Miraba mis uñas, las palmas de mis manos, las líneas, luego de nuevo las uñas; todo en una repetición sucesiva, la tarde apenas estaba comenzando y el auto por primera vez se sentía pequeño, tanto que mirar hacia algún lado era demasiado para permitírmelo.
El sonido del celular de YoonGi me saco de mis pensamientos, supuse que había contestado cuando no lo escuché más, no podía quitar mi mirada del tablero frente a mí.
—Oh—dijo a modo de saludo.
—Vamos a Jang Su Sam, te veré ahí entonces.
—No pagare tu comida, tu trabajas.
—Jodete— el silencio volvió con esa despedida, no sabía quién era, en otro momento pensaría que sería Hobi hyung, pero él no trabaja así que en definitiva se trababa de alguien más, solo hizo que se me revolviera el estómago pensar en tener que comer con otra persona encontrándome en la situación que estaba.
—No soy siempre así—dije, mire mis manos siguiendo el patrón de mis huesos por cada dedo hasta hacerlo completo—No soy tan agresivo, es solo que...—
—No tienes que excusarte por eso, la única razón por la que no lo golpeé primero fue porque quería evitarte un problema.
—Aun así, yo...—
—Te defendiste, me alegra saber que lo haces de vez en cuando JiMin, pero ha habido otras veces ¿Por qué no lo hiciste entonces? —su voz estaba cortada por la frustración, no sabía cuál era el objeto de la misma y aun así me hizo sonreír un poco, pero no fue algo alegre; solo pensé, si es posible que no me defienda siempre porque no puedo defenderme sin lastimar a las personas con las que vivo en el proceso, porque no me interesaba defenderme, quiera defenderlo a él porque no quería que nadie lo tratara como a mí, ni siquiera un poco.
—Sí, también me lo pregunto. Sobre lo otro, lo siento, tienes razón, no me has dado razones para tenerte miedo y aun así yo reaccioné de ese modo.
—Mientras lo sepas.
La conversación murió, el silencio volvió y para mí, nada fue solucionado, pensé que quizás había un malentendido, pero no sabría donde, no sabría que parte de todo un desastre tiene el problema más grande, solo podía dejarlo pasar y volver a ver mis manos hasta llegar a un restaurante, no sabía cómo sería posible para mi comer sintiéndome del modo en que estaba
¿Cómo describes el cansancio que provoca el sufrimiento?
Si algún día encuentro a alguien a quien pueda preguntarle, me asegurare de hacerlo, esa palabra debería ser frecuente en mi vocabulario.
—Mi hermano nos espera adentro, espero no te importe——podía ver el restaurante de comida japonesa y no tuve reacción en ese momento, no hasta ver a GeumJae hyung frente a mí con una expresión más afable, intentó hacerme sentir cómodo así que intente estarlo antes de tener que fingirlo.
—No te preguntare del examen, estuviste bajo mucho estrés, si quieres algo puedes pedirlo, YoonGi dijo que no pagara por mi así que yo te estoy invitando en nombre de ambos—su sonrisa creció, sus ojos oscuros grandes y llamativos combinaban bien con su cabello, quise sonreírle y fui agradecido de la ligereza de su comportamiento, y la simplicidad de su trato, no hizo en general ninguna pregunta, habló sobre su trabajo en una cafetería y sus ganas de trabajar en una heladería para poder comer helado porque no le gusta el café, habló sobre eventos vergonzoso, pero solo de sí mismo y pude reírme con él, YoonGi hyung estuvo tan callado que fue casi incomodo verlo por el rabillo del ojo y descubrir que me observaba atentamente.
—JiMin ¿Por qué comes tan poco? —me preguntó GeumJae hyung en algún momento, mire mi plato donde aún quedaban dos porciones de sushi.
—JiMin tiene fondo, no como tú—apuntó YoonGi hyung.
— ¿Comes poco? Eso es genial, entonces podre invitarte a comer de nuevo, así podre comer lo que sobre en tu plato—su capacidad para mejorar el ambiente fue admirable, tomó uno de mis rollos de sushi y lo llevo a su boca desapareciéndolo al instante, YoonGi hyung bufó, pero una media sonrisa también estuvo presente.
