El Chico de la Venda en los ojos I & II (Satoru Gojo x OC)

{25}

ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ: ᴄᴀᴘ +18

✭ [Un viaje al Pasado Parte V] ☆

Dos días pasaron entre risas, bromas, comidas, historias, ver televisión, leer cada un en su lado de la habitación, juegos de cartas y dominó, conversando uno del otro, un poco de todo y conociéndose un poco más. En un ambiente increíblemente confortable para ambos, cosa que ninguno entendía y el peculiar dúo decidió individualmente dejar de tratar de entender algo tan enigmático porque la conexión entre ellos hacía todo tan fácil.

Confundidos por sus emociones, pensaban que tal vez era el hecho del encierro en la misma habitación producto del tifón que azotaba el país, diciéndose internamente que por eso y porque no podían teletransportarse, no tenían más opción que compartir entre ellos, pero... eso era solo una mentira. Porque ambos se sentían igual, de una forma que no lo podían negar y mentirían si dijeran que no les gustaba la compañía de a quién tenían al frente.

Ahora, ambos se encontraban en la cama sentados y cenando. Con una caja semi vacía de pizza en medio de ellos y unas copas llenas de jugo de arándanos en sus manos.
Ella vistiendo un abrigo rojo del mayor y él unos pantalones de dormir blancos y una camiseta azul que combinaba con sus ojos, ambos con medias de dulces que compró el mayor en la farmacia.

Ellos estaban riéndose tontamente mientras conocían más el uno del otro.

Ella había descubierto que aquel hombre era un profesor el Colegio de Magia de Tokyo o más bien un asistente de director y al parecer un buen chamán, pero Satoru se ocultó un par de cosas pues decirle que era el de los seis ojos no le parecía buena idea. Él destapó que ella era una estudiante honorifica y multifacética pues Androssi Agüero además de ser una pilona, era tesorera del consejo estudiantil y participante de varios deportes, pero una de sus principales dedicaciones eran el club de cocina y el club de baloncesto.

—¿Cómo diablos haces todo eso? — le preguntó el albino dándole un mordisco a una pizza, que fue lo que decidieron pedir al restaurante del hotel para la cena.

—Digamos que soy muy ágil y me puedo dividir — ella se encogió de hombros y dio un sorbo a su refresco, para luego tomar otro pedazo de pizza. — ¿Y qué más me dices de ti Satoru Gojō?

—Bueno, soy un libro abierto — bromeo y la chica lo detecto al instante sabiendo que eso era mentira por el brillo en los ojos del albino, el cual no había usado lentes dentro de esa habitación porque no le molestaba la vista. —¿Qué me dices tú? ¿Tienes novio?

—Oye... — le pegó ella y él se quejó — ¿Cómo a sí... doy esa impresión? — preguntó preocupada por creer dar la impresión de ser capaz de engañar a alguien, ya que ese par había tenido más de una sesión intensa de besos en el tiempo que llevaban allí.

—Digo, puedes tener novio sin besarlo creo. Hay personas y personas, existe de todo tipo. Supongo.

—No tengo novio. Además, si tuviera no podría digo esto — usó la pizza para señalarse a él y a ella — no habría pasado.

No sé porque siento un gran alivio al escuchar eso – pensó él con una sonrisa, pero aun así tenía cierta duda.

—¿Yyyyyy quiénes son esos dos que te llaman a cada rato? — preguntó tomando otra pizza y comiéndosela mientras esperaba su respuesta, pues tenía una molestia en el pecho cada vez llamaba ese par. Los cuales llamaban bastante preguntándole si podían ir a su casa, pero Androssi mentía haciéndose la enferma crónica y contagiosa.

—¿Los gemelos?

—Si esos...

—Bueno — dijo mirando al techo pensativa, acción que hizo que el albino se inquietase por el tiempo que tardaba en responder— Samu es mi mejor amigo y sí creo que somos tan cercanos que parecemos pareja, no lo sé... Tsumu siempre molesta con eso, pero Tsumu no lo sé...