CAPITULO 14

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POV DESCONOCIDO

“En la tarde de hoy se registró un atentado en contra de la magnate de la tecnología María José Garzón, dueña de Industrias Garzón, el suceso ocurrió en las inmediaciones de la calle séptima y termino en las antiguas vías del tren, al parecer fue un intento de secuestro fallido”

Estrelle el vaso que contenía tequila contra la pared de concreto.

- No puedo creer que esté trabajando con personas tan ineptas-

“La policía de los Ángeles en una reacción rápida logro frustrar las intenciones de los supuestos delincuentes, la acción dejo 5 fallecidos y dos heridos, dos oficiales y tres de los supuestos secuestradores perdieron la vida en el enfrentamiento, hasta ahora no conocemos detalles de la salud de la empresaria”

Sonreí, por lo menos habían acabado con algunos policías bastardos, espero que los estúpidos que murieron hayan seguido mis órdenes al pie de la letra y que la gran Agente Calle mañana tenga un velorio con trompetas, flores, como toda una heroína; aun no tenía noticias de los otros dos hombres enviados para la misión.

Apague el televisor y di la vuelta para admirar las luces tenues de la lejana ciudad atravesando la penumbra, un gran ventanal frente a mí era lo único que me separaba del gran barranco sobre el que se levantaba la gran estructura sobre la que estoy de pie, una casa cubierta de vidrios polarizados y blindados tal como me gustaba, había estado tanto tiempo en la oscuridad observando y esperando el momento preciso para actuar, tanto que me había acostumbrado a el extraño poder que te ofrece estar en el anonimato.

Tres toques en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

- Adelante- dije sin voltearme.

- Buenas noches- escuche la voz nerviosa de un hombre.

- Hasta que por fin apareces, espero que traigas buenas noticias- dije volteándome para mirarlo directamente a los ojos; saque una caja de cigarrillos del bolsillo de mi pantalón junto con un encendedor, Piel roja, tan fuerte que sientes arder la garganta, puse uno en mi boca y lo encendí rápidamente, el hombre frente a mi observaba todos mis movimientos; inhale aspirando tanto como pude llenando mis pulmones de humo caliente, respire para luego dejarlo salir por la nariz y la boca de forma intermitente.

- Perdimos tres fichas y uno de nuestros contactos dentro de la mansión Garzón- dijo el hombre desviando la mirada, sabía que me tenía miedo, lo intimidaba y me gustaba que así fuese.

- Sabes perfectamente cuál es la información que estoy pidiendo, así que déjate de estupideces- solté fríamente.

- La corona quedo intacta y el soldado está herido, dos disparos, lo último que supe fue que estaba desangrándose, no hemos obtenido más información de nuestro infiltrado en la estación.

Aun no tenía la certeza de que la desgraciada de Calle estuviese con la boca llena de moscas.

Había establecido nombres en clave para cada persona que representaban las cartas de mi oponente, aun no tenía claro quién era el desgraciado pero tenía la certeza de que era la heredera del bastardo de Juan Carlos Garzón
María José Garzón era la corona y el objetivo principal
Daniela Calle era el soldado
La estación de policía era la gran bastarda
La hija de los Galindo era la defensora, esa hija de puta estaba inmiscuida en todos mis asuntos de forma indirecta.

Las otras fichas serán reveladas más adelante, hasta ahora estas eran algunas importantes y para llegar a la corona debía matar al soldado.

Camine hacia un gran tablero al fondo de la habitación, había un esquema interconectado.

Todo cuadraba, María José Garzón tenía sus manos en todos lados, debía ser ella mi contrincante, la más preparada y la más centrada, aunque no debía desestimar a la agente Calle, ella sabía cómo jugar, era jefa de un escuadrón en la policía de los Ángeles, ella lo tenía todo, lo que no me cuadraba era que siempre estaba exponiéndose, eso no encajaba con la personalidad de la persona a la que me enfrentaba.

