8.¿Que Haces Aquí?.

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Cuando Amber y Arun regresaron a la mansión vieron a Olivia, que estaba acariciando a Vándalo. Ellos se acercaron y dijeron:

_ Buenos días, madre.

_ Buenos días, chicos ¿De dónde vienen?

_ Hemos ido a dar un paseo a caballo.

_ Creí que estarían cansados y se levantarían tarde, pero veo que están rebosantes de energía.

_ En mi caso ella me obligó a levantarme, dijo Arun mientras señalaba a Amber.

Amber se puso en cuclillas y comenzó a rascar las orejas de Vándalo ignorando a Arun y dijo:

_ Vándalo, te estás volviendo viejo. Ahora solo quieres estar echado todo el día.

_ Es verdad, dijo Olivia. Cada día se vuelve más perezoso.

Amber se levantó y dijo.

_ bueno yo tengo cosas que hacer así que me voy.

_ ¿Qué tienes que hacer?

_ Se supone que tendré un invitado esta tarde así que iré a arreglarme.

_ ¿Quién viene?

_ Helio, el hijo del duque Valentine dijo Arun.

_ Ese muchacho es con quién Amber bailó ayer.

_ Sí, es ese.

_ ¿No me digas que te gusta Amber?

_ Sí, es guapo. Solo espero que no escape como los demás, así que me iré a preparar por si viene.

Cuando Amber se fue Olivia preguntó:

_ Arun, ¿y tú cómo vas con Reís?

_ Mamá, entre ella y yo no hay nada.

_ Eso ya lo sé, pero si no haces algo pronto, ella se terminará casando con otro.

_ Mamá, no quiero hablar de esto. Iré a dormir un rato, ya que Amber no me dejó dormir. Te veo después.

Cuando Amber llegó a su habitación pidió a las sirvientas que le preparan el baño, abrió su armario y sacó un hermoso vestido azul oscuro, el cual había comprado para alguna ocasión especial, pero no había podido usarlo ya que era un vestido un tanto casual así que no era apto para ir a un baile pero era perfecto para su reunión con Helio.

Cuando su baño estuvo listo se metió en la bañera y dejó que las sirvientas la mimaran un rato. Ellas lavaron su cabello masajeando suavemente y le dieron un masaje en los brazos con aceites esenciales. Al salir del baño la peinaron y la ayudaron a vestirse. Cuando se vio en el espejo pensó que se veía espléndida.

Como ya hora de la comida bajó al comedor donde su madre y su hermano le esperaban. Cuando Olivia vio lo arreglada que iba Amber dijo:

_ Estás preciosa, cariño.

_ Gracias mamá.

Amber se sentó al lado de su madre. Las sirvientas sirvieron la comida y ella preguntó:

_ ¿Dónde está papá?

_ Ha ido al cuartel general. Dijo que vendrá a comer.

_ Siempre pasa ocupado, se quejó Olivia.

_ Bueno, es un adicto al trabajo. Él siempre es así, ¿Arun y tú no tenías nada que hacer?

_ No, hoy no tenía trabajo que hacer.

_ ¿A qué hora has quedado con ese joven?

_ No hemos quedado a ninguna hora exacta. Le he dicho que le estaría esperando a la hora del té.

_ Entonces vendrá a media tarde.

_ Si es que viene, dijo Arun.

Amber ignoró a su hermano y se concentró en su comida cuando terminó fue a ver si los preparativos para recibir a su invitado iban bien. La espera se le hizo sumamente larga, ya que todavía no sabía si Helio acudiría a su cita.

Cuando ella vio llegar un carruaje desde su ventana, se apresuró a la entrada para recibirle, pero se llevó una gran sorpresa al ver que el carruaje era del palacio real.

El príncipe se bajó del carruaje y al ver lo hermosa que Amber se veía se quedó con la boca abierta, sin embargo, al pensar que ella se había vestido de aquella manera para recibir a Helio se puso furioso y no pudo evitar su descontento.

_ Qué fea te ves. Deberías cambiarte antes de que llegue a quien sea que estés esperando.

Amber al escuchar las duras palabras del príncipe dijo:

_ A mí me gusta cómo me veo y estoy segura de que mi invitado pensará lo mismo que yo. El que a ti no te guste como me veo, en realidad, es algo que no me importa, así que no pienso ir a cambiarme.

_ Solo digo lo que veo.

_ ¿ A qué has venido?

_ No te hagas ilusiones, no he venido a verte a ti, sino a tu hermano.

Mientras ellos hablaban el carruaje de Helio llegó y cuando se bajó del carruaje se dirigió hacia donde estaban Amber y el príncipe. Él le hizo una reverencia al príncipe y dijo:

_ Es un placer volver a verle, su Majestad.

_ Hola, dijo el príncipe evitando demostrar lo enfadado que estaba con él, por haber acudido a su cita con Amber.

Helio le dio un beso en la mano a Amber y dijo:

_ Buenas tardes, mi lady. Luce realmente hermosa el día de hoy.

Las mejillas de Amber se tiñeron de rojo y el enojo del príncipe no hacía más que ir en aumento. Ella dijo:

_ Me alegra que haya podido venir.

_ Jamás podría dejar plantada a tan hermosa dama.

la hija del DuqueWhere stories live. Discover now