33. Lo volveré hacer

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Cuándo les sirvieron lo que habían pedido Félix intentó agarrar los cubiertos pero le dolía la mano debido a lo fuerte que Arun lo había sujetado y le dijo a Reís.

_ Me duele la mano me podrías dar de comer.

Antes de que Reís respondiera Arun tomó los cubiertos y le dijo. 

_ Ya que fue mi culpa que te lastimaras la mano deja que sea yo quien te ayude.

_ No hace falta que lo hagas tú. Le contestó Félix. 

_ Claro que sí, insisto.

_ No te preocupes usaré mi otra mano. 

_ Félix tu eres zurdo no tendrás ningún problema para comer. Le dijo Reís. 

_ Jajaja tienes razón, lo olvide por un momento. 

Reís iba a comerse un bocado de su tarta de queso cuando Félix tomó su mano y se lo comió él. 

_ Está muy buena, quieres probar la mía. Le dijo. 

Arun se puso rojo de la ira al ver a Félix ser tan cercano a Reís, Amber al ver a su hermano apuntó de darle un golpe a Félix ella dijo. 

_ ¿Y cuánto tiempo planea quedarse en la ciudad sir Félix? 

_ Solo llámame Félix soy un nuevo noble así que aun no me acostumbro a que me llamen así.

_ Está bien Félix ¿piensas quedarte mucho tiempo? 

_ Todavía no lo sé. 

_ ¿Y dónde se está quedando? preguntó Arun. 

_ Me estoy quedando con la familia de Reís, su padre y el mío son amigos así que me ofreció quedarme con ellos por un tiempo. 

Arun se levantó de golpe al enterarse que ellos estaban viviendo juntos y todos se quedaron muy asombrados. 

Arun se acercó a Reís con el ceño fruncido y le dijo. 

_ Puedo hablar contigo a solas por un momento. 

_ Claro, le dijo Reís mientras se levantaba. 

Arun tomó la mano de Reís y ambos salieron de la tienda y él la arrastró con él hacía un callejón y ahí la arrinconó contra la pared y le dijo. 

_ ¿Por él me rechazaste?

Reís sentía su corazón revoloteando en su pecho por tener a Arun tan cerca y le dijo. 

_ ¿Claro que no? 

_ Entonces ¿ porqué dejas que él te toque así como así? 

_ Félix siempre ha sido así desde que éramos unos niños. 

_ Pero ya no sois niños. 

_ Oye podrías apartarte un poco. 

_ Te molesta que yo me acerque pero a él no le dices nada. 

_ Eso no es verdad. 

_ Te dije que sería paciente y esperaría por tu respuesta, pero no puedo hacer eso así que quiero una respuesta ahora. 

_ Yo aún no he tenido tiempo para pensarlo. 

_ Entonces tienes un minuto para hacerlo, y que no te dejaré irte hasta que no me des una respuesta. 

Reís se sentía tan confundida que no sabía qué responder ya que ella no estaba segura si le gustaba Arun de la misma manera que él gustaba de ella. 

_ Si me presionas de esa manera la única respuesta que puedo darte es que no. 

Arun sintió como si le hubieran roto el corazón y le dijo. 

_ Estás segura que esa es tu respuesta. 

Reís volteo a ver hacía el suelo ya que no quería ver a Arun a la cara y le dijo.

_ Si. 

Arun tomó su barbilla con una mano obligándola a que lo viera y con la otra rodeo su cintura atrayéndola hacía él hasta quedar quedar a un solo rose de su labios y le dijo. 

_ Ya te lo había dicho antes no pienso aceptar un no por respuesta. 

_ Arun por favor suéltame y respeta mi decisión. 

Él apretó sus labios contra los de ella saboreando sus labios lentamente como si quisiera comérsela y le dijo. 

_ Haré que digas que me amas.

Reís lo apartó y le dio una cachetada y le dijo. 

_ No vuelvas a hacer eso.

_ Volveré hacerlo infinidad de veces más y no me importa si por ello debo recibir una cachetada. 

Reís con las mejillas teñidas de rojo le dijo. 

_ Si vuelves a hacerlo obtendrás más que solo una cachetada. 

_ Entonces esperaré ansiosos a ver qué me harás la próxima vez, le dijo Arun mientras comenzaba alejarse. 

_ ¿A dónde vas? Le preguntó Reís. 

_ Tengo algo que hacer dile a mi hermana que la veo en casa. 

Cuándo Arun se había ido Reís regresó a la tienda y como todavía tenía las mejillas rojas Félix le preguntó. 

_ ¿Te sientes bien? Tienes las mejillas rojas. 

_ Si estoy bien debe de ser por el sol. 

_ ¿Dónde está Arun? 

_ El dijo que tenía algo que hacer así que regresó primero. 

_ Ese idiota me dejó aquí tirada. 

_ Puedes regresar con nosotros si así lo deseas, le dijo Reís. 

_ Muchas gracias Reís. 

Arun fue a dónde les esperaba el carruaje y le dijo al cochero. 

_ Llévame a la mansión del barón Bowden. 

la hija del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora