CAPITULO 22

4.1K 253 5
                                    

POV POCHÉ

No tenía ni la más remota idea de lo que había sucedido, todo fue tan rápido y ensordecedor, en un instante estaba divirtiéndome en la barra y de pronto ya estaba arrodillada en el suelo pensando en todas las cosas que había dejado sin resolver, mis guardaespaldas no estaban a la vista, la chica con la que había estado disfrutando estaba inconsciente en el suelo y mi amiga estaba siendo esposada para correr quizá mí mismo destino, Calle había desaparecido de aquel lugar, supongo que gracias a mi actitud, aunque según ella yo no sabía que estaba aquí.

Todo paso en cámara lenta y rápido a la vez, vi un objeto atravesar la mano de quien me estaba apuntando y al instante una mancha negra deslizándose por el suelo, de repente estaba de la parte de atrás de la barra con un arma entre mis manos, le había disparado a un hombre para evitar que mataran a Calle, quién me había salvado a mí en primer lugar, pero ella estaba herida, necesitaba saber si estaba bien y como soy tan estúpida solo me quede mirando en su dirección mientras huía del lugar.

Vi aparecer a quienes se supone debían cuidar de mi seguridad por un pasillo, ellas habían sido encerradas en el baño después de haberlas dejado inconscientes, esto era grave, si sabían que ellas eran las encargadas de mi seguridad lo más probable es que hayan estado siguiéndome desde que llegue.

La agente Villa me pidió que usara en audífono que me había quitado al entrar aquí, no sé porque pensé que era buena idea, quizá fueron las copas de vino que ya traía encima desde la cena, al ponérmelo y contestar el llamado de la rubia desee quitarlo de nuevo, sus gritos eran desesperados y apabullantes.

- Estuve mucho tiempo tratando de localizarte para advertirte que habían personas detrás de ti ¿puedo saber porque demonios te has quitado el audífono? No sabes el susto que me diste, cuando vi los niveles de estrés de tu reloj quise mandar todo a la mierda y llenar ese sitio de policías
¿Qué rayos estaba pasando por tu cabeza?
En los planes no estaba ir a un club nocturno.

- Lo sé, lo sé, lo siento Paula, de verdad no estaba pensando bien y me deje llevar por mis emociones, no se volverá a repetir.

- Espero que no, no solo expusiste tu vida, también la de tus acompañantes y la de Calle, ¿la viste?, según el rastreador ella está en este momento andando por la carretera.

- La he visto, pero estaba encapuchada, si no hubiese sido por ella no la contaba y Paula, hay algo que debes saber.

……

- Daniela está herida- cerré los ojos para escuchar el sermón que me daría, pero en cambio encontré silencio y un sollozo- ¿Paula?, te juro que lo siento, sabes que ese asunto se escapó de mis manos, ella no tenía por qué estar aquí.

- ¿Cómo sabes que está herida?.

- Le dispararon frente a mí, yo actué lo más rápido que pude y le dispare al hombre que lo hizo, ¿Qué haremos con esto?.

- Mandare a un grupo especial para que limpien, tengo algunos contactos con el sheriff de ese estado, debes salir de ahí lo más rápido posible sin ser vista, ya estoy hackeando el sistema de seguridad del lugar, borraré las cintas de grabación, más te vale que Calle esté bien.

- La primera en castigarme si le pasa algo seré yo misma, ¿Qué pasa con el otro asunto?.

- Debes hacerlo hoy, ve a cambiarte, te enviare las coordenadas, tienes 4 horas, el jet te estará esperando para traerlas de regreso, cuídate y nada de estupideces.

Lo que sucedió esa madrugada marco el inicio de un plan estrictamente milimetrado, habíamos sufrido algunos retrasos y Cabello se había lastimado la muñeca derecha pero aparte de eso la operación había sido todo un éxito, en este momento admiraba como el sol hacia su aparición a través de la ventanilla del Jet, sentía nostalgia sumada a una cantidad de sentimientos negativos, una lagrima empezó a rodar por mi mejilla e instantáneamente la limpie con el dorso de mi mano, necesitaba ver a Daniela, necesitaba abrazarla y saber que estaba bien, Paula no quiso decirme nada acerca de su estado de salud con la excusa de que ella había estado refugiada en el bunker durante el fin de semana.

Aterrizamos a eso de las 8 de la mañana, le dije a Cabello que podía tomarse el día de hoy y el de mañana, Villa tendría que esforzarse más pero era necesario, la otra mujer necesitaba descansar.

