POV POCHÉ
Necesitaba un escape, necesitaba respirar y relajarme, pero no sentía que fuese prudente ir a cualquier lugar y mostrarme después de lo que paso, aunque el caso aún no se había hecho público.
Al diablo, necesitaba esto, después de matarme la mente ideando un plan para joder a Daniela Calle tenia bien merecida esta escapada, necesito sexo y no precisamente con mi prometido, necesito sexo verdadero, ese hombre no dura ni tres minutos pero en realidad no me importaba.
Tenía un lugar a las afueras de la ciudad, un negocio alternativo del que mi familia no sabía, utilice todos mis ahorros para comprar el sitio y convertirlo en lo que es, una obra maestra.
Tomé el teléfono para llamar al administrador, timbró dos veces hasta que una voz gruesa y profunda contesto
- Señora Garzón, ¿a qué debo su llamada?- pregunté.
- Carter, iré esta noche al piso cuatro y quizá después pase por el piso cinco, necesito la lista de asistentes de hoy.
- Claro señora, ya le estoy enviando la lista por correo.
- Muchas gracias Carter.
Abrí el ordenador portátil que estaba sobre el escritorio y leí los nombres de la lista que había abierto previamente, casi todos desconocidos hasta que llegue al final.
-Paula Galindo- me escuche leer- dos boletos, esto se pone cada vez más interesante.
Mataría dos pájaros de un solo tiro, empezaría mi plan y conseguiría un poco de placer, esto me causaba tanta gracia, sin darme cuenta estaba riendo cual desquiciada, una risa de hiena hambrienta, deje el despacho y subí a mi habitación, debía prepararme muy bien, tenía que estar malditamente sexy para dar inicio al espectáculo.
Varias horas después, estaba estacionando mi McLaren rojo en el estacionamiento privado del club, salí del auto con un vestido rojo que resaltaba mi piel blanca, tacones de aguja del mismo color, Carter estaba esperando en la entrada del ascensor.
-Señora Garzón, es un gusto verla, tengo reservado el sector VIP para usted- dijo con ese acento británico impecable.
-Gracias Carter- había pedido el balcón interno del cuarto piso para ver en primera fila la llegada de Paula, si venia Calle con ella estaría muy feliz, pero si no, se retrasarían los planes.
Subí al quinto piso para dejar mi bolso con la ropa de cambio que me pondría en la mañana, me ubique y pedí una botella de tequila, debía estar lo más relajada posible para esto, después de varios tragos y coqueteos con una que otra mujer linda, vi como el ascensor abría sus puertas, dejando ver a Big Sean dirigiendo a dos mujeres, una de ellas era Paula Galindo y la otra era una diosa, tenía un vestido negro que dejaba ver sus tonificadas piernas, la rubia jalo a la De ojos avellanas llevándola hasta la barra, yo las seguía con la mirada, bueno, más bien seguía el trasero de Calle, se tomaron un chupito y luego una de ellas fijo su mirada en mí, hablaron un poco y después sentí los ojos de la agente sobre los míos, sentía la adrenalina corriendo por todo mi cuerpo.
Baje las escaleras hasta la pista aun mirándola, ella se tomó otro trago y rápidamente hizo su camino hasta mí, me escaneo, no puedo negar que su mirada me causo escalofríos.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca le hable.
- Agente Calle- dije acercándome a sus labios - que agradable sorpresa- me acerqué aún más, dejando un beso en su mejilla.
- Señorita Garzón, siempre es placentero verla, pero para mí sí que es mucha sorpresa, ¿desde cuando eres una chica de clubes?- preguntó, oh Dios Calle, si tan solo supieras en quien me he convertido y todo gracias a ti, pensé.
- Desde hace mucho, pero tengo una razón en particular- susurre cerca de su oído y justo en ese instante el Dj sonó The Hills, todo iba perfecto.
Rodee su cuello con mis brazos mientras me frotaba contra ella, la sentía suspirar, sus manos estaban en la parte baja de mi espalda, dudosas.
- ¿Te gusta mi trasero, agente?- Pregunté con un tono inocente, ella abrió los ojos y me miro con lujuria, esto no estaba siendo fácil, me sentía desnuda con solo esa mirada pero debía ser la dueña del juego, empecé a cantar suavemente el estribillo de la canción, al terminar, me voltee poniendo mi trasero muy cerca de su pelvis, la idea era excitarla pero debo aceptar que yo ya lo estaba.
