El Chico de la Venda en los ojos I & II (Satoru Gojo x OC)

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—𝔸𝕟𝕕𝕣𝕠𝕤𝕤𝕚 𝔸𝕘ü𝕖𝕣𝕠—

No sé porque llamé a Satoru anoche, simplemente lo hice usando de excusa mi brazalete.

En verdad lo necesito de vuelta, pero... ¿Esa fue la única razón ?.

Él es un chamán, no debí llamarlo.
He intentado alejarme de ellos y vivir una vida normal, pero... Satoru tiene algo que no sé qué: no se si es su sonrisa, su actitud juguetona o sus ojos cielo.
Pero el chico de la venda tiene algo especial...

—Buenos días, Andro — Samu me saludo al verme entrar al salón de clases.

—Buenos días, Samu — me senté a su lado, éramos compañeros de mesa los jueves.

No pude evitar mirarlo fijamente por unos segundos.

Sé que Samu no es Tsumu, pero su rostro es idéntico, pues...
¿Cómo no, si son gemelos?
¿Por qué tengo pensamientos tan tontos?
¿Por qué sigo pensando en Tsumu luego de lo que me hizo?.
Soy definitivamente una pendeja.
Bien... — me pegué en la cara con ambas manos — tengo que dejar de pensar en el idiota.

—¿Todo bien? — Samu me miró con una ceja alzada por mi acto repentino, asentí.

Aunque no quisiera volver a ver el rostro de Tsumu, no puedo hacerlo pues Samu es mi mejor amigo de la infancia, comparten rostro y no me alejaré de él por su estúpido hermano.

—¿Y bien...? — me miró acusatorio.

—¿Y bien qué?

—¿Ese chico, el de la venda? ¿Quién es y cuándo pensabas decirme que tienes novio nuevo?

Los hombres, son más cotilla que las mujeres.

—No es mi novio — solté una risita tonta — solo fingió serlo, porque Tsumu estaba molestando y bueno... pero no le digas a Tsumu, anoche no me tiró llamada.

Tsumu estaba muy insistente con sus llamadas últimamente. Cada vez era más difícil no contestarle.

—Así que fue eso ¿eh? —sabía que venía después de ese tono de poco convencido —¿Y te gusta?

—Nouuu... — casi lo silbe.

No me gusta.

—¿Por qué es ciego?... —su comentario me hizo reír un poco.

—Nooo, Satoru no es ciego, no sé porque la venda, pero y si lo fuera no sería impedimento.

—¿Entonces te gusta? —casi canto de alegría.

Samu y Hak estaban obsesionados por conseguirme pareja, incluso más que las chicas, y que por fin me olvidara de Tsumu, pero no era tan fácil.

—No, no he dicho eso, Samu...— empecé a hablar con dificultad y ponerme nerviosa sin razón — solo dije que ser ciego no es impedimento para querer a alguien.

Samu parecía decir algo más, pero fue interrumpido por la mismísima Rectora de la universidad trayendo a rastras a nuestro profesor de japonesa que más bien era nuestro profesor de internacional y el de internacional, Ishikki-sensei era el de japonesa.

—¡Buenos días, chicos! — traía al profe de la oreja y este se quejaba intentando zafarse.

Intentamos ocultar las risas, pero era imposible.

—¡Buenos días Nakiri-sensei! — dijimos todos a la vez.

—Aquí les traigo al vago de su profesor, los abandona por una semana para irse a África y llegando quería irse a India.