Llegamos a la mansión, me cambie de ropa para estar más cómoda, pantalones de mezclilla, tenis blancos, remera blanca y chaqueta de mezclilla.

Subí al convertible y baje la capota, le ordene a Villa ir con Paula para entregar lo que habíamos ido a buscar en la madrugada y aproveche para escabullirme, me había quitado el reloj dejándolo en el cuarto, no quería ser encontrada.

Tome mi celular enviando un rápido mensaje recibiendo a los pocos minutos una respuesta positiva, estacione el auto afuera de un edificio esperando a quien sería mi acompañante, la divise e hice sonar la bocina, subió al asiento del copiloto y arranque lo más rápido que pude, no tenía muy claro hacia dónde íbamos pero sabía que estábamos cerca de la playa así que

¿Por qué no?

El camino fue silencioso, nos miramos tímidamente en repetidas ocasiones, tenía unas ganas inmensas de romper el silencio pero preferí esperar hasta llegar a nuestro destino, mientras tanto pude admirar sus facciones inquietas, se le veían los nervios por encima de la ropa y no le culpaba, mi mensaje fue tan repentino que ni siquiera esperaba que accediera a verme.

Llegamos a un pequeño muelle y aparque el auto a unos pocos metros de este, le invite a salir y caminamos sobre ese ambiente cálido, las olas rompían en la orilla y sobre las piedras, el olor a salitre inundaba mis fosas nasales, tranquilidad era lo que sentía, tranquilidad que pronto iba a desaparecer.

- ¿Por qué me seguiste a Canadá?- me anime a preguntar a una tensa castaña, ella detuvo su andar por un momento y siguió caminando.

Escuche que aclaraba su garganta mientras miraba al frente, así estuvo hasta que llegamos al muelle y nos sentamos en el borde.

- No sentí que estuvieses lo suficientemente segura- respondió sin mirarme.

- Aun así tuviste el descaro de llamar a Laura Villa para preguntar cuando volvíamos- cuestione.

- Estaba preocupada por ti- soltó en forma de susurro.

Nunca había visto a Daniela tan apagada y con el ánimo tan bajo, era difícil saber que era lo que estaba pasando por su cabeza.

- Y yo por ti, Calle, fue una estupidez lo que hiciste allá, ¿enfrentarte a tres hombres armados y sola?

- Solo dos de ellos estaban armados- me corrigió.

- Pero que consuelo, agente- dije severamente mientras la miraba- pudiste haber muerto.

- No paso, eso es lo importante, pudiste morir tú- dijo al fin mirándome con el rostro endurecido.

- Mi vida no importa, tú no tienes nada que ver en el problema…-

- Si tengo que ver. Poché- me interrumpió- tengo todo que ver cuando alguien se mete contigo- sus ojos estaban cristalinos y yo no me podía creer lo que estaba observando, era la misma chica de la que me había enamorado en mi juventud, eran los mismos ojos.

- Esos son mis problemas y por la misma razón decidí que no te hicieras cargo de mi seguridad.

- ¿Pero por qué? Yo podría hacerlo mejor y lo sabes, podría tenerte más segura.

- Eso no lo decides tú- dije exasperada.

- ¿Dime por qué? ¿Por qué no me dejas cuidarte?.

- ¿Es que no te das cuenta estúpida?, eres una idiota- dije levantándome para caminar, a pocos metros sentí como me sujetaban.

- ¿De qué debo darme cuenta?- pregunto Calle demasiado cerca de mi rostro, creo que si tuviese el reloj puesto ya Paula habría mandado a cien personas- Responde.

- De que me importas mucho, imbécil, que no quiero que te pase nada, que estando conmigo corres peligro y me moriría si algo llegara a pasarte- dije sujetando su rostro para besarla con necesidad, en ese momento estaba soltando todas mis promesas, las que me hice a mí misma y a Paula, necesitaba a Daniela y el pasado no podría importarme menos, ya la estaba perdonando, no me importaba el que se hubiese acostado con esa zorra en preparatoria, ella había expuesto su vida por mi dos veces y estaba dispuesta a hacerlo de nuevo, yo por mi parte estaba dispuesta a dejar mi vida en éste beso, estaba dispuesta a tenerla a mi lado sin importar el costo y fue ahí, mientras me besaba que comprendí que contra el amor nadie puede, ni siquiera el tiempo.

CONTRA EL TIEMPO (Caché)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें