la hija del Duque

79. Cásate conmigo.

Reís llegó antes de que los invitados empezarán a llegar ya que se sentía un poco incómoda con el vestido que llevaba, Arun  estaba en el balcón intentando aclarar sus ideas cuando vio llegar a Reís.

Él se quedó con la boca abierta al verla, se veía preciosa y por un momento se olvidó de respirar, Reís alzó su rostro y al ver a Arun le saludo con la mano.

Arun se sonrojo, entró a su habitación y bajó corriendo las escaleras para encontrarse con Reís, al llegar a su lado la abrazó y le dijo.

_ Te extrañe.

_ Yo también te extrañe.

Arun se separó un poco y le dijo.

_ Estás preciosa.

Reís se sonrojo.

_ Gracias.

Arun puso su frente con la de Reís y le dijo.

_ Qué suerte tengo de tener una novia tan hermosa.

Él iba a besarla cuando Cailed carraspeó su garganta interrumpiéndolos y dijo.

_ Hola.

Arun miró a Cailed un tanto molestó y no le contestó nada. Reís hizo una pequeña inclinación y dijo.

_ Hola su majestad.

_ No tienes que ser tan formal, le dijo Cailed.

_ Usted es un príncipe, no podría ser casual, sería descortés de mi parte.

Amber había escuchado que Cailed acababa de llegar y había ido a buscarlo con su regalo en mano, al ver a Reís y Arun, se detuvo en lo alto de la escalera.

Cailed al verla sonrió ampliamente, y sintió que volvía enamorarse de Amber, ella bajó con cuidado de no pisar la cola de su vestido y le dijo.

_ Te ves muy guapo.

Cailed no pudo articular palabra y Arun le dijo a Reís.

_ Será mejor dejarlos solos.

Arun llevó a Reís a la terraza, el
sol había comenzado a esconderse y todo estaba bañado de una tenue luz de color naranja.

_ Te quieres sentar,  le dijo Arun.

_ No gracias, el viaje en carruaje aquí es un poco largo, prefiero estirar las piernas un rato.

Arun no sabía qué decir, después de lo que le había dicho Amber, Reís al verlo tan callado le preguntó.

_ ¿Pasa algo?

El quiso preguntarle sobre si se iría a vivir a la ciudad, pero se tragó sus preguntas, y pensó, esperaré a que me lo quieras decir.

Arun negó con la cabeza y le dijo.

_ No pasa nada, ¿te puedo besar?

_ Claro.

Arun rodeó la cintura de Reís y la atrajo hacía él y la besó, su beso fue e
suave al principio, pero luego, como si necesitara más, se apoyó contra Reís y la besó con ansiedad. Sus labios son cálidos y suaves, su pelo le acarició la cara. Reís le  devolvió el beso con la misma ansiedad, de repente sintió que hacía demasiado calor. Tenía la cara ardiendo.  

El besó fue largo, un gemido se escapó de la garganta de Reís, Arun la apretó más contra él, introdujo su lengua y exploró su boca hambriento de más, deseo poder tocar cada parte de su cuerpo, deseo hacerla suya en ese mismo instante, pero sabía que no podía hacerlo, así que se separó ligeramente de ella y le dijo.

_ Cásate conmigo, se mi esposa.

_ Arun yo...

_ En verdad te amo Reís, si el que sea un noble es un problema renunciare a mi título y me volveré un plebeyo, si así aceptas ser mi esposa.

Reís puso sus manos sobre los labios de Arun y le dijo.

_ Por favor para, hay muchas cosas que quisiera hacer antes de casarme.

Arun retiró las manos de Reís y le dijo.

_ Te apoyaré en todo lo que hagas, te lo prometo.

Arun parecía desesperado, y Reis se sintió como una villana por hacerlo sufrir de esa manera y le dijo.

_ El compromiso lo aceptaré, pero el matrimonio aún no.

Arun se sintió feliz y levantó a Reís en el aire y le dijo.

_ Gracias.

Reís le dijo.

_ Bájame, arruinaras mi vestido.

Arun la dejó en el suelo y le dijo.

_  Lo siento, estaba muy feliz.

_ Espero que no te arrepientas.

_ Te amo, jamás me arrepentiría de que seas mi prometida, hoy podríamos anunciar nuestro compromiso...

_ Arun, para no vayas tan rápido, primero hay que decírselo a nuestros padres.

_ Pero...

_ Por favor.

Arun besó a Reís y le dijo.

_ Está bien, anunciaremos nuestro compromiso cuando tú quieras.

_ Gracias.