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✭ [A]☆

¡Ains! ¿Por qué sus ojos se veían así?

Tan tristes...

Las nubes blancas en sus preciosos ojos se tornaron grises cuando le dije que me gustaba Tetsurō, pero es la verdad. Tetsurō ha sabido ganarme y sumándole a que ya yo era su fan desde niña, aunque Satoru me atraiga y pensara que teníamos algo, no se comparaba. Mucho menos después de todo lo que ha pasado, ha sido muy atento y lindo el último mes, pero sabía sobre sus andanzas y no estoy para eso. Igual, si es cierto que Satoru me quiere, no me gustaría ilusionarlo, aun cuando él lo hizo conmigo. Por eso se lo dije, pero...

Tampoco me gusta que ponga esos ojos así...

¿Por qué me siento tan mal por él?

Soy una tonta.

—Drossi sensei, el salmón — me dijo Yuji para indicarme que ya estaba para voltearse. Él me estaba ayudando a cocinar, mientras Tōge y Panda nos veían.

—Ah sí — tomé el pincho para voltearlo y poco a poco tirarle el aceite con la cuchara para que el otro extremo también quedase crujiente — ¿Cuántas veces tengo que decirte que solo Drossi, Yuji? — le sonreí.

—Eh, etoo — junto sus dedos nervioso — es que se siente muy...

—Drossi, Yuji... solo Drossi.

—Está bien, Drossi sss... Drossi. — me sonrió tierno pero algo inquieto.

Estos japoneses y sus costumbres....

—Panda, Tōge ...— llamé a ambos mientras Yuji y yo poníamos la mesa.

—¿Shake?

—¿Podrían ir a buscar a Nobara, Maki y a Satoru, plis?

Ambos asintieron y desaparecieron en por el pasillo, para regresar unos minutos después con el resto. Satoru venía tras las chicas, cargaba lentes en lugar de vendas y se había cambiado sus ropas de jujutsu a un buzo y un sweater negro. Nos sentamos a la mesa y Satoru para mi sorpresa se sentó a mi lado. Él es tan grande que no sé cómo sus piernas caben bajo la mesa.

¿Eh?

Me percate a través de la varilla de los lentes que sus ojos estaban algo rojos y vidriosos.

¿Estuvo llorando?

¿él llora?

—Ten — dije pasándole una caja de mochis que pensé darle al grupo, pero Yuji y yo hicimos un bizcocho — quédatelos todos.

—Gracias — murmuro— por cierto, Androssi...

—¿Hum? — pronuncié con la boca algo llena de arroz y salmón.

—Los viejos, quieren vernos...

—¿Ahora? — fruncí un poco el ceño. Él asintió — Son más de las 10 de las noche ¿Qué quieren a esta hora? ¿No deberían estar durmiendo los viejitos?

Satoru sonrió un poco y luego inclinó sus hombros en señal de que no sabía. Estaba demasiado callado, para ser él.

¡DEMASIADO!

Porque él, habla hasta por los codos.

۝

Después de la cena, Satoru y yo caminamos por las calles de ese antiguo pueblo japones que visité una que otra vez de niña. Seguía igual de hermoso inclusive de noche, aquí siempre es primavera y los árboles de Sakura adornaban el camino.

El Chico de la Venda en los ojos I & II (Satoru Gojo x OC)Where stories live. Discover now