Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.
Esto no me hace nada bien.
No puedo dejar de ver cómo camina por la habitación hacia el closet y rebusca que usar. A pesar de su usual hablar de camionera y su forma explosiva, a veces puede parecer una muñequita o una fina princesa. Verla así tan delicada le da un toque sexy y diferente que también me encanta.
Mis ojos recorren su cuerpo con la mirada, ella viste una bata fina que le acentúa cada curva.
¿Para qué diablos se la compré? – me quejó mentalmente, pero adoro la vista.
Androssi recién salida de la ducha con el cabello ligeramente mojado más lacio de lo normal, parte de sus redondos pechos expuestos haciendo que se me haga agua la boca, gotas de agua recorren sus gruesos muslos y su maravilloso trasero se acentúa perfectamente gracias a la delgada tela de felpa.
¡Dios, quiero morderla!
Quiero morder todo su cuerpo y azotarla contra la pared.
Sacudo mi cabeza evitando mis ilícitos pensamientos ya que no vine a eso, pero no puedo evitarlo, va demasiado tiempo en que no pruebo los dulces placeres de la vida y sé que de nada serviría porque mi cuerpo la pide explícitamente a ella.
‹‹No solo mi cuerpo, todo mi ser››
He llegado en el peor momento, mis hormonas están al tope y solo pienso en como arrinconarla en la pared.
—Sí, todo bien.¿Y tú? — contesta ante mi pregunta anterior.
Le pregunté si estaba bien, ya que sonaba extraña por lo que pensé que le había sucedido algo, sobre todo porque siendo ella no ha notado mi presencia y eso es raro.
—¡Excelente, princesa! — sonrió e intento no lujuriar esos exquisitos muslos —Más, con la maravillosa vista que tengo.
¡Dios! – intento no ser tan coqueto, pero me sale tan natural.
—¿y qué vista es esa? ¿Por qué hablas en voz baja?
Colgué el teléfono y me mordí el labio suavemente, mientras intentaba calmarme, pero la testosterona acumulada me tenía el libido al tope y ella paseándose así ¡Dios que me pone loco! .
—Androssi, esa bata — suspiro profundo y sin querer mi voz más seductora se apodera de mis labios — ¿Por qué esa bata se te ve tan bien?
Ella gira hacía mí para dejarme ver ese delicioso busto, no puedo evitar lamer mi labio inferior nuevamente y de forma coqueta, pero me distraigo al ver su cara de sorpresa, claramente no me esperaba aquí y entonces me di cuenta...
Me paré rápidamente y la abracé, porque yo la extrañaba.
Nunca en mi vida había extrañado a alguien, pero a Androssi, con ella nacía ese sentimiento de añorar su presencia y llegaba a mí siempre, aunque estuviese en la misma ciudad, en el mismo país y saber que estaba tan lejos me hacía extrañarla más, aunque sabía que en cualquier momento pude tele transportarme a verla... no lo hice, hasta hoy porque hoy era un día especial para nosotros, aunque ella no lo recordase.