—Siquiera deberías disimular y no decirle, toma, puedes comer este también—puso más comida en el plato de Geumjae hyung y este le sonrió haciendo un corazón con sus dedos en dirección a YoonGi hyung quien solo volvió a bufar, después de conocer su carácter cualquier cualidad física es dejada de lado porque son dos polos opuestos y eso hace que verlos se vuelva aún más interesante.
—JiMin, ¿Tienes que regresar temprano? ¿Quieres ir a un karaoke? A YoonGi no le gustan, pero iré con unos amigos, es bueno tener amigos mayores en la universidad si sabes cómo...—GeumJae hyung siguió hablando, pero para mí todo comenzó a moverse despacio, tan lento que mi cerebro lo proceso demasiado rápido, por la puerta una figura femenina entró, deslumbrante cabello largo en una coleta y un vestido que podía verse desde la distancia para leer las palabras "elegante" en cada costura, su postura recta y movimientos suaves no pudieron sorprenderme, no podría estar menos interesado, la figura a su lado un hombre, con ojos como los míos y una sonrisa cordial cuya parte más llamativa es que; la sonrisa era real. Su traje estaba como todos los días, arrugados de las mangas por su propio gusto y el cuello tan perfectamente planchado ahogado en una corbata de un color neutro, se sentaron al otro lado del salón, mi estómago se revolvió, me sentí caer de la silla, pero cuando quise pararme, ya estaba sentado de nuevo por el tambaleo de mis pies.
— ¿Te sientes bien? —sabía que era la voz de YoonGi y tal vez GeumJae también dijo algo antes de eso, a fuego vivo podía sentir la imagen grabándose en mi mente, repitiéndose en secuencia rápida esta vez, una y otra vez.
—Quiero irme—dije, no me era posible apartar la mirada, solo podía pedir escapar.
— ¿Pasa algo?
—Me lo llevare, te llamo luego—YoonGi hyung no esperó más, intentó tomarme del brazo y apenas pude arrastrarme fuera de la silla sin ayuda.
—No quiero que me vea salir—no sé si pudo ver o no el temor en mis ojos, no se molestó en preguntar cuando me llevo del brazo hasta el baño, estando dentro me dejó tomar control de mi propio cuerpo y saco su celular para hacer una llamada, me miré al espejo y quise no haberlo hecho, podía ve su ojos en mi rostro, la comida quería salir de mí y retuve el aliento con mi espalda contra la pared dejando que el dolor del golpe me despertara la columna vertebral.
— ¿Qué voy a hacer? —me pregunté a mi mismo, no sabía porque, no estaba sintiendo dolor, no estaba triste, pero estaba llorando y me dolía el estómago, quería sacarme de mi mismo para no tener que pasar por ese momento, por alguna razón tampoco podía cerrar los ojos, lo único que podía ver era el piso volviéndose borroso.
—JiMin, mírame—YoonGi hyung me llamó, no me di cuenta que estaba en el piso hasta que me observó desde arriba— ¿Quién era?
—Mi padre, con una mujer que no es mi madre—se me escapó una sonrisa, entre todas mis lágrimas, no sabía porque quería reírme, quería reírme de mis desgracia y de un día que esperaba ser el más intrigante de mi vida se volvía un remolino de emociones asquerosas, quería reírme de ver a un hombre mayor con una mujer más joven hablar como si ninguno tuviera una vida aparte de ese momento, quería reírme de mi, de la consideración que guardé y lo mucho que tuve que taparme los ojos para perdonar por tanto tiempo, quería reírme del odio comprimido que luego se volvió amargura y al final no me dejo nada más que lagrimas sin razones para llorarlas.
No sabía cómo me veía; llorando y riendo a la vez en el piso del baño escondiéndome entre mis rodillas y hablando incoherencias.
— ¿Nos parecemos? —pregunté, sonreí al levantar la mirada una vez más, esperando su respuesta.
—No.
—Mientes—dije—Nos parecemos ¿No es así? Sé que lo viste.
