la hija del Duque

81. Mejor no digas nada

Olivia encontró a Amber y a Cailed en el pasillo que se dirigía al salón de baile, ellos estaban con Serine y ella se preguntó dónde los habría encontrado.

Todos los invitados ya habían llegado y estaban en el salón esperando la entrada de los mellizos, Olivia les dijo que esperaran a ser anunciados para bajar las escaleras, y después se fue con Serine al salón de baile a saludar a los invitados.

Cuando Olivia llegó al salón de baile se sorprendió al ver a la reina y el rey hablando con Leonard quién parecía un poco molestó, ella se acercó a ellos y lo saludo.

_ Bienvenidos su majestades, es un honor para mí que hayan podido venir.

_ Pronto seremos familia, contestó el Rey, cómo no podríamos venir.

Leonard frunció el ceño ante las palabras del rey, y Olivia pensó, supongo que aún sigue sin hacerse a la idea de que El príncipe y Cailed sean pareja.

_ Por cierto, dijo el Rey, ya que estamos en un baile porque no seamos el compromiso de nuestros hijos.

La reina le dio un pellizco a su esposo en el costado y le dijo.

_ Cariño ya hemos hablado sobre esto, no insistas.

_ Me parece qué es algo pronto para anunciar un compromiso, le contestó Olivia.

Leonard sonrió triunfante y dijo.

_ Así es, quizá dentro de unos días Amber diga que se ha aburrido de tu hijo y se separen.

_ Dudó que lo hagan, le contestó el rey.

Siguen pareciendo niños pensaron Olivia y Leticia.

Mientras Leonard y el rey comenzaban una disputa sobre la relación de sus hijos, fue anunciada la entrada de los mellizos y de sus respectivos compañeros, el salón quedó en silencio durante un momento y un murmullo se extendió por el salón, todos admiraban las hermosas parejas que hacían los mellizos con sus acompañantes.

Ellos bajaron las escaleras y saludaron a unos cuantos invitados y se dirigieron a dónde estaban sus padres.

El rey parecía muy satisfecho al ver a Amber y a Cailed juntos y dijo.

_ Hacen una maravillosa pareja, espero que pronto tengamos boda.

Leonard le dio un golpe al rey en la cabeza.

_ Lo siento tenías un bicho en la cabeza.

_ Lo has hecho a propósito.

_ Claro que no, no me atrevo a ofender a su majestad el rey.

Olivia y Leticia ignoraron a sus esposos y dijeron.

_ El baile pronto empezará, porque no aprovechan para beber algo antes de que empiece.

Amber arrastró a Cailed por el brazo y le dijo.

_ Tengo sed, vamos a por una bebida.

Reís y Arun estaban en la mesa de los bocadillos, Arun le estaba poniendo a Reís algo de comida en el plató y le decía.

_ Prueba esto, estoy seguro que te encantará.

Todas las jóvenes nobles que estaban enamoradas de Arun sintieron celos y envidia al verlo siendo tan atento con Reís.

_ ¿Qué hacéis preguntó?, Amber.

_ Al parecer no tu hermano me quiere engordar, contestó Reís.

Amber al ver el plató llenó de comida que tenía Reís le dijo.

_ Sí, eso parece.

Arun se sonrojo y dijo.

_ No estoy intentando engordarla, solo quiero que pruebe la comida.

_ Si pero me parece que si se como todo lo que le has puesto en el plató ganara pesó.

Arun le quitó el plató de las manos a Reís y le dijo.

_ Lo siento esa no era mi intención, pero creó que gorda también te verías linda.

Reís se le quedó mirando y le dijo.

_ Prefiero quedarme como estoy, gracias.

_ Yo solo...

_ Arun, mejor no digas nada más te ves mejor cuando estás callado, le dijo Amber.

Arun miró furioso a su melliza y Cailed dijo.

_ Creó que el baile está apunto de empezar, los músicos parecen estar listos para empezar a tocar.

Amber miró hacía dónde estaban los músicos y dijo.

_ Tienes razón, es hora de ir a la pista de baile.

Amber entrelazó su brazo con el de Cailed y le dijo.

_ Vamos.

Arun le ofreció su brazo a Reís y le dijo.

_ Nosotros también debemos ir.

Reís entrelazo su brazo con el de Arun y sintió la mirada asesina de las jóvenes solteras que la veían fijamente.

Cuando ellos llegaron a la pista de baile los músicos comenzaron a tocar y ellos empezaron a bailar, Arun siempre había odiado los bailes ya que siempre era el centro de atención cuando bailaba pero ese día se sentía dichoso ya que era la primera vez que bailaba con Reís, y se alegró de que ella hubiera aceptado ser su compañera esa noche.