Overlord: Trinidad Caps 170-???

Parte 295

Declararse seres humanos había sido una jugada arriesgada. Por un lado, ser humanos ante el mundo, hizo que los emperadores se ganasen la confianza de las naciones vecinas, y evitaran así muchas guerras motivadas por un ideal religioso, basado en el humano centrismo. Por el otro, les había hecho ganarse la desconfianza de las naciones demi-humanas ¿Y porque habría de ser diferente? Hasta ahora el único contacto amistoso con demi-humanos que los supremos habían tenido, lo habían experimentado con Baffarot, a quien no revivieron por convicción, sino por la petición de uno de sus nuevos soldados.
Los supremos se habían declarado aliados de todas las razas, pero sus acciones los hacían ver iguales a la teocracia. Después de todo ¿No habían ellos masacrado a varias ciudades demi-humanas? ¿No habían tomado bajo su mando a un hombre famoso por exterminar a estas razas?
No... la conquista de las naciones demi-humanas se mostro como algo más complicado.
Según Pavel contaba, los demi-humanos podían obedecer a seres mas fuertes que ellos. En su naturaleza estaba seguir a lideres poderosos o inteligentes. No creían en los títulos, o los reclamos de divinidad de los reyes humanos, tan solo en el poder.
TouchMe había preguntado al arquero "¿Por qué tu o Cerebrate no han sido elegidos líderes tribales?" la respuesta era sencilla.
Los demi-humanos podían obedecer a los fuertes, siempre y cuando estos no fueran dragones, no-muerto o humanos. Los primeros eran despreciables y buscaban solo el beneficio propio, los segundos usarían la lealtad de una tribu para propagar su odio por la vida, y los terceros les esclavizarían si mirárselo dos veces. Ese era el porque los demi-humanos se negaban a seguir a un humano.
Si se revelara que TouchMe era un caballero insecto, los demi-humanos doblarían la rodilla. Si los demi-humanos supieran que Ulbert era un demonio, temblarían de miedo a la vez que se congregarían bajo su estandarte.
Pero para desgracia de todos, eso no podía hacerse ahora. Si acaso los supremos revelaran esa naturaleza, todos sus planes se irían por el caño. Antes de revelarlo necesitaban que se convirtiera en un rumor por la boca de Nainer.
Pero entonces pensaron, que quizás no tendrían que ser ellos quienes tomaran el liderazgo de las tribus demi-humanas.
Si equipaban bien a Baffarot él podría tomar el control de las tribus ubicadas al este del reino draconico. Dada su fama como guerrero, si demostraba suficiente poder con un nuevo equipo, todos esos demi-humanos que ahora eran enemigos, podrían convertirse en fieles súbditos.
Por un momento, los supremos pensaron que el hombre Gacela podría tomar igualmente las colinas de Abelion, pero pronto se dieron cuenta de una mejor opción.
El 5 de enero del año 0, durante la tarde, los seres supremos se dirigieron al templo de Cerezos, donde propusieron algo interesante al matrimonio Baraja.
-¿Un cambio de razas?-
Dado que Pavel y Rena deseaban tener la invulnerabilidad al paso del tiempo para poder estar con su hija por la eternidad, los supremos les plantearon a ambos obtener razas que los hicieran indiferentes al paso de los años.
Mientras jugaban con su hija en el templo de Cerezos, el matrimonio Baraja fue abordado con una propuesta sorpresiva y repulsiva a partes iguales.
Ni a Pavel o a Rena les importaba que sus nuevos amos no fueran humanos, les respetaban y agradecían igualmente por todo lo que habían hecho por ellos. Pero si debían ser sinceros, a los dos les desagradaban la idea de convertirse en creaturas de ese tipo. Habían sido humanos toda su vida y habían adquirido mucho apego a sus cuerpos actuales. Quizás las jovencitas de Cristal Tear's pudieran aceptar colas y orejas, pero Pavel y Rena ya estaban algo viejos para un cambio tan extremo.
-Es la única forma que se nos ha ocurrido para que puedan vivir con su hija todo el tiempo que ella tendrá de vida-
El cambio de razas no era algo que les agradara, pero Momonga le hizo ver al matrimonio, que esta era la única forma en la que podían cumplir su deseo.
Mas entonces, por la mente de Rena cruzo una idea, que, en su momento, debido a su ignorancia considero adecuada.
-¿Podrían convertirnos en humanos inmortales como a Ran?-
Rena no era avariciosa. No deseaba esa clase especial por las virtudes que daba pertenecer a ella. Simplemente, lo sugirió porque en principio, seria más cómodo pertenecer a la misma raza que su hija.
Para desgracia de la paladina, los seres supremos casi tuvieron un ataque al corazón al imaginarse gastar tan valiosos ítems dos veces más.
-Es imposible ¡Imposible!- Ulbert no pudo contenerse y termino gritándolo. -Perdón... pero los ítems que usamos para convertir a Neia...-
Rena entonces recordó lo mucho que ambos seres supremos se habían molestado con Momonga cuando este sugirió convertir a Ran en lo que ahora era. El demonio incluso había listado los objetos y el oro necesario.
Al darse cuenta de la locura que había pedido, Rena suplico el perdón de sus señores. Pero esa disculpa fue algo incomoda para los seres supremos. Ver a una mujer de esa edad inclinando la cabeza era difícil de ver, mas aun al recordar que Momonga era mas joven que ella y Ulbert y TouchMe eran mayores por muy pocos años.
Casi como si quisiera aliviar la tensión del momento, inocente, Ran inclino la cabeza imitando a su madre.
-¿Qué otras razas podrían vivir lo mismo que Ran?- Pregunto entonces Pavel.
Si el humano inmortal era un imposible, Pavel quería conocer las otras opciones.
Lo cierto era, que la lista era muy corta.
Dragones, hadas, no-muertos, ángeles y demonios de alto nivel. Había otras razas que en sus niveles máximos obtenían también las semi- inmortalidad, pero las más lógicas para elegir eran esas 5.
Los dragones estaban descartados. Tener cuerpos tan grandes haría a los Baraja no poder interactuar con su hija, y los dragonoid tenían una vida limitada.
Las hadas parecían una buena opción en primera instancia, en su mayoría eran casi humanas y sus alas podían ocultarse con facilidad, el problema radicaba en sus limitaciones físicas. Seria una raza inapropiada para un arquero y una paladín.
Los no-muertos estaban fuera de discusión. No poder sentir el calor de su hija era un precio que no iban a pagar por la inmortalidad, lo que dejaba solo dos opciones...
Fue gracioso cuando los Baraja tomaron su decisión. Las razas y subtipos que eligieron, realmente les quedaban. Aunque en cierta forma parecían irónicos.
Se les dio a los Baraja un día para pensar bien las cosas.
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Los supremos se dispusieron a visitar al nuevo inquilino de la tumba. Dado sus conocimientos y niveles se le asigno a un lugar específico. Aunque en principio su residencia estaba en el pueblo Carne, junto a su vieja conocida, Lizzie Bareare, se determino que Paradyne pasara la mayor parte de su tiempo en una celda dentro del tercer piso, donde estaba encerrado el señor oscuro.
Cuando los supremos abrieron la puerta de la celda, se encontraron a un viejo gritando con éxtasis, y a un no-muerto con el fuego de sus ojos ardiendo como antorchas.
Los supremos cerraron la puerta tan rápido como la abrieron y se retiraron del lugar.
"No hemos visto nada..." se dijeron mientras se alejaban del lugar.