𝘊𝘶𝘢𝘳𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘦 / 𝘗𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰

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Contenido no apto para menores.

Agosto 2014

Estaría mintiendo si dijera que no estaba echando de menos a Niall estos días, la habitación era tan grande que me sentía abrumada por el espacio y la soledad que me rodeaba cada vez que él se iba.

Era totalmente consciente de que no podía exigirle absolutamente nada porque el tenía trabajo que hacer, se pasaba demasiadas horas en el estudio que habían preparado en una de las habitaciones del hotel, luego se iba al estadio para ensayar las canciones para el concierto y cuando podía verle dos minutos había gente por el medio para vestirle, peinarle y maquillarle.

Estaba siendo una completa locura, había fans por todos lados gritando sus nombres cada vez que una cortina se movía, incluso habíamos tenido un pequeño susto cuando dos fans se colaron en el hotel.

Por desgracia para mí todo el mundo ya sabía que estaba en el hotel, cuando las fans se colaron las vi y ellas me vieron, las redes ardieron de tal manera que Maddie tuvo que salirse de la red social antes de empezar a decir cosas de las cuales se iban arrepentir.

Estaba tan segura de que mi cara saldría en los periódicos, en las televisiones de medio mundo, en internet y posiblemente mi nombre se escuchara en la radio, estaba bastante avergonzada por ello y no dejaba de pensar en mis pobres padres.

Solo rezaba para que el pueblo no estuviera lleno de paparazzi carroñeros que acosaban a todo el mundo con tal de tener algo de información jugosa o una foto que me dejara a mi o mi familia en evidencia, con tal de ser los primeros en tener la maldita exclusiva. Aunque era bastante que mi teléfono no hubiera sonado durante estos días con miles de llamadas de mis padres pidiendo alguna explicación.

El tour estaba siendo una completa locura, habíamos viajado desde Toronto hasta Pensilvania en estados unidos, casi no teníamos descansos para poder hacer algo de turismo, ni los chicos tenían un momento para respirar o poder relajarse, porque en cuanto se bajaban del escenario iban corriendo al autobús para viajar.

Sentía la presión de Niall, la angustia que llevaba encima, el cansancio y el malestar que se estaba generando cada vez que los chicos abrían la boca, algunas veces discutían entre ellos con la finalidad de que alguno de ellos salía dando un portazo y dejando la sala en un completo silencio, otras veces era el manager de ellos quien les gritaba por bulos, rumores o fotos que iban saliendo a medida que los días pasaban.

-Estas muy callada. -La voz de Niall retumba por toda la estancia provocando que salga de mis pensamientos, giro la cabeza para ver cómo se apoyaba sobre la pared del ascensor guardado el teléfono en los pantalones ajustados que llevaba.

-Simplemente estaba pensando. -Murmuro elevando los hombros, observo como sus ojos me estudian por unos segundos y espera que diga algo más. -Es la primera vez en todo el mes que tienes algo de descanso. -Admito retirando mi mirada de sus ojos.

-Sé que he estado ocupado y no te he prestado suficiente atención. -Suspira mi chico mientras se acerca a mí y cierra la distancia que había puesto al entrar en el ascensor.

-No te estoy culpando Niall, simplemente digo eso. -Muerdo mi labio inferior cuando su perfume me envuelve de esa manera provocando que mis piernas tiemblen. -Estoy preocupada por ti, no duermes lo suficiente. -Acaricio su mejilla lentamente.

¿Preocupada? Estaba enfadada, demasiado pero no quería discutir con el después de verle solo unos minutos en estas tres semanas. Estaba enfadada porque, aunque me lo quisiera ocultar cada maldita noche llegaba oliendo a alcohol, se chocaba con las cosas y al día siguiente hacía como que no pasaba nada, por no hablar de las cosas que hacían cuando estaban los cinco solos.

𝘋𝘦𝘢𝘳 𝘗𝘢𝘵𝘪𝘦𝘯𝘤𝘦 // 𝘕𝘪𝘢𝘭𝘭 𝘏𝘰𝘳𝘢𝘯Where stories live. Discover now