Prólogo I

16.9K 1K 1.9K
                                    

Camino por las calles de Tokyo con mis vestimentas de "chaman", llevo ambas manos en los bolsillos porque se me es más cómodo. Se supone que hoy debo encontrarme con Yuji y Megumi para recoger a la nueva estudiante Nobara Kugisaki, pero se me hizo algo tarde.

Espero que se lleve bien con el par, una mujer les hará bien.

Tokyo esta tan lleno como siempre. Las calles repletas de gente caminando de un lado hacia el otro sin siquiera percatarse que hay a su alrededor. El estruendo de la gran ciudad es maravilloso. 

Espero que no se haya perdido la chica o Yuji se haya separado de Megumi sin querer.

Pensé al ver un par de turistas y luego retomé mi camino para tomar el metro. 

¿Eh? ¿Qué es eso y cuándo cayó del cielo?

En la puerta de una pequeña cafetería, una hermosa joven despedía con una sonrisa radiante a sus clientes. La chica tenía el cabello castaño corto por encima de los hombros y mediana estatura.

Creo que el par, me tendrá que esperar un poco más.

Caminé hacia ella, simplemente no pude evitarlo. Esa sonrisa me cautivó tanto, que quería verla de cerca. Divise en mi celular si tenía que hacer algo esta noche y por suerte para ellos no tenía, porque lo cambiaría por llevarme a esta belleza conmigo. 

Apresuré mi paso al ver que la chica estaba entrando nuevamente a la cafetería y detuve la puerta antes de que se cerrara, colocando mi brazo en la parte superior de esta y quedando por encima de esta.

—Yoi, uno no cierra la puerta a los clientes en la cara — incline mi rostro para verla, pues era sumamente más baja que yo.

De cerca parecía una muñequita de porcelana al lado mío. Era hermosa, no había duda de eso. Ella me miraba con sus hermosos ojos color miel ¿aterrada?.

—¡AHHHHH! — me pegó un golpe en la entrepierna que me hizo juntarlas del dolor. El golpe fue fuerte y en la zona más delicada de mi ser.

¿Qué diablos?. De todos los días que lo uso inconsciente, hoy el infinito estaba desactivado.

No es que cualquier golpe me doliese, pero ella me dio fuerte y un golpe en la parte baja siempre duele. 

—¿Qué sucede, Androssi? — un chico pelinegro bien parecido y unos centímetros más bajo que yo, se acercó a nosotros y me miró desafiante —¿Este tipo te está molestando?

—No, yo solo venía a comprar un café — dije excusándome sin saber por qué.

—Lo siento, discúlpeme — la chica hizo varias reverencias en son de disculpa, lo cual sería gracioso si no me dolieran los testículos en este instante. Sus rasgos no eran japoneses y su acento la delató a pesar de que lo hablaba perfectamente. — me asustó y reaccioné de esa forma.

¿La asuste? ¿Por qué?, si soy hermoso.

—Androssi, ¿Cuántas veces te he dicho que no andes golpeando a los clientes?— el pelinegro me miró —Discúlpela, es que ella es algo violenta cuando la toman por sorpresa. Androssi, discúlpate.

Al parecer esto era usual.

—No, no debí aparecer tan de repente — dije intentando restarle importancia, no quería que la regañaran más por mi culpa. 

Lo cierto era que yo había aparecido de repente, solo que no esperé que reaccionara así. La chica estaba completamente roja hasta las ojeras de la vergüenza, lo que la hace ver realmente tierna.

El Chico de la Venda en los ojos I & II (Satoru Gojo x OC)Where stories live. Discover now