44. Abandona.

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Reís se quedó pensando durante un momento sin saber que responder, Arun la vio con sus hermosos ojos suplicantes y le dijo.

_ Por favor.

Al final ella no pudo negarse y le contestó.

_ Está bien seré tu pareja ese día.

Arun sonrió muy feliz, la rodeó con sus brazos y le dijo.

_ Gracias.

Ella se sonrojó y le dijo.

_ Por favor suéltame.

_ ¿En verdad quieres que te suelte?

_ Por supuesto, qué pasaría si alguien nos viera.

_ A mí no me importa que los demás nos vean, es más me gustaría gritarle a todo el mundo que te amo y que quiero estar contigo el resto de mi vida.

Reís muy avergonzada por lo que Arun acababa de decirle enterró su rostro en su pecho.

_ No digas eso por favor.

_ ¿Por qué no? eso es lo que realmente siento, te amo y haré lo que sea para que te enamores de mí y aceptes ser mi esposa.

_ Tienes a muchas mujeres que mueren de estar contigo, ¿Por qué yo?

_ Ya te lo dije antes para mí tú eres preciosa más que cualquier otra mujer, me enamoré de ti sin darme cuenta, sin siquiera pensarlo, sin siquiera imaginarlo, cuando menos acordé tú ya eras la dueña de mi corazón la única mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida.

Al estar recostada en su pecho Ríes podía sentir, el corazón de Arun retumbando como un tambor. Ella puso su mano sobre su corazón y le dijo.

_ Tengo miedo de salir lastimada, no quiero qué más adelante encuentres a alguien más y te arrepientas de estar conmigo.

Arun tomó el rostro de Reís entre sus manos y le dijo.

_ Nunca voy a arrepentirme de estar a tu lado porque te amo y eres la única con la que quiero estar, no voy amar a ninguna otra mujer además de ti.

Arun apoyó su frente sobre la de Reis y le dijo.

_ Por favor no me rechaces. Y la beso.

Reís se aferró a sus brazos, dejándose llevar por la calidez de sus besos.

_ Te amo, le susurró Arun sobré sus labios.

Ella no sabía si lo que sentía se podía llamar amor, pero en esos momentos deseó que ese momento durará para siempre.

Félix se sintió intranquilo al dejar a Reís a solas con Arun, así que después de un rato no pudo más y salió a buscarlos en el jardín.

Cuando el los vio besándose sintió que hervía de los celos, el fue corriendo hasta la glorieta en la que estaban, él apartó a Arun de un empujón y rodeó a Reís con sus brazos y le dijo.

_¡¿Que crees que estás haciendo?!

_ Félix cálmate, le dijo Reís.

Arun al ver a Félix abrazando a Reís le dijo furioso.

_ suéltala.

_ No lo haré.

Reís al ver tan furioso a Arun se alejó de Félix.

_ No vuelvas a tocarla, le dijo Félix a Arun.

_ Tú no eres quién para decirme que hacer, le contesto.

Reís se puso en medio de ellos y les dijo.

_ ¡Vasta!, dejad de pelearos.

Ambos se callaron al ver a Reís furiosa y les dijo.

_ Parecéis niños peleándose.

_ Él empezó. Dijo Arun.

_ No me importa quién empezó, dijo Reís, pero si queréis pelearos no me metáis en vuestra disputa, yo me voy.

Reís comenzó a caminar a paso rápido hacía la casa, dejando a Arun y Félix atrás.

_ No te metas entre nosotros, le dijo Arun.

_ No dejaré que te la lleves, le respondió Félix.

_ Es obvio que ella siente algo por mí, deberías darte por vencido y dejarnos en paz.

_ Sigue soñando no pienso rendirme hasta que ella me lo diga.

_ De igual forma vas a perder le contestó Arun. Y se fue detrás de Reis pero no pudo alcanzarla él le pidió a una de las sirvientas que la llamará pero ella se negó a verle y Félix al ver que se iba le dijo con una sonrisa burlona.

_ Parece qué no quiere verte.

Arun lo quiso fulminar con la mirada y le contestó.

_ Tampoco creo qué quiera verte a ti. Y se fue.

Félix intentó hablar con Reís, pero efectivamente ella tampoco quiso hablar con él y se negó a verlo.

Reís estaba en su habitación con la cabeza hecha un lío, si Félix no hubiera aparecido lo más seguro es qué ella hubiera terminado aceptando a Arun, y pensó quizá había sido bueno que los interrumpieran, ya que ella aún no estaba segura de que era lo que sentía por él.

Por eso se había negado a verlos a ambos ya que quería estar sola y poner en orden sus sentimientos.

la hija del DuqueUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum