65. Siete días.

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Mientras Amber despedía a sus amigas un carruaje de palacio llegó, sus amigas muy emocionadas le dijeron.

_ Mira quién ha venido a visitarte.

Cailed se bajó del carruaje.

_ Buenas tardes señoritas.

Todas hicieron una reverencia excepto Amber que le preguntó.

_ ¿Qué haces aquí?

_ Quería verte, ¿He hecho mal?

_ No, solo que no te esperaba.

_ Nosotras ya nos íbamos, dijo Hila, adiós.

Cuando las amigas de Amber se fueron, Cailed le dijo.

_ ¿He interrumpido algo?

_ No, cuando has llegado me estaba despidiendo de ellas, entra.

Cailed siguió a Amber y le preguntó.

_ Tu padre está en casa.

_ Si está en su despacho, ¿Quieres hablar con él?

_ ¡No!, Sólo preguntaba por curiosidad.

_ Espera un momento, pediré que nos sirvan algo fresco, está haciendo mucha calor.

_ Claro.

Amber se marchó un momento y dejó a Cailed en el recibidor, le pidió a una de las sirvientas que llevará limonada a la terraza y regresó con Cailed, lo tomó de la mano y lo guío.

Cuando llegaron a la terraza Cailed él dijo.

_ Aquí empezó todo.

Amber se asomó a la barandilla y dijo.

_ Si, aquí me metiste mano por primera vez.

_ No lo digas así.

_ Pero si es la verdad, deslizaste tu mano por debajo de mi falda y me robaste mi primer besó.

_ En mi defensa puedo decir que estaba cegado por los celos.

Cailed se acercó a Amber por detrás, rodeó su cintura, respirando el dulce aroma de sus cabellos, olían a lavanda y a cítricos, el fascinado con su aroma beso su cuello, su beso fue apenas un roce en su piel.

Amber sintió cosquillas y le dijo.

_ Aún sigo sin perdonarte .

Cailed alzó su cabeza.

_ ¿En serio?

_ Si, tendrás que hacer algo para hacer que me olvidé de lo que hiciste ese día.

_ ¿Y qué sugieres que haga?

Amber se liberó de sus brazos yo media vuelta y comenzó a caminar hacia la mesa.

_ No lo sé.

Ella apartó una silla, se sentó con las piernas cruzadas y recostó en el respaldo de la silla.

Cailed se sentó al lado de ella, pocos minutos Rose entró con una jarra de limonada y algunas galletas, sirvió un vaso para cada uno y se retiró dejando los solos.

Cailed bebió un sorbo de limonada, sintió su garganta refrescarse y le dijo.

 _ ¿Qué tienes planeado hacer dentro de siete días?

_ Supongo que estaré muy ocupada ayudando a preparar el baile, ¿por qué?

_ Me gustaría llevarte a un lugar.

_ ¿Por qué tenemos que esperar siete días?

_ Porque he preparado una sorpresa para ti tardarán siete días en terminarla.

_ ¿ Y qué es?, preguntó Amber muy curiosa.

_ Si te lo digo ya no sería sorpresa.

_ Ahora muero de ganas por saber qué es.

_ Si quieres saberlo deja libre ese día para mí y a ti podrás tener tu sorpresa.

_ Eres malvado solo has venido a picar mi curiosidad, dejar el libre ese día, aunque para poder lograrlo no tendré tiempo para nada, así que no creo que podamos vernos.

_ Supongo que no hay nada que se puede hacer.

Cailed tomó su mano y le dijo.

_ Será una tortura cada día en el que no pueda verte.

_ Yo también te extrañare.

Cailed se quedó un buen rato con Amber disfrutando del resto de la tarde, viendo la apuesta de sol y Amber le dijo.

_ Se está haciendo tardé, te quedas a cenar.

_ No crees que eso  moleste a tus padres.

_ No creó.

_ Entonces me encantaría.

Entonces vamos le diré a Alfred que ponga un puesto más en la mesa.

Después de hablar con el mayordomo Amber y Cailed se sentaron en en el recibidor a esperar la hora de la cena, Arun apareció poco después y preguntó.

_ ¿ Y Reís?

Arun se sentó en el sofá que había enfrente de ellos y dijo.

_ Se ha marchado hace un momento.

_ ¿Por qué no le has dicho que se quedé a cenar?

_ Lo hice pero me ha dicho que no, a su madre yo no le agrado, no quería problemas con ella.

_ Ahora ya sabes lo que se siente, le contestó Cailed.

Cuándo Leonard y Olivia vieron a Cailed sentado a la mesa se sorprendieron mucho, Cailed se sintió muy nervioso ya que ellos tenían puesta su mirada en él, pero ninguno dijo nada.

Al terminar la cena Amber salió  con él para despedirlo y le dijo.

_ Creó que a tus padres no les ha gustado mucho que me quedara a cenar.

_ No te preocupes por ellos, ya se acostumbrarán.

_ Hasta dentro de siete días.

Amber le besó en la mejilla y le dijo.

_ Hasta entonces, estoy ansiosa por ver mi sorpresa.

_ Estoy seguro que te encantará.

Cailed se subió al carruaje y Amber le dijo adiós con la mano y después entró a la casa.

la hija del DuqueWhere stories live. Discover now