𝘊𝘪𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘵𝘳𝘦𝘴 / 𝘗𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰

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Agosto paso con demasiada rapidez para mi gusto, el verano se estaba escapando dejando paso al pequeño otoño que se empezaba a formar en la Capital de Inglaterra. Las noches empezaban a refrescar demasiado para mi gusto, había sacado los pantalones largos y sudaderas gordas, las cuales eran mis favoritas cuando empezaba hacer frio.

Septiembre amenazaba con ser el peor mes con diferencia y no me refería a que fuera por el tiempo, sino porque desde que habíamos vuelto a la capital Maddie y yo había sido todo un completo caos.

Intentaba mirar el lado bueno, pero cada día que iba pasando era mucho más complicado, días después de firmar los papeles para los acuerdos que teníamos que tener Niall y yo empezó todo a tambalear, tanto nuestra relación como la gente que nos rodeaba.

Los periódicos se llenaron de fotos nuestras, en la televisión salía mi cara cada vez que podían y si tenían que decir algo de Niall conseguían vincularme, aunque no tuviera nada que ver en el proceso, mi intimidad empezó a peligrar demasiado, ya que desde que Maddie y yo pusimos un pie en el aeropuerto de Londres nos bombardearon con paparazi incluso a mi pobre hermana consiguió darla un ataque de ansiedad cuando subimos al coche que nos estaba esperando.

Todo el mundo ya sabía de nuestra existencia y aunque Maddie se encontraba un poco más apartada, ya que no pasaba tanto tiempo con Liam, se iban comentando cosas, las fans en las redes sociales explotaron, no tengo ni idea de cómo consiguieron mis cuentas, pero allí estaban, comentando cosas, tanto buenas como malas.

Niall llamaba para saber cómo estaba y finalmente acabábamos discutiendo porque no sabía cómo procesar todo esto y el tampoco ayudaba hacerme sentir cómoda con ello. Odiaba discutir por teléfono, pero él estaba todavía con su gira y tampoco quería que por mi culpa le llamaran la atención, por lo que al final terminabamos arreglando las cosas al momento.

Sentía que todo mi mundo se estaba destruyendo y no me sentía protegida ni tampoco arropada por nadie, parecía que tenía que luchar yo contra está marea que no había pedido. Pero nadie tenía la culpa, Niall me aviso y aunque intentaba pasar desapercibida me costaba un poco hacerle frente a todo.

Un golpe me saco de todos los pensamientos que estaban volando por mi mente, gire la cabeza para encontrarme a mi hermana apoyada en la isla de la cocina, acababa de dejar la taza de café sobre ella y me estaba mirando detenidamente.

-Llevo cinco minutos aquí, no te has dado ni cuenta. -Me sonríe levemente mientras se acerca a mí, besa mi mejilla para después agarrar su taza de café. - ¿En qué pensabas? -Pregunta elevando una ceja.

Era consciente que nadie me conocía mejor que mi propia hermana, pero no quería preocuparla, sabía que ella tenía otras cosas en la cabeza y no quiera aburrirla con mis temas, los cuales eran siempre los mismos.

-El tiempo. -Sonrío levemente llevando la taza hacía mi boca. -No me he dado cuenta de que otoño se acerca. -Lamo mi labio inferior recogiendo varias gotas de cabeza. - ¿Has pensado ya donde quieres estudiar? -Pregunto retirando mi mirada de la ventana de la cocina.

Maddie estaba mirando las miles de opciones que tenía para entrar en la universidad, sus notas habían sido excelentes, pero estaba algo perdida por lo que hacer y mis padres no es que la ayudaran demasiado.

-Me he pasado gran parte de la noche discutiendo conmigo misma sobre qué hacer. -Comenta con gracia, da un pequeño salto y se sube sobre la isla de la cocina. –Pero la moda me apasiona, así que me estoy decantando más por eso. -Explica moviendo sus piernas de adelante hacía atrás.

Doy un sorbo a mi café sin dejar de mirarla. -Creo que es una buena idea, tienes que hacer lo que te guste. -La aseguro retirando la mirada de encima suyo para volver a clavarla en la ventana de la cocina.

𝘋𝘦𝘢𝘳 𝘗𝘢𝘵𝘪𝘦𝘯𝘤𝘦 // 𝘕𝘪𝘢𝘭𝘭 𝘏𝘰𝘳𝘢𝘯Where stories live. Discover now