CAPITULO 32

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POV CALLE

Dormir era lo último que podía hacer gracias a la turbulencia que sufría el Jet, estaba física y mentalmente agotada sin mencionar la preocupación y las ganas inmensas de escuchar la voz de cierta chica de ojos aceitunados. En el asiento de enfrente y muy despierto estaba Villalobos, el hombre que se había convertido en mi sombra desde que fue asignado a mi unidad, muchas veces me pregunte acerca de su frialdad, nunca tuvimos una relación de trabajo convencional, no nos comunicábamos para más de lo necesario y aún sigue siendo así, con la diferencia de que ahora conozco la causa de su apego, tuvo la oportunidad de dirigir su propia unidad en Dallas pero se negó rotundamente alegando que aún tenía muchas cosas que aprender a mi lado, pero la realidad era que su deber era permanecer conmigo, un deber que no entendía aun del todo pero que se había convertido poco a poco en lealtad.

- Aterrizaremos pronto, susurro una voz femenina cerca de mi oído mientras se sentaba a mi lado y tomaba mi mano entrelazándola con la suya- asentí observándola con detenimiento, era realmente hermosa, su rostro perfilado, labios jugosos, su cabello rosado caía como cascada a un lado, pero no era el azúl que me volvía loca; un beso de su parte me tomó por sorpresa mientras miraba de reojo a Sebastián que hacia como que no estaba ahí- ¿Te quedarás conmigo en el hotel?- preguntó la cantante.

- Hals, de verdad no puedo- me sincere mientras apretaba su mano tratando de no parecer tan cortante- te agradezco que me salvaras el trasero llamando a la estación, pero estoy acá porque debo resolver unos asuntos, además...- no me dejó terminar, un beso muy corto calló mis excusas.

- Lo sé, esa empresaria engreída te atrapo- suspire- ¿podemos tener una despedida al menos?

- No lo creo, formalizare mi relación con ella al volver- revelé cautelosamente mientras soltaba su mano para atraerla en un abrazo- muchas gracias por todo señorita Frangipane- susurré con media sonrisa al recordar lo mucho que odia que use su apellido.

- Daniela Daña momentos Calle señoras y señores- dijo con su particular sarcasmo mientras besaba mi mejilla- puedes buscarme cuando quieras, siempre estaré dispuesta para ti.

- Lo tendré en cuenta- dije cerrando mis ojos para por fin conciliar el sueño con cierta empresaria peliazul en mi mente.

...

- ¿Dónde nos encontraremos con tu contacto?- preguntaba Villalobos mientras aseguraba que sus armas no se vieran debajo de la chaqueta café que estaba usando.

- Después de escoltar a Halsey a su hotel debemos tomar el tren hasta Girona, ahí nos estará esperando- dije mientras tecleaba un mensaje en un teléfono privado que me había proporcionado  la artista. Según mis cálculos, en Estados Unidos es de madrugada, Poche leerá el mensaje en cuanto despierte y no voy a poder comunicarme con ella en unos días más.

- A trabajar- acomode mi gorra, chaqueta y enfunde bien mi arma, salí de la limo con Villalobos y Halsey en el medio de ambos apartando a los paparazis, la lluvia de flashes me desesperaba, entramos al lobby del hotel dejando a la seguridad del mismo asegurando la entrada.

- Supongo que hasta aquí llego nuestro viaje- dijo la mujer frente a mi mientras me abrazaba- cuídate mucho, Comandante- se separó levemente dejando después un beso en la comisura de mis labios, le guiño el ojo a Sebastián y luego desapareció detrás de las puertas del elevador.

- ¿Cómo lo hace, jefa?- levanté una ceja y observé al hombre que se situaba a mi lado con una sonrisa burlona, de las pocas que he podido apreciar en su rostro- parece que todas caen a sus pies.

- El encanto Calle- sonreí engreídamente mientras caminábamos hasta las puertas del hotel que aún estaba abarrotado de fotógrafos y fans.

Pasamos desapercibidos y en la esquina del sitio tomamos un taxi hasta la estación de trenes, compramos los boletos y subimos al vagón correspondiente.

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now