Inesperadamente ella se pegó a mi oído cantando suavemente, creo que estoy a punto de mojar mis bragas, agarro fuertemente mi cintura y se pegó más a mí disfrutando el contacto gimiendo en el acto, yo estaba mordiendo mi labio para evitar hacerlo.
Me voltee para calmarme un poco, debía hacer esto con la mente centrada.
- No sabes lo que te espera, Calle- dije antes de atacar sus labios y empezando así la primera fase del plan.
Ella siguió el beso de una forma tan caliente que juro podía sentirme en el infierno, puse mi mano en su nuca para profundizar, cepille su labio inferior con mi lengua pidiendo acceso, cuando me concedió el permiso, tuve que gemir, su lengua y la mía entraron en un vaivén descabellado, había olvidado lo bien que besaba Calle, pero ahora yo tenía mucha más experiencia, me aleje en búsqueda de aire y pude ver sus ojos aun cerrados mientras se relamía los labios, ¡Maldita sea! ¿Puede esta mujer ser más sexy?, abrió los ojos y pude ver la emoción en ellos, ella parecía un león apunto de matar a su presa, me reí internamente, esta noche no, mi querida agente.
- Un placer bailar contigo, Agente- guiñe y me aleje dejándola atónita en la pista, me acerque a la zona VIP y me tome tres tragos de un solo tiro, Joder, estaba tan excitada aun, pero no podía dejarme llevar por eso, no podía follar con ella... aun.
La busque con la mirada, estaba en la barra tomándose un chupito y con un coctel en la mano, parecía un BloodyMary, aparte la mirada cuando ella me buscaba en el balcón, mire a una de las chicas con las que había estado coqueteando antes, ella entendió y se acercó sentándose a mi lado, hablábamos de cualquier cosa pero yo no podía dejar de pensar en lo que había pasado allá abajo. Volví a mirar y Calle estaba mirando a la chica a mi lado de forma asesina, estaba celosa, reconozco esa actitud, esto se pone cada vez mejor.
Lleve mi mano a la parte baja de la espalda de la castaña que me acompañaba y susurre en su oído pidiéndole ir a un sitio más cómodo, nos levantamos y bajamos las escaleras para dirigirnos al ascensor, tenía un acceso privado en esa zona para ir al quinto piso pero decidí pasar por el frente de la agente, cuando estábamos casi en la puerta sentí que alguien me jalo, chocando con un cuerpo que respiraba agitadamente.
- ¿Qué demonios crees que haces?- pregunto Calle claramente enojada.
- ¿Qué parece que hago?- respondí burlona- intento ir a pasar una gran noche y tú estás interfiriendo- termine mientras intentaba soltarme de su agarre pero me encontré con un apretón más fuerte.
- No iras a ningún lugar con esa puta- ordeno mientras me miraba intensamente, rodeo mi cintura de forma posesiva.
- Daniela, suéltame, me estas lastimando- dije, aunque la verdad es que me estaba gustando.
- No, ¿Quieres que te suelte para que puedas ir a follartela?, acabas de besarme mientras bailamos, de una forma que no puedo describir y ¿ahora te vas con esa zorra?- dijo mientras me pegaba a su cuerpo- sé que con la que quieres irte esta noche es conmigo.
- Jesus, Agente, solo fue un beso- dije cerca de sus labios- ahora suéltame si no quieres que mande a buscar a seguridad- dije con un tono más firme.
- Llama a quien quieras- dijo y yo mire a la mujer con la que pretendía irme pero ya no estaba, maldita sea.
- ¿ves?, ya no está, me has espantado un buen polvo- solté molesta.
- Puedo recompensarte, no solo te daré un polvo, te voy a follar como nunca antes te lo han hecho- dijo mientras mordía el lóbulo de mi oreja, eso era muy tentador.
- Agente, ¿desde cuándo estas tan desesperada por un polvo?- pregunte burlándome, pero por dentro estaba imaginando las formas de comérmela entera.
- Vamos Poché, no me digas que no quieres- dijo y yo me solté de su agarre.
- Veamos qué es lo que tienes, Calle- dije y la atraje al elevador, las puertas se cerraron y marque la contraseña para el quinto piso, al terminar sentí como me pegaban a la pared fría, pude sentir la pelvis de la castaña apretando- pero que agresiva, Agente, ¿es porque me he portado mal?, ¿va a castigarme por eso?- dije con la voz un poco ronca, la excitación me estaba matando.
- Te voy a castigar por provocarme- susurro en mi oído.
Las puertas se abrieron y caminamos por el oscuro pasillo, esta será una noche muy larga, pero me encargare de que nunca la olvide.