99. Noche de bodas

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Arun y Reís bailaron varias canciones, después ambos se fueron a saludar a los invitados, Reís se acercó a sus amigas, ellas le dieron un fuerte abrazo y le dijeron.

_ Felicidades Reís.

_ Te deseamos felicidad.

_ Gracias chicas, dijo Reís.

Amber se acercó a ella, la abrazó y le dijo.

_ Estás preciosa, no puedo creer que ya seamos familia.

_ Ya somos dos, aún sigo sintiendo que todo esto es como un sueño.

_ No es un sueño Reís, es tu realidad y esperó que siempre seas feliz.

Reís abrazó a Amber y le dijo.

_ Gracias.

Arun estaba hablando con Cailed, él le dijo.

_ Ya eres un hombre casado, es increíble.

Arun tenía su mirada fija en Reís y le dijo.

_ Aún sigo sin poder creer que ya sea mi esposa, pensé que nunca llegaría este día.

_ Es maravilloso estar con quién se ama, yo no encuentro la hora de casarme con Amber.

_ Pues no sabes lo que te espera, Amber es un dolor de cabeza.

_ Lo sé, pero la amo, amo todo de ella, incluso su mal carácter.

Arun le dio una palmada en la espalda y le dijo.

_ Esperó que sigas pensando de la misma manera una vez que te cases.

_ Si ya la amaba aún cuando peleaba conmigo cada vez que me veía, tú crees que dejaré de amarla solo porque se enfade a veces.

_ Supongo que no.

_ Irá a bailar con tu hermana, te veo después.

Cailed se acercó a Amber y le dijo.

_ Bailas conmigo.

Amber le tomó la mano y le dijo.

_ Claro.

Las amigas de Reís también se unieron al baile y ella quedó sola, Arun se acercó a ella y le dijo.

_ Quieres salir un rato.

_ Si.

Ellos se dirigieron al jardín, y se detuvieron frente a una banca, se sentaron y Arun le dijo.

Esto me recuerda a la fiesta de mayoría de cumpleaños de Cailed, ese día tu saliste al jardín como ahora, yo te seguí, iba a decirte que me gustabas, pero la señorita Teresa nos interrumpió.

_ ¿En serio?

_ Si.

_ Ese día mi corazón latía con fuerza cuando te sentaste a mi lado, no podía creer que te acercaras a hablarme.

_ Han pasado muchas cosas desde entonces, pero por fin estamos juntos.

Reís entrelazo su mano con la de Arun y le dijo.

_ Si, por fin estamos casados.

A lo lejos se podía escuchar la música animada, Arun le dijo.

_ ¿Por qué no nos vamos?

_ No crees que es un poco pronto para que nos vayamos.

_ Tú quieres quedarte más tiempo.

_ La verdad, no.

_ Yo solo deseo estar a solas contigo, ¿Nos vamos?

_ Si.

Arun y Reís se dirigieron a los establos dónde estaba su carruaje.

_ Prepara nuestro carruaje, nos iremos ahora, le dijo Arun al cochero.

_ Enseguida.

Mientras el cochero preparaba el carruaje, Reís dijo.

_ No me llamo si avisar que nos vamos.

_ Supongo que sí.

Arun le pidió a uno de los sirvientes que le dijera a sus padres que ya se habían ido.

Después se subieron al carruaje y se fueron, durante todo el camino Arun besó repetidas veces a Reís, sus besos eran diferentes a cuando eran novios, sus besos eran largos y profundos, llenos de pasión.

Cuando ambos llegaron a la casa de Reís, él le ayudó a bajarse del carruaje, Reís abrió la puerta.

Su nana al ver que llegaban tan pronto dijo.

_ Han venido pronto, creí que volverían más tarde.

_ Estábamos cansados, dijo Reís, decidimos volver pronto.

_ Ordenaré que les preparen el baño inmediatamente.

_ Gracias nana, dijo Reís.

Mientras esperaban Arun la abrazó y le dijo.

_ Desde hoy esta será nuestra casa.

_ ¿No te parece que es un poco pequeña?

_ No, me parece perfecta, cuando tengamos hijos podemos mudarnos a otra más grande, cuando llegué ese día tu la elegirás, viviremos dónde tu quieras.

Reís lo besó y le dijo.

_ Gracias.

_ Te amo Reís, solo quiero que seamos felices.

Una de las sirvientas los interrumpió y dijo.

_ El baño y está listo, señorita Reís.

Ambos subieron a la segunda planta donde estaban las habitaciones, Reís entró en su habitación, Arun iba a entrar cuando una de las sirvientas le dijo.

_ La habitación del joven señor está por aquí.

_ ¿Qué ?

_ Es para que pueda darse un baño, después podrá volver a la habitación de la señorita Reís.

Reís se rió al ver la cara que había puesto Arun cuando le habían dicho que habían preparado otra habitación para él y le dijo.

_ Nos vemos después.

Las sirvientas ayudaron a Reís a quitarse el vestido, después le ayudaron con el baño, ese día había sido especialmente largo, le aplicaron aceites esenciales jazmín, al terminar secaron su cabello y le pusieron un fino y delicado camisón blanco, cuando salieron del baño Arun ya estaba ahí, sentado en el sofá esperándola.

Las sirvientas se retiraron y Reís dijo.

_ Te he hecho esperar mucho.

Arun se levantó, se acercó lentamente hacia ella, admirándola, la rodeó por la cintura con sus brazos y le dijo.

_ Si, pero la espera ha valido la pena.

la hija del DuqueWhere stories live. Discover now