45. Enfadada.

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Amber fue al palacio a entregarle la invitación a Cailed, uno de los sirvientes la hizo esperar en una sala de estar.

Ella ya conocía el camino a la habitación de Cailed pero como no sabía si él estaba ahí, decidió esperarlo juiciosamente en la sala de estar.

Cailed estaba en su despacho revisando algunos papeles que tenía pendientes, cuando un sirviente le dijo que tenía una visita y que lo estaba esperando en la sala de estar que estaba en la habitación contigua.

_ Iré cuando termine esto. Le contestó Cailed sin prestar mucha atención a su visita.

_ Así se lo haré saber a su majestad.

Amber se quedó esperando a Cailed durante un buen rato, lo cual la puso furiosa al pensar que la estaba haciendo esperar a postas.

Al final ella se cansó de esperarlo y decidió regresar a su casa hecha una furia.

Sam se la encontró en el pasillo y se detuvo a saludarla, pero ella estaba tan enojada que lo ignoró y continuó caminando.

Él pensó que Amber era realmente grosera y regresó al despacho de Cailed.

_ ¿Se encuentra bien su majestad ?. Le pregunto.

_ Si, si no me muevo mucho no me duele.

_ ¿ No recibió ningún otro golpe?

_ No ¿Por qué recibiría otro golpe?

_ No lo sé, es solo que me encontré con lady Amber en el pasillo y creí que habían tenido alguna disputa, y como ella es tán salvaje creí que le había roto otra costilla.

_ ¡¿Qué ?! ¿Amber estaba aquí?

_ Si, ¿Qué no la ha visto?

_ Mierda, dijo Cailed mientras corría detrás de Amber.

Cuándo el sirviente le había dicho que tenía una visita él no había preguntado quién era, y por eso no se dio prisa por reunirse con su invitado, él había continuado trabajando y al final incluso se olvidó de que lo estaban esperando.

Él corrió lo más rápido que pudo, y el dolor de su costilla rota se intensificó pero puedo alcanzar a Amber antes de que subiera a su carruaje; él sostuvo su costado y sin aliento dijo.

_ Por favor espera no te vayas.

Amber lo miró por encima del hombro y le dijo.

_ ¡Oh vaya! Por fin su majestad tiene algo de tiempo para recibirme.

Cailed sentía que estaba a punto de caer al suelo debido al dolor, pero aguantó y le contestó.

_ Lo siento, no sabía que eras tú.

_ Me has tenido esperando durante tres horas.

_ Yo... Lo siento.

Cailed acortó la distancia que había entré ellos tomó su mano y le dijo.

_ Si hubiera sabido que eras tú, inmediatamente hubiera ido, por favor perdóname, no te vayas.

Amber al ver que sus palabras parecían sinceras le dijo.

_ Está bien, te daré otra oportunidad para que te redimas, pero si me haces esto otra vez más te vale que no vuelvas a mostrar tu rostro frente a mí.

_ Esto no volverá a suceder, te lo prometo.

Amber acompañó a Cailed de regresó a su despacho, en su camino se encontraron con Sam quién al ver al príncipe a punto de desmayarse le dijo.

_ Su majestad no vuelva hacer eso, el médico le ha dicho que debe evitar hacer movimientos bruscos, ¿En que estaba pensado al salir corriendo de esa manera?

_ Si , si , Sam deja de regañarme ya lo entendí.

Ellos se sentaron en el sofá y Sam le sirvió un vaso con agua y medicina para el dolor, cuándo ya se sintió un poco mejor Cailed le hizo señas a Sam para que los dejara solos.

Él entendió enseguida y dijo.

_ Tengo algo que hacer, regresaré dentro de un rato.

Cuando ambos estuvieron solos Cailed se acercó más a Amber y le preguntó.

_ ¿Aún sigues enfadada?

_ La verdad, si , estoy furiosa no puedo creer que me hayas hecho esperar por tres horas.

_ Ya te pedí perdón, no sabía que eras tú, si lo hubiera sabido nunca te habría dejado esperando.

No soy tan tonto, ni valiente como para hacerte enfadar pensó.

Amber le entregó la invitación y le dijo.

_ Ten.

Cailed tomó la invitación y le dijo.

_ ¿Has venido hasta aquí solo para darme esto?

_ Si y también porque que quería verte aunque parece que tú a mí no.

Cailed abrazó a Amber asegurándose de no poner sus manos en ningún lugar incorrecto y le dijo.

_ No sigas enfadada, yo también quería verte. Él la beso en la mejilla y después pasó a sus labios.

Amber respondió a sus besos y le dijo.

_ Tendrás que hacer algo mejor que esto si quieres contentarme.

_ ¿Cómo que?

_ No lo sé, sorpréndeme.

Arun iba en su carruaje muy molesto por haber sido interrumpido por Félix, ya que parecía que Reís estaba apunto de aceptarlo.

_ Ese tipo es un dolor de cabeza, dijo Arun mientras se revolvía el cabello y veía el paisaje a través de la ventana.

Cuando él llegó a su casa se encontró a Olivia en la entrada, ella al verlo tan cabizbajo le preguntó.

_ ¿Te ha pasado algo?

_ No solo tuve un encuentro un tanto molestó, dijo.

Arun al ver a su madre muy engalanada le preguntó.

_ ¿Vas a alguna parte?

_ Si, tu padre me llevará a la ópera, así que cenaréis vosotros solos, díselo a tu hermana.

_ Es raro escuchar que papá te llevará a la ópera, el odia ese tipo de cosas.

_ Si pero me prometió llevarme a ver algo maravilloso y creó que fue lo único que se le ocurrió, a mí no me gusta mucho la ópera pero fingiré que me gusta, por cierto no le digas que te dije eso.

_ No te preocupes no se lo diré, que se diviertan.

Leonard salió de su despacho y se acercó a ellos, rodeó a Olivia por la cintura y le dijo.

_ Ya estoy listo, podemos irnos.

_ Que les vaya bien, dijo Arun y comenzó a subir las escaleras.

Antes de irse Olivia le dijo.

_ Recuerda decirle a tu hermana que no nos espere.

_ Así lo haré, diviértanse.

la hija del DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora