la hija del Duque

11.Fiebre.

Cuando Amber llegó a su habitación, Olivia le ayudó a cambiarse la ropa, le dio un camisón blanco con encajes y la obligó a meterse en la cama.

Amber estaba perfectamente bien, pero no podía decirle a su madre que su cara se había puesto roja porque Cailed había le había tocado las piernas, así que hizo caso a lo que ella le dijo.

Cuando el médico llegó, la revisó y como no encontró nada raro en Amber dijo:

 _ Ella está perfectamente bien. Quizá lo que tiene sea solo cansancio, escuché que ayer asistió al baile que se celebró en el palacio, esos bailes suelen ser ajetreados y cansados, así que con una buena noche de descanso ella estará como nueva.

_ ¿Está seguro doctor? preguntó Olivia muy preocupada.

_ Claro que sí, duquesa. Pero si aún continúa sintiéndose mal no dude en llamarme.

_ Muchas gracias por todo, doctor.

Cuando el médico se fue Olivia dijo:

 _Ya has escuchado al médico, has de descansar. Ayer te fuiste a dormir muy tarde y hoy te levantaste muy temprano, eso no es bueno para tu salud. Ahora a dormir.

_ Sí, mamá. Hasta mañana.

Olivia le dio un beso en la frente.

 _ Hasta mañana, mi niña. Qué duermas bien.

Cuando Olivia se fue, Amber intentó dormir, pero cada vez que cerraba los ojos recordaba el beso que Cailed le había dado y su corazón comenzó a latir como loco. 

_ ¡Maldito idiota! ¿por qué me beso? ¿en qué estaba pensando? ¿acaso lo hizo solo para molestarme? ¡Se supone que me odias! ¿Por qué me besas si me odias? Idiota. 

Amber siguió dando vueltas en su cama sin saber que pensar sobre Cailed y al final le terminó dando dolor de cabeza.

Ella no pudo dormir durante toda la noche y al día siguiente cuando su madre fue a ver como se encontraba, puso su mano en su frente, y al darse cuenta de que tenía fiebre mando a llamar al médico inmediatamente. 

_ ¡Oh, mi niña! Se suponía que después de descansar estarías bien, pero ahora tienes fiebre. 

_ Me duele la cabeza, mamá. 

_ Tranquila. Aguanta un poco, el médico vendrá pronto. 

Amber maldijo a Cailed, ya que al final había terminado enfermando de verdad por su culpa. Sentía que la cabeza le iba a explotar, los ojos le ardían y sentía su cuerpo incómodo por la fiebre. 

Cuando el médico llegó le dio medicina para bajar la fiebre, después de beberla Amber sintió mucho sueño y se quedó dormida, Olivia se quedó al lado de ella durante todo el día cuidándola, cuando ella se despertó su mamá estaba a su lado sujetando su mano y le dijo:

_ ¿Quieres comer algo?

_ No tengo hambre. 

_ Aun así debes comer algo. Iré a pedir algo ligero para ti, ahora vengo. 

Cuando Olivia salió Leonard entró en la habitación.

_ ¿Cómo te sientes? 

_ Un poco mejor después de beber la medicina. 

Leonard se sentó al lado de su hija, le quito un mechón de cabello que tenía en la cara.

 _ Recupérate pronto. 

_ Papá, ¿cómo te enamoraste de mamá?

_ ¿Por qué preguntas eso?

_ Solo tengo curiosidad. 

_ Me enamoré después de casarme. 

_ Creí que tú te habías casado enamorado, ya que parecen muy feliz en el retrato de su boda. 

_ Ese retrato fue de nuestra segunda ceremonia, ya que la primera no contaba. 

_ ¿Por qué?

_ Porque no me presenté a la boda, pero no se lo recuerdes a tu madre, se pone de malas cada vez que lo recuerda. 

_ Creía que se habían casado por amor. 

_ No, pero nos enamoramos a medida que nos fuimos conociendo. 

_ Espero algún día encontrar a alguien que me ame de la misma manera en que tú amas a mamá. 

_ Estoy seguro de que lo harás, ya que si alguien se atreve hacerte daño le romperé todos los huesos y se lo daré de comer a los perros. 

_ Gracias, papá. 

_ Eres mi niña, siempre cuidaré de ti, si alguien te hace algo no dudes en decírmelo. Yo me haré cargo de todo. Ahora debo de ir al palacio, te veo después. 

_ ¿Vas a reunirte con el rey?

_ Sí, tengo que darle un informe, así que seguro vendré tarde. Él siempre se desvía del tema cada vez que me reúno con él. 

_ ¿A qué te refieres?

_ Siempre insiste en que te comprometa con su hijo, pero no te preocupes no lo haré. 

Leonard se levantó de dónde estaba sentado y antes de irse Amber le dijo:

_ Qué te vaya bien papá. 

_ Descansa, Amber y recupérate pronto.