—Las familias son solo coincidencias, los parecidos son solo genética, no veo nada de ti en él y no veo nada de él en ti ¿Es suficiente respuesta? —fue duro, frio y casi chocante la manera en que lo dijo.
— ¿Qué pasa ahora? Cuando ya no entiendo nada, que hago ahora.
—No tienes que pensarlo, pronto esto será el pasado, estarás en otro lugar, con otras personas ¿No lo has pensado? Como será cuando no tengas que estar donde no quieres hacerlo—Se detuvo frente a mi flexionando las rodillas para intentar ver mis ojos.
—No quiero pensarlo—negué, lo he intentado tan fuertemente, no hacerme esperanzas para no tener grandes decepciones.
—Deberías hacerlo, porque haremos que suceda y no podrás negarte entonces—Pero aparece esta persona, me dice que tengo posibilidades y como siempre, decidí caer por él, creer en alguien solo porque aún no me ha hecho daño, así es como funciona un ser humano.
—Sigo llorando—dije, las lágrimas golpeando mi barbilla en su suave humedecer casi invisible.
—Has pasado por mucho—me excusó, siempre excusándome y buscando razones para que yo no sea el culpable, hace mucho deje de hacer eso para mí mismo.
Me reí, un vacío con marcas de algo que estuvo y desapareció, eso era exactamente lo que sentía, eso era yo.
Se sentó a mi lado, me abrazó.
—Alguien podría entrar—hablé incomodo, su lado es un lugar seguro, siempre lo fue y aun quería aferrarme a ello, pero antes de aferrarse, se tiene que merecerlo.
—GeumJae está esperando en la puerta.
—Arruiné el almuerzo—Pensé en GeumJae hyung y la sonrisa con la que me hablaba antes de ver a que a sus espaldas estaba mi padre.
—Yo fui quien decidió donde venir, fue mi decisión en todo caso sería mi culpa, sabes que tú tampoco tienes la culpa—Guardé silencio, preguntándome si lo sabía, deseché la pregunta, pero guardé la respuesta en el fondo de mi mente, donde quería poner a mi madre, a mi hermano, a mi padre, sus vidas y la mía.
—Hyung, te diré un secreto—Todo mi cuerpo se fue hacia el suyo, cerré mis ojos para esconderme, aunque fuera solo un poco. Podía sentir el calor que emitía junto a mí y fue suficiente—Yo, todos los días he estado aterrado, planeo cuidadosamente mis pensamientos armando y desarmado mi propio entendimiento para no lastimarme más, fallo muchas veces, tengo miedo de no ser real ¿Es eso posible?
—Tu existencia es innegable, no hay manera de que no existas porque has demostrado ser autentico en todo sentido, si no es suficiente, te lo recordare todos los días.
—No quiero que lo hagas, no debería ser así. Habrá un momento en que no me lo podrás decir ¿Qué pasará entonces? Probablemente desapareceré. Debería hacerlo yo mismo—Y es la primera vez que digo en voz alta que no quiero depender de él, no quiero que me recuerde que soy real porque solo podre ser real cuando él me lo diga, no quiero que siempre me sostenga porque nunca poder sostenerlo, no quiero ser una carga porque nuca seré capaz de cargar su peso.
—Justo ahora no estás bien, está bien dejar que te ayude—su mano se posó sobre mi hombro dándome apoyo, recordándome que estaba ahí para mí, pero porque no se sentía como yo quería, no me sentía capaz de tomarlo.
—Si mis pensamientos dependen de ti, no es ayuda, es autoengaño—las lágrimas por fin comenzaron a doler, solo un poco en cada costado de mis ojos, y tal vez en mi pecho, como un pinchazo que abre caminos, ríos y cascadas de un hueco tan pequeño solo para ahogarme a mí.
—Entonces puede decirme y te ayudare escuchando, es lo que he hecho hasta ahora—la primera vez que me consoló, su voz fue así de suave, así de cuidadosa con cada palabra para no hacer más daño, así era como se sentía escuchar eso desde su lado y no escondido en el baño.
