Después de terminar su desayuno Reís se levantó de la mesa y antes de irse le preguntó a su padre.
_ Papá qué piensas decirle a Arun.
_ No te preocupes por eso cariño solo tendremos una pequeña charla nada más.
_ No irás lo irás amenazar, ¿ verdad?
_ Claro que no cariño solo quiero saber cuáles son sus intenciones contigo y hacerle saber que tu no estas sola.
_ ¿Estás seguro que es sólo eso?
_ Por supuesto que sí, así que no te preocupes.
_ Está bien confiaré en ti.
Reís dejó a su padre solo en el comedor y se fue a buscar a Félix, cuando estuvo frente a la habitación de él, ella tocó la puerta con los nudillos.
Félix pensando que era una de las sirvientas que iba a recoger la bandeja del desayuno le dijo.
_ Pasa.
Félix estaba en el balcón con los hombros apoyados en la barandilla cuando Reís entró y le dijo.
_ Buenos días Félix.
Él al escuchar la voz de Reís se giró para verla y le dijo.
_ Reís, ¿Qué haces aquí?
_ Podemos hablar un momento.
_ Claro.
Reís salió al balcón y se puso al lado de Félix y mientras veía el jardín le dijo.
_ Lo siento.
_ Te estás disculpando por no haberme elegido.
_ Yo...
Félix no la dejó que hablara y continuó diciendo.
_ En el fondo yo ya sabía que no ibas a elegirme, pero aún así quise pensar que quizá tenía alguna oportunidad contigo.
_ Me odias por eso.
_ Claro que no, jamás te odiaría por eso.
_ Me alegro escuchar que no me odias.
_ Jamás podría odiarte, eres mi mejor y más preciada amiga.
_ Tu también eres mi mejor amigo.
_ Bueno, por lo menos tengo un espacio importante en tu corazón.
Reís le sonrió y le dijo.
_ Claro que sí, tú siempre serás mi mejor amigo.
Félix le revolvió el cabello y le contestó.
_ Espero que no te arrepientas de haber escogido a ese idiota presumido y arrogante, pero si lo haces y aún estoy soltero puedes venir a mis brazos.
Reís le pegó en el brazo y le dijo.
_ No seas tonto, estoy segura que pronto encontraras a una hermosa joven de la cuál enamorarte y casarte.
_ Si en eso tienes razón, soy un buen partido, seguro que me caso primero que tú.
Mientras Reís y Félix hablaban vieron el carruaje de Arun que se acercaba y Félix dijo.
_ Parece que tú novio ha venido a verte.
_ No ha venido a verme a mí, en realidad ha venido a ver a mi padre, ayer le dijo que quería hablar con él.
_ De que quiere hablar tu padre con él.
_ Ni idea quizá molestarlo un poco.
_ No te molesta que haga eso.
_ No, si se va por lo que mi padre le diga significa que no me quiere de verdad.
_ Ese tipo es muy molestó, no creó que se rinda tan fácil.
_ Hum... Ya lo veremos.
_ ¿De verdad le quieres?
_ Eso creó.
_ No pareces muy segura de quererle.
_ Es qué no es fácil, cuando le veo mi corazón se vuelve loco y mis sentidos se nublan creó que eso significa que me gusta, lo siento no debería de estar hablando de esto contigo.
_ No te preocupes por eso, aún que me has rechazado aún seguimos siendo amigos, ¿No?
_ Claro que sí, pero no quiero herirte.
_ Reís una de las cosas que más me gusta de ti es tu sinceridad, se que aunque ese tipo no hubiera estado entre nosotros de igual forma me habrías rechazado, yo ya lo sabía pero aún así quise hacer mi lucha, así que mi corazón en cierta forma ya estaba preparado para esto, no te compliques si quieres hablar te escucharé.
Reís abrazó a Félix y le dijo.
_ Gracias, eres un sol.
***
Cuando Arun se bajó del carruaje miró miró a Reís que estaba abrazando a Félix en el balcón, él se puso furioso y quiso ir hasta donde ellos estaban y romperle la cara a Félix, pero en ese momento salió el mayordomo y dijo.
_ Buenos días joven Arun, el barón Bowden le está esperando en su despacho.
Arun se distrajo un momento cuando el mayordomo le habló y cuando volvió a ver al balcón dónde Reís y Félix estaban ya no había nadie.
Cómo el no se movía el mayordomo le preguntó.
_ ¿Pasa algo joven Arun?
_ No, no pasa nada.
_ Entonces sígame por favor.
Arun siguió al mayordomo de mala gana ya que lo único que quería hacer era ir a buscar a Reís y que le aclara porque se estaba abrazando con Félix, pero como no quería hacer esperar al barón Bowden se aguantó las ganas de ir a buscarla y solo deseó que su charla con el barón Bowden terminara rápido.