la hija del Duque

64. Plática entre amigas.

Amber había invitado a todas sus amigas para entregarles las invitaciones de su fiesta de mayoría de edad. Ellas estaban tomando tomando limonada, y comiendo tarta de frutas en el jardín; debajo de un gran árbol.

_ Chicas muchas gracias por venir.

_ Somos nosotras las que deberíamos de agradecerte.

Dijo Lissaya.

Amber repartió las invitaciones a todas menos a Reís, ya que Arun se la había entregado a ella personalmente.

_ Reís, ¿Tu no asistirás al baile?, preguntó Hilia.

_ Si.

_ Es que no he visto que Amber te diera una invitación.

_ A Reís se la dimos antes, contestó Amber.

_ Por cierto Reís, ¿Cómo va tu compromiso?, ¿Tu padre ya ha buscado a alguien?

_ Lo de mi compromiso está aplazado por el momento, contestó Reís. 

_ ¿Por qué ha pasado algo? Preguntó Marriott.

_ Porqué tengo novio

Cuando Reís dijo que tenía novio, todas excepto Amber se le quedaron viendo con la boca abierta sin poder creer lo que escuchaban y le preguntaron todas al mismo tiempo.

_ ¿Quién es?

Reís dio un sorbo de limonada y contestó.

_ ¿Es el mellizo de Amber, Arun?

Las chicas se quedaron atónitas ante la noticia que Reís les había dado y Amber dijo.

_ Ya que estamos en confesiones y también tengo novio.

_ Esperen, dijo Hilia, hace unos días las dos estaban solteras y ahora tenéis novio, vaya si que vais rápido, esto me lo esperaba de Amber pero de Reís no me lo esperaba.

_ ¿Con quién es tu novio? le preguntó Marriott a Amber.

_ Con Cailed.

_ ¡¿Con el príncipe Cailed?!
Preguntó Lissaya muy sorprendida.

_ Si, el mismo.

_ Creí que habías dicho que no loca te comprometerías con él ni loca.

_ Y no estamos comprometidos, solo somos novios, mis padres aún no asimilan la noticia.

_ Eres una mentirosa dijiste que no sentías nada por él.

_ Digamos que todo fue un malentendido ahora ya estamos bien.

_ Te lo habíamos dicho se notaba a leguas que el príncipe estaba loquito por ti, solo era cuestión de tiempo para que ambos estuvieran juntos.

_ Es increíble, dijo Marriott ahora todas tenemos pareja.

_ Sí aunque a algunas no nos haga mucha gracia nuestra pareja, dijo Hilia.

_ ¿Ha pasado algo?

_ Lo de siempre Samael coqueteando con mujeres, pero bueno ya estoy acostumbrada.

_ Si quieres puedo darle una paliza por ti ,le dijo Amber.

_ Gracias, pero no creó que sea necesario.

_ Sabes que cuentas con nosotras si necesitas algo no dudes en decírnoslo.

_ Si, dijeron todas.

_ Gracias, me alegra tener tan buenas amigas.

Arun y Leonard estaban en el despacho, Arun veía a Reís desde la distancia y él le dijo.

_ Si ya es tu novia porque sigues babeando por ella desde la distancia.

_ Ella aún no me acepta por completo.

_ ¿Por qué?

_ Dice que no está segura si es buena idea el estar conmigo.

_ Hum... Es entendible, las mujeres siempre tienen miedo de abrir por completo su corazón, debes darle tiempo.

_ Es fácil para ti decir eso cuando tú lo tuviste tan fácil.

_ ¿De verdad te parece que tuve fácil las  cosas con tu madre?

Arun se puso a pensar por un momento en cómo era su madre y le dijo.

_ Supongo que no.

_ Así es, no es fácil abrir tu corazón a otro.

Arun se quedó mirando a Reís por la ventana, ella leía un libro mientras sus amigas hablaban y él quiso que esa reunión terminará rápido para poder estar un rato con ella.

_ Papá, preguntó sin apartar su mirada de Reís, los abuelos vendrán a la fiesta de mayoría de edad.

_ Sí, vendrán la próxima semana.

_ Ya se lo has dicho a mamá.

_ Sí, ¿Por qué lo preguntas?

_ Por nada.

Cuando la reunión terminó y las amigas de Amber empezaron a despedirse, Arun se apresuró a donde ellas estaban para pedirle a Reís que no se fuera todavía.

Cuando las amigas de Amber vieron a Arun acercándose, ellas le dijeron algo a Reís y se rieron, cuando él llegó hasta donde estaban dijeron.

_ Nosotras ya nos íbamos que tengan una feliz tarde.

_ Las acompaño a la salida, dijo Amber.

Arun y Reís quedaron solos y él le preguntó.

_ De qué se reían.

Reís se encogió de hombros y dijo.

_ Hum.. De ti supongo.

Él tomó su mano y le preguntó.

_ Te quieres quedar a cenar.

_ No puedo, mi madre se pondrá como una fiera si llegó tarde.

_ Pero puedes quedarte un poco más.

_ Claro, no creo que haya problema si me quedo un rato más.