—Si te veo es difícil hablarlo.
Sentí el suave contacto de su mano alejarse de mi hombro y terminar sobre mi mejilla hasta cubrirme los ojos.
—Entonces no tienes que verme, solo háblalo, como antes, cuéntame de ese niño de antes—el nerviosismo en su voz fue compasivo conmigo, incitándome a hablar.
—Ese niño—titubeé un poco y la presión sobre mis ojos se hizo más grande, como si quisiera empujarme un poco más, suspiré, aun con los ojos abiertos a través de sus manos, se colaban algunos toques de luz artificial.
—Ese niño, no culpó a su padre, pidió perdón, tantas veces que no hay manera de contarlas incluso regresando atrás, se escondía por su casa por miedo a ser castigado, pero también porque le dolía la forma en que era visto, con el tiempo se acostumbró, a caminar en puntillas, a no hablar con su hermano, a temer y callar, pero nunca a la indiferencia—apreté mis manos con fuerza, dándome cuenta de la facilidad con la que siempre lograba escabullirme en casa era de practica— Nunca pudo culpar a su padre porque evitar hablar sobre un tema no era condena alguna, él siempre pensó que de todos, su padre fue sino el inocente, al menos el menos culpable, idolatraba a un hombre que cada día salía al mundo y hacia lo que más le gustaba, un hombre que a pesar de todo siempre ha amado a su esposa, que aunque no preste atención al menos nunca ha odiado a sus hijos—mis pulmones querían colapsar, de pronto se formaba un infierno retenido solo en el tacto contra mi piel que me mantuvo en mente que no me encontraba solo.
—Cuando tenía diecisiete años, su padre fue obligado por su madre a llevarlo al trabajo, porque no tenía planes de pagarle una universidad, sería mejor que intentara trabajar lo suficientemente cerca para ser vigilado y lo suficientemente lejos para no estorbar, su padre cumplió, fue cordial y hasta cuidadoso en el trato, evito siempre el tema de su hijo homosexual, como todos en su casa. El tema fue ignorado al punto de que su padre incluso preguntó por una novia, pero el niño, ahora un joven, no podía odiarlo. Verlo a él era odiarse a sí mismo, temor a no tener nada bueno de ninguno de sus padres en sí mismo, temor a tener cosas malas o ser el peor entre ellos, el joven ahora casi graduado, salió a comer con sus amigos y vio a su padre con otra mujer, después de más de diez años de ver a su madre con otro hombre, la historia se repite y de nuevo el único testigo es él, no sabe cómo no fallar y se esconde, no sabe que decir entonces calla pero si callar de nuevo puede resultar peor o si hablar de nuevo puede resultar peor ¿Qué hará?
—Antes de preguntar, creo que no estás viendo lo más importante, olvidaste mencionar que ese niño acaba de tomar un examen importante que podría cambiar su vida, olvidas que él no tiene que decidir, porque no es su vida, debe dejar de lado el mal recuerdo del pasado y seguir adelante porque si eso se repite, esta vez puede solo alejarse y no ser parte del problema ¿no lo habías pensado?
—Yoon—
—Si no quieres depender de mi está bien porque tienes razón, debí pedirte que confíes en ti mismo antes que en mí, que te sientas orgulloso y no dependas de lo orgulloso que me siento de ti, que creas que eres real y no dependas de que yo o alguien más lo piense. Cada vez que creo que te has superado, siempre logras hacerlo un poco más, deberías pensar en eso también—Si no podía verlo, bien podía sentirlo a mi lado, tenía la certeza de que al abrir los ojos el volvería a actuar como si nada.
La ofensa y la resignación en su voz me hizo preguntarme como se veía su rostro en ese momento, forcé mi camino a expensas de YoonGi hyung, por primera vez sentí que lo estaba usando para desahogarme y quizás algún día él pueda perdonarme porque a pesar de todo, yo estaba feliz, incluso si en toda mi vida solo podía aferrarme a esa pequeña cantidad de felicidad. Todos hemos sido egoístas alguna vez, en contra de mi dolor, de mi impotencia, de mis vacíos, de mis miedos, de mi desconfianza en mi propia existencia, usé a YoonGi hyung, pero solo él fue un poco más gentil que cualquiera, más honesto, más atento, más de todo al punto de hacerme sentir desesperado por su compañía.
