la hija del Duque

55. Corazón roto.

_ No digas tonterías, Reís no es tu novia ni tu prometida.

_ Claro que sí lo es, puedes preguntarle si no me crees.

Félix miró a Reís y le preguntó.

_ ¿Dime que no es verdad lo que está diciendo este tipo?

Reís suspiró dudando en si había hecho bien en aceptar a Arun cómo su novio.

_ Ha... Si así es, somos novios así qué cálmate.

El padre de Reís que estaba detrás de ellos dijo.

_ Cariño por qué no me habías dicho que estabas en una relación con Arun.

_ Porque recién hemos comenzado a ser novios, bueno para ser precisos hace como quince minutos.

Félix se había quedado tan sorprendido por lo que Reís estaba diciendo que la tomó por los hombros un tanto desesperado y le dijo.

_ Eso no puede ser verdad, ¡Dime qué no es cierto!

Reís sintió pesar de que Félix se enterará que ella había elegido a Arun en vez de a él y de aquella manera y le contestó.

_ Lo siento Félix, tú eres alguien realmente importante para mí y te quiero pero cómo a un hermano, por más qué haya intentado verte como hombre no puedo lo siento.

Félix sintió su corazón romperse en mil pedazos, el soltó a Reís y se dirigió al interior de la casa, al pasar al lado de Arun le dijo.

_ Más te vale no hacerla llorar o haré que te arrepientas, en voz tan baja que solo Arun pudo escuchar.

Cuando Félix se fue el padre de Reís se quedó mirando a Arun y le dijo.

_ Me parece que tu y yo tenemos unas cuantas cosas de las cuales hablar.

_ Sí señor Bowden.

El padre de Reis camino hacia el interior de la casa y antes de entrar dijo. 

_Ven mañana por la tarde, te estaré esperando.

_ Sí señor.

Cuando Reís y Arun volvieron a quedar solos ella se acercó a él, sacó su pañuelo y le limpió un hilillo de sangre que había en la comisura de su boca y le preguntó.

_ ¿Estás bien?

Él atrapó su mano entre la suya y le contestó.

_ No me duele, esto no ha sido nada.

_ Lo siento.

_ ¿Por qué te estás disculpando?

_ Por qué por mi culpa has salido herido.

_ Para empezar Félix no golpea tan fuerte, y en segunda aunque lo hiciera no me importaría incluso recibir una paliza por estar a tu lado.

_ No digas eso.

_ Es la verdad te amo y algo tan pequeño como un puñetazo no me hará cambiar de opinión.

Reís miró a su padre que los veía desde la ventana y le dijo a Arun.

_ Ya es tarde, creó que lo mejor será que te vayas.

Arun apartó un mechón de cabello del rostro de Reís y se lo colocó detrás de la oreja y le contestó.

_ Está bien, vendré mañana para hablar con tu padre, esperó poder verte mañana.

_ Si.

Reís le dio un beso en la mejilla y salió corriendo hacia la puerta y antes de entrar a la casa le dijo.