pero haberlos superado no significaba nada contra personas de carne y hueso, que sin importar que tan inexpertos fueran, a estas alturas deberían tener equipos superiores a los de cualquier presente, exceptuando a TouchMe y Ulbert, quienes, para desgracia de todos, ya habían gastado sus magias mundiales. El demonio al eliminar a los jugadores de la guardia exterior y TouchMe al traer consigo a todos sus compañeros y mercenarios que ahora mismo deberían estar dificultando la llegada de refuerzos por medio de las fortalezas flotantes.

Pero esa desventaja técnica se vio drásticamente reducida por la llega de Momonga.

El overlord comandando la retaguardia y la slime liderando la vanguardia, así se dividía el trabajo en las guerras de gremio, y aunque ahora faltaba una persona, Momonga llego al lugar con algo extraño en él, un equipo y dos habilidades que compensaban la falta de aquella valiosa amiga.

El no-muerto hoy no llevaba su túnica, que parecía robada de un monje, y en su lugar, venia vestido con las ropas de la muerte guerrera, una larga túnica negra pegada a su cuerpo, con hombreras de metal, con una capucha que le cubría la cabeza, y hacia que de su rostro solo se pudieran ver sus dientes y las luces rojas de sus cuencas.

Habia llegado Momonga, cuando solo faltaba una puerta para llegar con el enemigo final.

-Dado que traes eso no te preguntare si tuviste éxito ¿Pero a cambio de que te lo dieron?- pregunto uno de sus compañeros a Momonga.

-No entrare en detalles, pero es mejor que ganemos esto o Miyamoto estará molesto con nosotros- fue la respuesta de Momonga y nadie la cuestiono. -¿Cuál es la situación?-

-Agotamos las magias especiales y habilidades de uso limitado. Todos seguimos a nivel 100 así que si necesitas que gastemos niveles en invocaciones o buffos aun estar a tiempo para usarlos- respondió PunitoMoe a la pregunta de su compañero.

-¿Y la magia de super nivel?-

-Aun no la gastamos- respondió TouchMe.

La magia de super nivel solo podía usarse una vez cada mucho tiempo, y ese limite de tiempo se seguía aplicando aun en grupos. No era un recurso que fuera a usarse solo al inicio de la pelea, y en cambio por ello habían elegido usar antes las magias mundiales no las de supe nivel.

Que un recurso tan valioso siguiera disponible, significaba que podían usar aquella estrategia que tenia a Ulbert como piedra angular.

-Bien en ese caso ¡Necesito dos slimes de tipo negro y 3 guardianes de la torre!- grito Momonga y su petición rápidamente encontró voluntarios.

-¡Esperen! ¡¿Eso significa que...?!- Ulbert se abrió paso entre el grupo y encaro a quienes encabezaban la vanguardia. -¿...Kaboom?- pregunto el demonio al caballero.

-Si Ulbert, Kaboom-

El demonio, visiblemente molesto, comenzó a quitarse su equipo y a dárselo a TouchMe, la persona que menos posibilidades tenia de morir en este lugar, y mientras se quitaba el equipo uno de sus compañeros silbo para molestarlo. Un último momento de relajación se respiro en el grupo antes de comenzar con la verdadera operación.

-Mas les vale sacarme vivo de ahí- les dijo a todos y comenzó a romper ítems consumibles.

Pronto los 5 monstruo de nivel 94 hicieron acto de presencia, había constado cerca del 20% de puntos de experiencia de dos compañeros, pero valían la pena. Tres demonios con escudos de la torre se presentaron, junto con 2 Slimes negros, tan oscuros que la luz se perdía dentro de sus cuerpos y no encontraban manera de volver.

-Listo, Momonga, necesito esa cosa-

Con el dolor de su corazón, Momonga entrego uno de los ítems mas preciados de su colección, uno de edición limitada que muy pocas personas consiguieron durante el primer aniversario del juego y el cual Momogna consiguió en una pequeña subasta.

De no ser por Bukubuku, de no ser porque quería ver a la reina suplicando piedad, no lo hubiese entregado.

"¿Qué hacen?" se preguntaron los miembros de Seiyuu, que veían como el incasable grupo se había detenido después de que su líder llegara.

-Esperen al tercer verso- ordeno Momonga a sus compañeros

El demonio, el mas maligno y destructivo de su raza, el cual solo temía a las diosas de la victoria y la piedad, comenzó a recitar la magia de super nivel, exclusiva para el demonio mas fuerte de su raza.

Un domo blanco apareció sobre Ulbert.

-[Cuando abrió el primer sello, oí al primer ser viviente, que decía: Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenia un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor y para vencer]-

"¡Hay que detenerlo!" grito uno de los miembros de Seiyuu en la sala continua. Quizás no conociera mucho del juego, pero conocía bien aquellas palabras.

-[Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: Ven. Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; y se le dio un espada]

-[¡Héroe no-muerto!]

Momonga invoco a sus combatientes de primera línea que no consumían experiencia, para hacer frente a los mercenarios que escuchaba venir desde la sala donde esperaban sus enemigos.

-[Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven. Miré y vi un caballo negro. El que lo montaba Tenia una lanza en la mano]

-¡Ahora!-

Las creaturas invocadas, los guardianes de la torre y los slimes se movilizaron y se abrieron paso entre los mercenarios que venía, incluso los empujador de vuelta a la sala y en ese momento Ulbert rompió el objeto que Momonga le había dado, uno que le permitía moverse mientras usaba la magia de super nivel.

-[¡Cuando abrió el cuarto sello, oí a la voz del cuarto ser viviente! ¡Miré y vi un caballo bayo! ¡El que lo montaba tenia por nombre muerte y el hades lo seguía!]-

Ulbert corrió detrás de los monstruos que le abrían paso y una vez entro a la sala grito la ultima parte de su entonación.

-[¡Y así el fin llego!]-

Un fuego blanco, puro, sagrado, invadió la sala en la que Ulbert entro, y juzgo como maligno a todo aquel que hubiese vivido, ya hubiera sido con virtud o pecado.

Y así, todo lo que estaba dentro de aquella sala, murió...

Overlord: Trinidad Caps 170-???Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora