𝘋𝘦𝘢𝘳 𝘗𝘢𝘵𝘪𝘦𝘯𝘤𝘦 // 𝘕𝘪𝘢𝘭𝘭 𝘏𝘰𝘳𝘢𝘯

𝘚𝘦𝘴𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘥𝘰𝘴 / 𝘈𝘤𝘵𝘶𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥

Actualidad

Los minutos pasan, oigo como el reloj que tengo en la sala va marcando las horas y haciendo ese sonido que cada vez se vuelve más molesto con el silencio que se ha formado en la estancia.

Observo como Ada se remueve en sofá intentando no ponerse nerviosa, aunque se perfectamente que está perdiendo la batalla cuando sus piernas se mueven ligeramente.

- ¿No vas a decir nada? -Pregunta al final sin poder mantener su lengua más tiempo quieta. Una de las cosas que más me gustaba de Ada es que siempre decía todo lo que pensaba, no tenía freno y a veces no media las palabras, pero era tan clara que nunca te podía mentir.

-Bueno. -Murmuro hablando por primera vez desde que estamos en la casa. -Lo último que me esperaba era que me dijeras esto. -Digo llevando una de mis manos hacía mi pelo y lo revuelvo. - ¿Por qué? - Pregunto con algo de miedo.

No estaba seguro de querer saber la respuesta a esa preguntaba que acaba de hacer, mentiría si dijera que me daba miedo. No quería que su vida se estuviera desmoronando otra vez por culpa mía, quería que fuera feliz, aunque no fuera conmigo, pero al menos que tuviera algo que no pudiera arrebatarla.

-Tras la conversación del otro día me di cuenta que no es lo que quiero. -Dice despacio suspirando.

Niego con la cabeza varias veces, quería pensar que lo habían dejado porque la relación no funcionaba o es que el amor se había acabado, no porque yo estuviera en medio de todo esto, otra vez.

Me sienta un cabron por volver a entrar en su vida una vez más, estaba destruyendo todo lo que bueno que tenía, solo por mi capricho de encontrarla. Había sido tan egoísta en quererla tener de vuelta, sin pensar en las consecuencias. Siempre había pensado que ella nunca volvería por mucho que yo lo quisiera, pero estaba tan equivocado.

-Oh vamos. -Bufo. - Él te quiere, es bueno contigo y ha estado en los momentos más duros para ti. ¿Qué más quieres? -Exclamo, mientras agito mis manos en el aire.

-No es lo que él quiera. -Dice ella de mala manera. -No es lo que yo quiero, por muchas cosas que me dé no estoy enamorada, no puedo vivir en una mentira, Niall. -Murmura clavando su dura mirada en mí.

Me levanto del sofá y empiezo a moverme de un lado a otro intentando calmar mis nervios, me froto la barbilla suspirando. -Pero es lo que necesitas Ada, alguien que te cuide, que te quiera. -Clavo de nuevo mi mirada en ella.

- ¿No lo entiendes? -Se levanta también del salón y corta la distancia entre nosotros dos, agarra mis manos y las retira de mi cara para verme. -Quiero que seas tú quien me de eso. -Sonríe con tristeza. -Ni Simon ni ningún otro hombre podrá dármelo, porque llevo enamorada de ti muchos años y aunque busque otra gente para sanar las heridas el corazón recuerda. -Me asegura suspirando.

Me quedo en silencio perdiéndome unos minutos en sus ojos, había tanto que escondía, pero aquí estaba de nuevo, abriendo su corazón hacía mí y una vez más yo estaba asustado y queriendo poner punto y final a todo esto.

He luchado tanto por tenerla aquí, por volver abrazarla, tocarla y decirla todas las cosas que oculte durante años, pero me sentía abrumado y no estaba seguro de ser tan valiente como para abrirle mi corazón de nuevo y amarla como se merece.

Cuando por fin estoy encontrando mi camino y dejando a un lado mis inseguridades ella vuelve como un golpe de brisa, quiero darla todo lo que me pide y creo que soy capaz de ello, pero no quiero romperla en el proceso y volver a romperme yo.

- ¿Qué te hace pensar que puedo darte lo que pides? -Pregunto separándome de ella despacio, necesito espacio para pensar con claridad. -Ni lo hice una vez, ¿cómo estas tan segura de que no vuelva hacerlo? -Doy un paso hacia atrás alejándome por completo.