la hija del Duque

32¿Quién es él?

Cuándo llegaron a la ciudad Félix sacudió ligeramente a Reís para que despertará y le dijo.

_ Ya hemos llegado, es hora de despertar.

Reís tardó un momento en despertarse por completo y al verse recostada en el hombro de Félix le dijo.

_ Me quedé dormida.

_ Si, durante todo el camino, le dijo Félix con una gran sonrisa.

_ ¿Y porque no me despertaste?

_ Porque parecías cansada.

_ Ayer me quedé hasta tarde leyendo.

_ Ya me lo imagino, siempre haces eso cuando encuentras un buen libro para leer.

_ Es que llevaba mucho tiempo queriendo leer ese libro.

_ Bueno ahora que ya has tomado una pequeña siesta muéstrame la ciudad, estoy realmente ansioso.

_ Entonces baja.

Félix se bajó del carruaje y le tendió la mano a Reís y le dijo.

_ Mi lady.

Reís tomó su mano y al bajar ella le dijo.

_ Ya suelta mi mano.

_ No quiero, ya que si me sueltas podría perderme.

_ Ni que fueras un niño.

_ No lo soy pero sabes que mi sentido de la orientación es horrible, siempre me pierdo.

Reís sabía que lo que Félix estaba diciendo era verdad ya que cuando eran pequeños él siempre se perdía, así que se resignó en ir tomados de las manos.

Mientras caminaban por las calles empedradas llenas de tiendas con escaparates mostrando sus productos Félix veía todo con asombro y le dijo.

_ Este lugar es mucho más grande que Bellona.

_ Te gusta lo que ves claro que sí y sobre todo me gusta mas porque tu estás conmigo.

Félix vio una tienda en la que habían muchos nobles reunidos tomando té y comiendo deliciosos pasteles y dijo.

_ Reís quiero ir a esa tienda.

_ Claro, entremos.

Arun y Amber acababan de salir de la librería cuando vieron pasar a Reís tomada de la mano de un joven un poco más alto que ella de cabello rojizo y de piel blanca, desde el punto de vista Arun él pensó que Reís estaba siendo arrastrada por aquel tipo así que salió corriendo detrás de ellos.

Cuándo Arun les alcanzó agarró la mano de Félix con fuerza haciendo que soltara a Reís y le dijo.

_ Si vuelves a tocarla te arrancaré la mano.

Reís se quedó muy sorprendida al ver a Arun que no supo de dónde había salido pero al ver la fuerza con la que estaba agarrando a Félix le dijo.

_ Arun suéltalo le romperás la mano.

_ Pero este tipo te estaba arrastrando quien sabe a dónde....

_ Él es mi amigo de la infancia y no me estaba arrastrando yo le estoy mostrando la ciudad.

Arun soltó la mano de Félix y dijo.

_ ¿Reís él es uno de tus amigos? Le preguntó Félix.

_ Si.

Amber se había quedado unos cuantos pasos atrás y había visto todo lo que había hecho Arun, ella se acercó a Reís y le dijo.

_ Hola.

_ Amber tú también estás aquí.

_ Si decidimos salir a dar una vuelta, quién es tu amigo.

_ Su nombre es Felix Cotter.

_ Hola mi nombre es Amber y él es mi hermano Arun, le dijo Amber, lamento que mi hermano te haya hecho daño.

_ No te preocupes, supongo que yo hubiera hecho lo mismo si hubiera visto a Reís con un hombre extraño.

Arun veía a Félix con una mirada feroz y él sintió un escalofrío recorrió su espalda.

_ ¿A dónde iban? Preguntó Amber.

_ Felix quería ir a la tienda de pasteles.

_ Eso me parece genial, dijo Amber, podemos unirnos.

_ Claro. Dijo Reís.

Cuándo ellos llegaron a la tienda les dieron una mesa y les dieron una hoja de papel con todos los postres y té que había ese día.

Félix miró detenidamente la hoja y al final dijo.

_ Hum... No se que pedir, Reís porque no pides por mi.

Reís dio un suspiró y le dijo a la joven que le estaba atendiendo.

_ Yo quiero un trozo de tarta de queso y té jazmín, para él un trozo de tarta de chocolate y un té rojo.

_ Yo quiero lo mismo que Reís, dijo Amber.

_ Yo solo quiero un café, dijo Arun quien no apartaba su vista de Félix.

Amber le dio un golpe en las costillas a su hermano y le dijo.

_ Cambia esa cara de amargado, le dijo ella en voz baja para que solo el escuchara.