CAPÍTULO 41

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POV POCHE

El ruido lejano del despertador perturbó mi tranquilidad matutina, ése sonido exasperante me sacaba de quicio ¿Por qué no había cambiado el estúpido tono antes?, traté de levantarme para apagar el irritante tono pero un brazo rodeando mi abdomen me lo impedía, en ése momento recordé lo que había sucedido la noche anterior, giré mi cabeza y me encontré con una castaña durmiendo plácidamente. Estábamos en ropa interior, por lo que supongo que en algún momento de la madrugada nos deshicimos de la ropa.

- Si no apagas eso, me voy a levantar y lo tirare por la ventana- dijo la castaña después de un gruñido, su voz al despertar era algo que sencillamente nunca me cansaría de escuchar.

- Si cierta persona me soltara...- me incliné para llenar de besos su mandíbula recibiendo pequeños suspiros de su parte, reafirmó su agarre y pasó una de sus piernas por encima de mi pelvis- ¿no quieres que vaya a apagar la alarma?- pregunté seductoramente mientras le acariciaba el brazo.

- Que sea rápido- me soltó, me dispuse a buscar el teléfono que jugaba conmigo a las escondidas, lo encontré en el espacio que dejaba el nochero y la cama, silencié el aparato y caminé hasta el baño- Vuelve a la cama- ordeno Daniela.

- Me temo, comandante, que esa orden no podrá ser cumplida, he decidido volver al trabajo- respondí mientras me sacaba la ropa interior.

Abrí el grifo de la regadera dejando correr el agua, puse una de mis manos debajo de las gotas y comprobé la temperatura, perfecta.

Los vidrios de la ducha estaban empezando a empañarse para cuando decidí dejar que el agua recorriera todo mi cuerpo.

- ¿Te he dicho cuanto me encanta tu espalda?- susurró la comándate en mi oído mientras apretaba mi trasero, un gemido salió de mis labios antes de que lo pudiese detener.

- Esa no es mi espalda- dije pegándome más a ella sintiendo su centro chocar contra mí.

Carcajeo bajito mientras sus manos traviesas jugueteaban sobre mi vientre para terminar apretando mi cintura y pegando mi trasero más a ella, podía sentir sus pechos resbalando por mis omoplatos.

- Error de cálculo- respondió después de unos segundos- ¿es necesario que vuelvas a la empresa?- preguntó mientras besaba mis hombros con delicadeza.

- Llevo muchas semanas ausente, no puedo delegar más mis labores, debo ponerme al frente y asumir la situación- dije dándome la vuelta.

El cuerpo de aquella mujer frente a mí era simplemente una escultura que estaba dispuesta a recorrer, con mis manos repasaba cada borde, sus clavículas, sus túrgidos pechos, su abdomen definido, su pelvis... su pelvis...

- ¿Calle?- la llamé bajito con la respiración atorada en la garganta, ella me observaba con los ojos llenos de flama sensual- ¿Qué es?- pregunté mientras acariciaba un tatuajes que no recordaba haber visto antes.

- Eres tú- respondió mientras caminaba haciéndome retroceder cada vez hasta que mi espalda sintió la fría pared.

- ¿Cuándo? ¿Por qué?- cuestioné mientras llevaba mis labios a su cuello.

- Unos meses después de que te fuiste- respondió sincera- estaba segura de que lo habías visto en nueva york.

- No creo haber tenido oportunidad de distinguirlo en la oscuridad de la noche por no decir otra cosa, en la mañana todo fue muy rápido, vi que los tenías pero no pude reparar- dije mientras acariciaba su espalda, no quería ahondar más en el tema porque eso nos llevaría al pasado- ¿Te quitaste la venda?- pregunte recordando el estado en el que había llegado anoche.

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now