la hija del Duque

51.Cartas.

Arun acababa de terminar su entrenamiento con los soldados cuándo llegó el sirviente que se había encargado de llevarle las flores a Reís, él al verlo camino muy emocionado hasta él y le preguntó.

_ ¿Tienes algo para mí?

El sirviente sacó la carta de Reís y otra de Amber, él ignoró la de Amber y se centró en la de Reís, cuando él terminó de leerla se sintió muy feliz de que ella aún quisiera ser su pareja durante el baile.

_ ¿Y dime le gustaron las flores?, le preguntó Arun.

_ Si joven amo, la señorita Bowden parecía muy contenta con su regalo.

_ ¿De verdad?

_ Si joven amo, Bueno eso es lo que me pareció.

Arun sonrió de oreja a oreja y dijo.

_ Muchas gracias .

Cuando el sirviente se hubo marchado Arun leyó la carta de Amber, Darius que estaba entrando a la oficina en esos momentos se asustó cuando Arun se levantó de golpe dejando caer su silla y le preguntó.

_ ¿Qué te pasa?, Porque te levantas de golpe me has asustado.

_ Tengo que irme, me ha salido una emergencia.

_ ¿Pero qué ha pasado?

_ Te lo contaré después, ahora debo irme.

Cuando Arun paso al lado de Darius le dijo.

_ Deberías lavarte un poco antes de irte, estás todo sudado y apestas.

Arun se detuvo de golpe y tomó a Darius por los hombros y le preguntó.

_ ¿De verdad apesto?

_ Si, has estado todo el día bajo el sol entrenando junto a un montón de hombres sudorosos, ¿crees que hueles a rosas?

_ Dile al cochero que prepare un carruaje para mí, le dijo Arun y se metió en el cuarto de baño inmediatamente y se dio un baño rápido, después se puso colonia y un cambio de ropa limpia.

Al salir del cuarto de baño Darius le preguntó.

_ ¿Qué es lo que tienes que hacer que te has puesto hasta colonia?

_ Te lo diré cuando vuelva se me hace tarde.

Después de que Arun se marchara Darius arreglo la pila de papeles que Arun tenía sobre la mesa y vio la carta que Amber le había enviado y la leyó.

Si quieres tener una cita con Reís ven ahora mismo frente la botiga de Madame Margaret.

Postdata: si no vienes rápido Félix tomará tu lugar.

Después de leer la carta Darius entendió porque Arun había salido corriendo de esa manera y no supo si Amber le estaba ayudando con Reís o si lo estaba torturando.

***

Cailed estaba sentado en su oficina haciendo el papeleo cuándo Sam entró y le puso una carta sobre la mesa.

_ Es de parte de tu amada. Le dijo.

Cuando Cailed supo que era de parte de Amber inmediatamente abrió la carta y la leyó, la carta ponía.

Hoy tendremos una cita, te estaré esperando en frente de la botiga de madame Margaret, ven inmediatamente no llegues tarde.

Tu amada

Amber.

Postdata, ni se te ocurra dejarme plantada o te aseguro que tendrás más que una simple costilla rota.

Cailed se puso pálido y le preguntó a Sam.

_ Hace cuanto trajeron esta carta.

_ Hum... Me parece que hace un rato, cómo te veías tan ocupado no te la había podido dar antes.

Cailed salió casi corriendo de su despacho y Sam le gritó.

_ ¿A dónde va su majestad?

_ Voy a una cita, cancela todo lo que tenía para esta tarde, le dijo Cailed mientras se alejaba corriendo por el pasillo.

***

Madame Margaret mandó a sus asistentes a que llevarán hermosos vestidos para Reís, ella al verlos se sintió un poco incómoda ya que ella no solía usar aquellos vestidos tan glamurosos.

Amber al verlos quedó maravillada y comenzó a decir.

_ Son maravillosos, vamos Reís debes probártelos.

_ Me parecen hermosos pero no creo que ninguno me quedé bien.

_ Si no te los pruebas nunca lo sabrás.

Ante la insistencia de Amber ella escogió un vestido al azar y se lo midió, el vestido era de color rosa pastel, con pequeñas florecitas bordadas en la falda, el vestido era hermoso y le quedaba muy bien, pero ella se sentía incómoda.

_ Te queda genial , dijo Amber.

_ Es muy bonito, pero no es mi estilo no me sentiría cómoda usándolo.

_ A mi me parece que te queda perfecto.

Madame Margaret al ver a Reís tan incómoda le dijo.

_ Hay algún vestido que te guste.

_ La verdad es que no, le contesto Reís, prefiero vestir algo sencillo y no llamar mucho la atención.

Madame Margaret al escuchar la respuesta de Reís le dijo.

_ Hum... Supongo que entonces ninguno de los vestidos ya confeccionados te gustarán.

Reís comenzó a quitarse el vestido quedando solo en ropa interior y cuando y cuando iba a vestirse mándame Margaret le dijo.

_ No te cambies todavía, deja que pruebe algo.

_ Está bien.

Madame Margaret se fue un momento y al volver traía varios rollos de tela entré sus brazos y le preguntó.

_ Hay alguna de estas telas que te guste.

Reís miró todas las telas y señaló un rollo de tela de color durazno y otra de color blanco, sus colores favoritos y dijo.

_ Estás me gustan.

Madame Margaret le dio los demás rollos de tela a sus asistentes, quedándose solo las que Reís había elegido.

Ella comenzó a rodear la cinturas de Reís con las telas y la sujetó con alfileres creando una falda ligera y versátil, puso más tela en la parte superior de pecho, hasta crear un vestido improvisado ella agregó encajes en la parte de la espalda y le mostró el resultado final a Reís.

_ ¿Qué te parece algo así?

_ Creo que me sentiría más cómoda con algo así.

_ Entonces así lo haré, agregare un poco mas de encaje en el pecho y verás que te va a encantar.

_ Gracias.

Madame Margaret tomó las medidas de Reís y le dijo.

_ Hoy mismo comenzaré a trabajar en tu vestido, te lo enviaré una vez que esté terminado.

_ Gracias madame Margaret.

_ No tienes nada que agradecerme, para mí es un placer hacer tu vestido.

Después de que terminarán de tomar las medidas de Reís ella se vistió y ella y Amber salieron de la botiga.