La trinidad, como habían denominado mis jefes a los tres hombres que lo empezaron todo, Juan Carlos Garzón, German Calle y Manuel Galindo debían dejar a cargo a alguien inteligente, con mente fría y estratega.

- ¿Qué ha dicho nuestro informante de la perra de Garzón?- pregunte acabando con una calada el cigarrillo.

- Bueno, sucedió algo curioso- dijo el hombre en voz baja.

Lo mire, alentándolo a que siguiese hablando.

- Al parecer ella ha salido de la Mansión sin previo aviso en una motocicleta, el destino es desconocido.

Camine rápidamente a mi escritorio tecleando en ordenador, ingresando códigos pero mi búsqueda no dio frutos.

- ¿La motocicleta no tiene rastreador?- pregunté.

- No, ella nunca la usaba, por lo menos no desde hace mucho y no creímos necesari…- lo interrumpí al gritarle.

- ¿NO CREYERON NECESARIO PONER EL MALDITO RASTREADOR?- el hombre se exalto.

- Non- no, no pensamos- titubeo.

- Ese es el problema, ustedes no piensan, quien piensa soy yo y recuerdo haberles dicho claramente que quería rastreadores en todos los vehículos de la mansión- dije seriamente esperando una explicación.

- El problema es que ese maldito garaje tiene sensores, solo se tiene acceso a el si ella lo permite, es la única que puede abrirlo y hay un par de autos viejos junto con las motocicletas que nunca salen de el, por eso no tienen rastreador- dijo.

- ¿Por qué no sabía yo eso?- pregunte viendo sus ojos brillar- ¿Para qué mierda tenemos tanta tecnología a nuestra disposición si no la usamos?

- Lo lamento- contesto rascándose la nuca.

- Con lamentarlo no arreglas nada, de ahora en adelante harán lo que les diga y si se encuentran con un obstáculo para cumplir mis órdenes, me lo dirán, ¿Entendido?- asintió.

- Retírate, no quiero ver tu maldita cara hasta que te mande a buscar- escupí con resentimiento.

Él obedeció y salió haciendo el mínimo ruido.

Me puse al frente del ordenador nuevamente y trate de rastrear su teléfono móvil, pero aparecía ubicado en la mansión, entonces una idea vino a mi cabeza, su reloj digital, tenía entendido que casi nunca se lo quitaba, solo para eventos elegantes y de etiqueta.

Seguí tecleando hasta que el sistema empezó a buscar, la triangulación arrojaba varios lugares, a los que definitivamente no puedes llegar en tan corto tiempo y mucho menos en motocicleta.

Debe tener un transmisor que desvía las señales rebotando en diferentes satélites, es algo inteligente y solo había ocurrido en un par de ocasiones, ésto disipa mis sospechas.
En varias ocasiones trate de violar el sistema de seguridad de Industrias Garzón y en una de ellas deje un rastro de la dirección IP del ordenador, no me percate hasta que me llego un mensaje de una señal directa, la pantalla se puso negra y decía en letras blancas que rebotaban como salvapantallas “TE ENCONTRE”, trate de rastrear al hijo de puta que había hackeado mi sistema pero la señal rebotaba justo como ahora, dándome nombres de ciudades en diferentes países, me habían pillado y como medida de seguridad me traslade a este lugar, instale un dispositivo fabricado exclusivamente por una agencia alemana de tecnología, cada vez que alguien tratase de encontrar mi ubicación se encontraría con una pared impenetrable, no hallaría nada, no me deshice de mi antigua dirección IP, los mensajes siguieron, cada vez que intentaba hacer algo en contra de los Garzón, el desconocido se interponía, dejando indefenso mi sistema operativo enviando un mensaje “ESTOY CADA VEZ MAS CERCA”.

Ahora tenía la seguridad de que se trataba de la mismísima María José.

- El juego apenas empieza- dije en voz alta mientras planeaba mi siguiente movimiento.

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now