CONTRA EL TIEMPO (Caché)

CAPITULO 8

POV DANIELA CALLE
En qué momento había pasado de estar disfrutando la noche, de creer que llegaría a segunda base para ahora estar esposada en una maldita silla, excitada y sola, lo sé, patético.

Había evitado que Poché se fuese con otra chica y ahora, supongo que debe estar follando con cualquier otra perra, digo, por lo menos vi la cara de la castaña con la que se iría antes, podía buscarla mañana, encontrarla cometiendo un delito, arrestarla y torturarla, solo es un caso hipotético de lo que podría hacer; ahora debo dejar de pensar pendejadas y buscar una forma de salir de aquí, ¡MALDICION!

Esta Maria José Garzón que estaba conociendo es completamente diferente a la tierna y dulce niña que conocí en la preparatoria, la de ahora es arrogante, odiosa y calculadora.

Casi parecía que solo quisiera jugar conmigo, pero entonces recordaba como su piel había reaccionado a mi toque, los gemidos leves, su mirada profunda, esas cosas no pueden fingirse, la verdad es que siempre he estado jodida por ella, desde siempre, esa actitud misteriosa, sus ojos verdes eran mi perdición, tenía una voz profunda que te hacían querer sumergirte y ahogarte; lo importante ahora es, que carajos le voy a decir a Galindo cuando salga de esto.

Sentí que habían pasado horas cuando un hombre alto y rubio entro a la habitación, estaba totalmente vestido de negro.

- Señorita Calle, si me permite, la sacaré de aquí y la devolveré al club- dijo pausadamente, ¿Cómo que si me permite?, ¿acaso piensa que disfruto estar aquí esposada?- Asentí, era una situación vergonzosa, pero más importante aún, ¿cómo sabia el que yo estaba en este lugar?

Saco una llave pequeña y se agacho detrás de mí, soltó las esposas e inmediatamente acaricie mis muñecas.

- ¿Quién le dijo que estaba aquí?- pregunte extendiendo una mano tratando de preguntar su nombre.

- Carter- dijo- será mejor que no haga preguntas, lo importante es que va a salir de aquí.

- Señor Carter, soy agente de policía, ¿entiende que puedo abrir una investigación para este sitio?- amenace.

- No sería recomendable, señorita, las cámaras del pasillo muestran que usted no puso demasiada resistencia para que la trajeran aquí- levanto las cejas de forma sugerente, ¡hijo de puta!- Tenemos todos los permisos reglamentarios, así que, si no es más, permítame dirigirla a su destino- termino dándome la espalda y abriendo la puerta, lo seguí, el abrió el ascensor y digito unos números.

- Que tenga una maravillosa noche, agente- dijo mientras salía del ascensor.

Me sentía tan estúpida, humillada, pero esto no se quedara así, para jugar se necesitan dos, y yo empezaría a usar mis cartas.

Las puertas se abrieron dejándome nuevamente en el club, busque a Paula en la barra pero al parecer no estaba ¿estará buscándome?

Pedí un chupito y me senté en una de las bancas, intente buscar a la rubia con la mirada, y adivinen, ella estaba bailando muy cerca con un hombre muy apuesto.

¡YO ESTABA PREOCUPADA DE QUE ELLA ESTUVIESE PREOCUPADA!

Pero la muy perra estaba pasándola de lo lindo, claro, yo pensando que estaba buscándome, pfff, esa es mi mejor amiga señoras y señores.

Después de varios tragos decidí que era hora de irme, así que intente hacerlo sin que la rubia lo notase, cuando estaba a punto de salir, escuche como gritaban mi nombre, era la perra bailarina.

- ¿Pensabas irte sin mí?- pregunto alcanzándome, ella estaba ebria.

- Pues vi que estabas de maravilla allá- respondí secamente.