la hija del Duque

19.Sentimientos Mutuos

_ Me gustas.

Le dijo Cailed en apenas un susurro.

Amber no pudo escuchar lo que él había dicho así que le preguntó. 

_ No te he escuchado ¿Que has dicho? 

_ Que me gustas, le gritó  Cailed, siempre has gustado, es mas te amo estoy enamorado de ti. 

Amber dejó caer la taza de té que tenía en las manos y el té le cayó en las piernas, y su cara se puso roja como un tomate, ya que ella no esperaba esa respuesta. 

Cailed sacó su pañuelo y comenzó a secarle las piernas a Amber ya que el té estaba caliente. 

_ ¿ Amber te encuentras bien, te has quemado mando a llamar al médico real? 

Amber  cubrió su cara con ambas manos y dijo. 

_ Estoy bien. 

Cailed levantó su rostro para verla y vio que ella había cubierto su rostro con sus manos y tenía las orejas rojas, él le separó las manos aun avergonzado por haberse confesado y al verla siendo tímida le dijo. 

_ Te ves realmente linda cuando estás así. 

Amber sentía que su corazón se saldría de su pecho y no podía ver a Cailed a la cara ella se dio la vuelta y le dijo. 

_ ¡ No me mires! 

Cailed seguía insistiendo en querer verla y comenzó a decir.

_ Jamás te había visto siendo tan tímida como ahora, te ves realmente adorable. 

_ ¡He dicho basta! 

_  Voy a parar solo si me miras. 

Amber le miró muerta de vergüenza y le dijo.

 _ Eres un idiota. 

Cailed no pudo evitar besarla y al sentir sus labios sobre los de ella no necesitó nada más para darse cuenta que se pertenecían el uno al otro, ya que ella también respondió a su beso confesándole  dulcemente que también le amaba. 

Al separar su labios Cailed le dijo. 

_ Supongo que esto significa que tu también sientes lo mismo por mi. 

Amber se sintió tan avergonzada que por impulso le dio un puñetazo a Cailed en las costillas con todas sus fuerzas haciendo que él cayera al suelo. 

_ ¿ O quizás no? Dijo Cailed. 

_ Yo no... Yo creí que me odiabas. 

_ Nunca te he odiado. 

_ Tu siempre  te comportas como un idiota conmigo. 

_ Eso es porque me moría de celos cada vez que tu decías que te gustaba otro hombre. 

_ ¿Que yo nunca he hecho eso? 

_ Claro que si, cada vez que tu miras a un hombre atractivo no apartas tu mirada de él y  eso hace que me ponga furioso por eso me comportaba de esa manera. 

_ Serás imbécil si te gustaba porqué no me lo dijiste antes. 

_ Por que tu me tratabas con despreció y siempre que mi padre hablaba de comprometernos te negabas rotundamente.

_ Eso es porque te la pasas tonteando con mujeres, y yo no quiero ser una más de tus conquistas. 

_ A ti es a la primera mujer que he besado y la única para mi. 

_ No te creo. 

_ Te juro que no miento. 

Amber se acercó a Cailed y él temió que fuera a golpearlo de nuevo, cerró sus ojos esperando el golpe pero para su sorpresa Amber no le pegó si no que le beso. 

El la rodeó con sus brazos abrazándola y le dijo entre besos. 

_ Te amo.

_ Yo también te amo idiota. 

Amber ayudó a Cailed a ponerse de pie, él se quejó del dolor ya que al parecer Amber le había roto alguna costilla, los guardias al escuchar al príncipe quejarse de dolor hicieron lo que les habían ordenado y entraron al despacho de golpe para ver qué estaba pasando. 

Amber al escuchar la puerta abrirse se alejó de Cailed y este se tambalea un poco y se agarró dónde Amber le había golpeado ya que le dolía. 

Los guardias al ver al príncipe como si hubiera sido golpeado se pusieron en medio de él y de Amber y le dijeron. 

_ Su majestad se encuentra bien. 

_ Si estoy bien solo me caí. 

_ Está seguro, no quiere que mandemos a llamar al médico. 

_ No, estoy bien déjenos solos. 

Los guardias dudaron por un momento si irse o no ya que Cailed tenía mala cara pero él volvió a decir. 

_ He dicho que nos dejen solos. 

Los guardias salieron ya que el príncipe se los había ordenado dos veces, Cailed se sentó en el sofá y Amber se sentó a su lado y le dijo. 

_ Estás seguro que estás bien. 

Como Cailed no quería que Amber se sintiera culpable  le mintió aun cuando el dolor se estaba volviendo cada vez más fuerte.

 _ Si tu no pegas tan fuerte. 

Cailed le tomó la mano y le dijo. 

_ Ya que ambos nos gustamos eso significa que estamos en una relación. 

_ Supongo que tendré que soportarte, aunque te advierto que si te veo otra vez con Loretta te daré una paliza que hará que te acuerdes de mi toda tu vida. 

Cailed la beso y le dijo. 

_ Entonces me aseguraré de mantenerme alejado de ella.