98. Señor y Señora.

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Reís estaba terminando de prepararse, su madre al verla vestida de novia comenzó a llorar, ella le dio un abrazo y le dijo.

_ Te deseo toda la felicidad del mundo mi pequeña.

_ Ya no soy tu pequeña mamá.

_ No importa cuantos años tengas tú siempre serás mi pequeña.

Reís se miró en el espejo, su vestido era sencillo pero hermoso, tenía un escote corazón, en la cintura pequeños diamantes incrustados una voluminosa falda estilo princesa.

Su madre le ayudó a ponerse el velo, ella lo había hecho especialmente para ella, había bordado hermosos lirios blancos, Reís al ver el hermoso velo que su madre había bordado durante meses le dijo.

_ Muchas gracias mamá, es precioso.

_ Me alegro que te guste.

El barón Bowden tocó la puerta con los nudillos y preguntó.

_ ¿Puedo pasar?

_ Claro que sí papá.

Cuando el barón Bowden entró y vio a su hija, se le salieron las lágrimas y le dijo.

_ Mi niña, estás preciosa.

_ Gracias papá y ya dejen de llorar o me harán llorar a mi también.

Ellos se limpiaron las lágrimas y el padre de Reís dijo.

_ El carruaje ya está listo, podemos irnos cuando quieras.

_ Ya estoy lista, podemos irnos. No quiero llegar tarde.

...

Arun estaba de pie en el altar, él había llegado mucho antes de la hora ya que estaba muy ansioso, las campanas de la iglesia dieron las dos de la tarde, la hora acordada, él miraba fijamente la puerta esperando que Reís entrará.

Pasaron varios minutos, él al no verla llegar quiso ir a buscarla, Leonard estaba a su lado y lo detuvo, dijo:

_ ¿A dónde crees que vas?

_ Ella aún no viene, quizás le pasó algo, iré a buscarla.

_ Las novia siempre llega tarde, no te preocupes, ella vendrá.

_ Pero...

_ Cálmate Arun.

Arun respiró profundamente, en eso pudo ver a Reís asomarse por la puerta del brazo de su padre, Arun dejó de respirar por un momento, Reís se veía hermosa, mientras se caminaba hacía él Arun no podía apartar su mirada de ella.

_ Arun, respira, le dijo Leonard te estás poniendo morado.

Arun tomó varias bocanadas de aire, cuando ella llegó al altar junto a él, el barón Bowden le dijo.

_ Cuida a mi hija, ya sabes lo que pasará si no lo haces.

Arun asintió con la cabeza, y extendió su mano hacía Reís, todos los invitados se sentaron y la ceremonia dio inicio.

Amber se había sentado junto a Cailed, ella se recostó en su brazo y le dijo.

_ Reís se ve hermosa.

_ Tú te verás aún más hermosa el día de nuestra boda.

Amber entrelazo su mano con la de Cailed y le dijo.

_ Esperó que ese día estemos igual de feliz que mi hermano y Reís.

_ Así será.

Reís y Arun comenzaron a decir sus votos.

_ Yo Reís Bowden te tomó a ti Arun Forest como mi esposo, para amarte cada día de mi vida, hasta  mi último aliento.

Reís le puso el anillo a Arun.

_ Yo Arun Forest, te tomó a ti Reís Bowden como mi esposa, para cuidarte y amarte por el resto de nuestras vidas, serte fiel y llenar de felicidad cada día de nuestras vidas.

Arun le supuso el anillo a Reís, ellos firmaron el libro de unión y el sacerdote dijo.

_ Desde este momento y de ahora en adelante, yo los declaró marido y mujer, lo que Dios a unido que no lo separé el hombre. Podéis besaros.

Arun retiró el velo del rostro de Reís, acercó su boca a la de ella y antes de besarla le dijo.

_ Te amo. Y la besó.

Arun y Reís salieron de la iglesia tomados de las manos, ellos estaban radiantes de felicidad, se subieron al carruaje y se dirigieron a la mansión Forest dónde se realizaría un banquero y una fiesta por su boda.

Mientras iban en el carruaje Arun no paraba de besar a Reís en todo momento, ella tenía las mejillas rojas por la falta de aire y le dijo.

_ Para, por favor.

_ Estoy tan feliz que por fin seas mi esposa que solo deseo devorarte a besos.

_ Lo sé, pero debemos comportarnos.

_ Porque no nos saltamos el banquete y el baile, y nos vamos directamente a casa y nos encerramos en tu habitación hasta mañana.

_ No.

_ Está bien, como mi señora ordené.

_ No me digas señora.

_ A partir de hoy lo eres, eres mi esposa.

_ Entonces tú también eres un señor.

Arun se rió y le dijo.

_ Así es.

Cuando llegaron a la mansión Forest, fueron directamente al salón de banquetes, la comida fue maravillosa. Después fueron al salón de baile donde hicieron su primer baile de casados, mientras bailaban Arun le dijo.

_ Bendigo el día en el que te conocí, eres lo mejor que me ha pasado, te amo.

_ Gracias por haber insistido en lo nuestro, por amarme como lo haces, te amo.

Arun beso a Reís y ella le dijo.

_ Par, nos verán.

_ A partir de hoy eres oficialmente mi esposa, nadie nos puede decir nada por besarnos.

Arun la volvió a besar, Reís respondió a su beso y al separar sus bocas, ella dijo.

_ Tienes razón, ahora somos marido y mujer, nadie nos puede  juzgar por amarnos.

la hija del DuqueWhere stories live. Discover now