53. Demuéstralo.

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Después de que Arun y Reís se terminarán de comer los bollos con carné, Arun le dijo.

_ Quieres que demos una vuelta antes de ir a buscar a mi hermana y Cailed.

_ Claro.

Arun tomó la mano de Reís y le dijo.

_ Hay que tomarnos de las manos para no perdernos.

Reís pensó que esa solo era una excusa para tomarla de la mano, pero como no le incomodaba no dijo nada y lo siguió.

Mientras caminaban Reís vio una parada en la que estaban vendiendo collares y pulseras de piedras de amatista, ágata y cuarzo rosa, ella tiró de Arun y lo llevó hasta el tenderete.

Ella toqueteaba el collar de amatista que llevaba en el cuello mientras pasaba su mirada por los collares, Arun al darse cuenta que ella llevaba un collar parecido a los que habían en el tenderete le preguntó.

_ ¿Te gustan estos collares?

_ Si, no son gemas preciosas sino piedras pero algunos creen que tienen propiedades curativas al cuerpo y al alma.

_ Pues parece ser aún más valiosa que cualquier joya según tu explicación.

_ Bueno para mí lo son.

Reís escogió un collar de amatista parecido al que ella llevaba, pago con una moneda de plata y se lo dio a Arun.

_ Se que quizá esto no sea algo tan valioso para un noble pero me gustaría regalártelo.

Arun lo tomó entrelazando su mano con la de Reís y besando el dorso de su mano.

_ Lo voy a atesorar y siempre lo llevaré conmigo, gracias.

_ No es algo tan precioso para que lo atesores , le dijo Reís con la cara teñida de rojo.

_ Para mí lo es, ya que es algo que tú me has regalado.

Amber y Cailed veían a Arun y a Reís desde la distancia y Amber dijo.

_ Parece que las cosas entre esos dos van mejor de lo que creía.

_ ¿Tú crees?

_ Claro que sí, si no fuera así Reís ya le habría doblado la mano a mi hermano.

_ No todas las mujeres son como tú.

_ Aunque Reís parezca tan sumisa y tranquila es aún más salvaje que yo y eso ya es mucho decir.

Cailed se quedó mirando a Reís y dijo.

_ ¡Enserio!

_ Si, y si no le ha hecho nada a mi hermano es porque no le desagrada.

Arun miró a Cailed y dijo.

_ Al parecer nuestro tiempo a solas se ha terminado.

Reís apartó su mano de la de Arun en y los busco con la mirada cuando ellos se dieron cuenta que ya los habían encontrado se acercaron a ellos y Amber dijo.

_ Nos distrajimos viendo algunas cosas hace un rato, me alegro haberlos encontrado tan rápido.

_ ¿Estás segura que no os habéis quedado atrás intencionalmente?, le preguntó Reís.

_ Sabes que no, contesto Amber porque lo haríamos.

Reís sonrió y Arun dijo.

_ Más adelante hay músicos tocando, quieren ir.

Amber muy emocionada contestó.

_ Claro que sí, a qué esperas muéstranos el camino.

Arun los llevó hasta donde estaban varios músicos tocando canciones animadas, varias personas estaban bailando enfrente de ellos, Amber arrastró a Cailed y le dijo.

_ Vamos a bailar.

Cailed puso sus manos en la cintura de Amber, ella lo golpeó en la mano y le dijo.

_ No creo que esta música se bailé así.

_ ¿Ah no?

_ No tonto, baila como ellos le dijo Amber mientras los señalaba con el dedo.

Todos bailaban de manera desordenada y enérgica, dejándose llevar por el sonido de la música, Amber los imitó y comenzó a bailar igual que ellos.

Cailed intentó hacer lo mismo pero movimientos eran rígidos ya que él no estaba acostumbrado a bailar de esa manera.

Arun que los veía comenzó a reírse y Reís le dijo.

_ Para que te burles de él de esa manera significa que eres mejor que el bailando.

_ Es porque lo soy.

Reís tomó la mano de Arun arrastrándolo con ella y le dijo.

_ Entonces demuéstramelo.

Cómo Reís ya había bailado repetidas veces ese tipo de música ella sabía hacerlo perfectamente ella giraba y danzaba alrededor de Arun, él la siguió y bailó con soltura como si estuviera acostumbrado hacerlo.

A ella Arun siempre le había parecido alguien serio y un poco aburrido, pero en esos momentos se dio cuenta que quizá ella nunca se había tomado la molestia de conocerlo realmente, ambos reían y se divertían mientras bailaban.

Amber los vio celosa por lo bien que ambos bailaban ya que ella y Cailed no lo hacían tan bien.

Después de varias canciones se sintieron agotados y sedientos, ellos compraron bebidas de una de los tenderetes.

_ ¿Ya habías venido antes?, le preguntó Reís a Arun.

_ No, está es mi primera vez.

_ Pues no lo parece.

_ No tengo porqué mentir, me contestó Arun con una sonrisa coqueta, pero supongo que tú sí.

_ Si, cuando era una niña mi familia y yo veníamos seguido, y eso es algo que no se olvida.

_ Deberíamos repetir esto otra vez, me he divertido mucho, dijo Amber.

_ Yo también me he divertido, dijo Cailed.

_ No sé si sea correcto que tú vengas aquí nuevamente, le contestó Arun.

_ ¿Por qué no?

_ Quizá porque eres un príncipe.

_ Ustedes son de la nobleza y están aquí no veo porque sería diferente conmigo.

_ Eso no es lo mismo.

_ Pues a mí me lo parece, así que la próxima vez que vengan, me uniré a ustedes.

la hija del DuqueWhere stories live. Discover now