CAPITULO 38

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POV PAULA GALINDO

La investigación por el homicidio de Mario Ruiz había avanzado demasiado rápido, tanto que mis informantes no pudieron advertirme con más anterioridad que las pruebas indicaban que Calle era la responsable; aún no podía tener certeza de nada, no había hablado con Daniela y a estas alturas no podía creer en mi intuición.

Parqueé el carro a las afueras de la estación revisando mi bolso y los papeles que podría llegar a necesitar; mi plan hasta ahora era sacarla bajo fianza.

- Buenas, soy la abogada de la Comandante Calle- le informé al joven oficial de la recepción.

- ¿Señora Renata Medina?- Preguntó el chico mientras tecleaba- Se supone que usted está reunida ahora con la comandante- mi cara confundida debió ser suficiente para que supiera que no había entendido nada- Usted no es la abogada Medina.

- No, soy Paula Galindo- dije exasperada, el chico volvió a la computadora con el ceño fruncido.

- Esta bien, ya vi donde está el error- por lo menos- La abogada medina fue designada por el departamento, puedo hacer que pase un momento a hablar con la comandante, la verdad aquí nadie cree que ella hiciese tal cosa- lo observé mientras asentía- muy bien, sígame por favor.

El joven se levantó de su sitio en la recepción no sin antes cruzar unas palabras con una chica que se encontraba a su lado.

Caminamos por el pasillo hasta llegar al ascensor, no entendía aún porque Daniela no me había llamado, aún peor, no entendía cómo había aceptado una abogada proporcionada por el departamento que la estaba acusando. Las puertas del cubo de metal se abrieron dejando a la vista varios escritorios separados por pequeños caminos, eran como callejones, ya conocía este lugar como la palma de mi mano y según yo nos dirigimos a la oficina de Calle, no me equivoqué, al llegar a la puerta el joven dio dos golpes, se escuchó una aprobación del otro lado y me pidió que esperara un momento mientras de adentraba al lugar.

El uniformado salió segundos después indicando que podía pasar y después se retiró dejándome un poco nerviosa frente a aquella oficina, me armé de valor y con paso decidido ingresé.

- Buenas tardes- saludé lo más cordial que pude mientras Daniela se levantaba para rodear el escritorio y quedar en el medio de la mujer que supuse era la abogada.

- Renata, te presento a Paula Galindo- Renata, ya deben conocerse, de no ser así no utilizaría su nombre de pila- Paula, ella es Renata Medina- estrechamos nuestras manos en un rápido saludo mientras trataba de sonreír lo más natural posible.

- Es un gusto, abogada Galindo, tengo que confesar que admiro mucho el trabajo de su despacho- la mujer me observaba fijamente a los ojos generando una incomodidad indescriptible, carraspeé para evitar que al hablar mi voz se cortara.

- Gracias, me gusta hacer las cosas bien- dije esto observando a Calle quien sonreía con suficiencia hacia la abogadita.

- Bueno Paula, ¿A qué debo tu visita?- preguntó Daniela con intriga.

- Bueno, a no ser que esté equivocada, te arrestaron hace un rato y se supone que soy tu abogada- apoyé el peso de mi cuerpo en mi pierna derecha mientras ponía una mano en el escritorio.

- A no ser que esté equivocada- me miró dubitativa- no solicité tus servicios- la tensión en el ambiente realmente podía cortarse, nuestras miradas se encontraron en una lucha interminable de cosas que no decíamos pero sabíamos, Daniela sabía que estaba trabajando a sus espaldas.

- ¿Vas a quedarte con un defensor que te proporcionó el departamento?- pregunté notando la incomodidad de la tercera persona en la habitación- sin ofender- dije observando a la mujer con apariencia impoluta, realmente se veía bien, demasiado bien, había algo en ella que no me terminaba de cuadrar.

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now