Me detuve a pensarlo un momento, me dio mi espacio y espero a mi lado hasta que yo fuera quien diera una señal para que él pudiera actuar de acuerdo a lo que fuera que yo tuviera en mente, para lo que estuviera listo, mire mis zapatos y los suyos un par al lado del otro, su cuerpo más delgado y refinado con las piernas estiradas junto a las mías, me grave la imagen en la mente y con un suspiro me levanté.
Me siguió el paso hasta que abrí la puerta, no me molesté en limpiarme la cara, vi a GeumJae hyung alejarse de la puerta con una mueca algo incomoda, me pregunté si tuvo algún problema mientras estábamos dentro, pero no era momento para preguntar.
—Lamento haber arruinado el almuerzo—Me disculpé con una reverencia.
—Que va, tendremos más de esos—me sonrió esta vez un poco más suave, en modo de disculpa.
—Llevare a JiMin a su casa, ¿Noona viene por ti?
—Si sigo pidiéndole que me recoja pensara que estoy enamorado de ella.
—Lo estás.
—Ella no tiene que saberlo.
Los observé a ambos, con una punzada de alegría envidiosa, o simplemente admirando su relación.
—Nos vamos JiMin—hyung me llamó para que caminara a su lado. Me preguntaba cómo íbamos a salir y GeumJae hyung entendió mi expresión.
—Ya pagué, el mesero dice que pueden salir por la puerta de atrás e ir al estacionamiento—me informó con autosuficiencia, YoonGi hyung estaba por decir algo, pero hablé primero.
—Eres agradable hyung—sentí que tenía que decirlo, si en algún momento el dejaba de serlo, no me arrepentiría de decirlo mientras me pareciera así.
— ¿Eh? —Se sonrojó desde las orejas—Es la primera vez que un chico me dice eso—se puso ambas manos en las mejillas.
—No te estaba...—Me sorprendí por su reacción y quise aclararlo, pero no me dejó.
—Lo sé, lo sé, sigue siendo la primera vez que alguien a quien le hablo descuidadamente lo dice, suelen decir que soy molesto.
—Lo eres—respondió YoonGi hyung.
—No es así—Contradije, estaba agradecido de ver a hyung con su hermano actuar como tales, fue una clase de satisfacción inesperada.
—JiMin te llevare a comer cuando quieras, ven a visitarme al café—me dio unas palmadas en la cabeza, de pronto me sentí como un perro siendo acariciado por buen comportamiento, me guardé mis dudas al respecto.
YoonGi hyung bufó y negó con la cabeza como si estuviera descartando las palabras de su hermano, ambos salimos por la puerta de atrás, el viaje duró tres segundos en mi cabeza y quizás veinte en tiempo real, caminé hasta mi casa sintiéndome sino listo, al menos calmo antes de enfrentar cualquier cosa, sostuve el pomo de la puerta en mi mano, el frio metal recordándome la falta de dolor, pero al mismo tiempo la sensación de pérdida.
Siempre pensé que podía dejar de lado y aceptar la culpa de lo que hice, ahora que soy consciente de todo, no sé cómo verme a mí mismo a los ojos, como seré capaz de ver a esas personas, me regresé sobre mis pasos y rodeé la casa para llegar a la pared del lado derecho, subí como pude sobre el muro usando desniveles del muro para llegar a la ventana fielmente abierta desde siempre, cerré la puerta de mi cuarto con seguro al entrar y busqué bajo mi cama, entre la madera y la tela escondido saqué el libro; brillante color azul y apenas una ilustración sencilla, El diario de un vampiro en pijamas.
A veces olvido lo emocionante que es escribir, pero hay muchas personas aquí que me lo recuerdan.
Lov y'll
Coffeechurch
PD: pueden entrar al grupo de whats siempre uwu volví a dejar el link en mi biografía.