CAPÍTULO 49.2

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El hombre frente a mi me miraba con sus ojos brillantes y su sonrisa traviesa.

- German- apenas pude decir.

- Dani, tienes que saber que yo siempre estuve orgulloso de ti- dijo mientras me miraba con lo que parecía ser amor, ese amor que siempre espere ver.

- Entonces estás vivo- dije con la vista empañada.

- Siempre estaré vivo en tu corazón ratona, siempre estaré ahí- dijo señalando su pecho- Ratona, deberías ver más allá de tus narices y entender que Paula puede ser tu mejor aliada, quién está detrás de todo esto solo ha buscado dividirlas porque sabe que es la única forma de ganar.

- No soy tan buena como tú- baje la mirada avergonzada.

- Eres incluso mejor, solo sigue tus instintos- volví a mirarlo pero ya no estaba- una sonrisa escapó de mis labios.

Me levanté rápidamente y tome la botella de ron que estaba sobre la mesa, vertí un poco en la cara de la rubia quien despertó al instante tosiendo.

- Debemos ir al cementerio- dije mientras le tendía la mano.

-

No sabía qué hora era, seguramente muy de madrugada pero no importaba, ya había revisado la tumba de Juan Carlos y los restos mortales del hombre estaban ahí, tomé uno de sus dientes para verificar en caso de que encontrásemos los restos de los tres hombres, decidí que la siguiente tumba que saquearía sería la de mi padre.

- Calle- Paula quién había decidido quedarse observando como yo hacia todo el trabajo duro me llamó- hay un hombre ahí- dijo señalando y efectivamente a unos pasos estaba una figura que ya era demasiado conocida para mí.

- ¿Pensaste acaso que te quedarías con toda la diversión?- con pala en mano Daniel se acercó y juntos excavamos la tierra que yacía encima del ataúd de mi padre.

Abrimos aquella caja y un sentimiento fugaz de decepción se atravesó en mi corazón, ahí entre la tierra negra y el ataúd se encontraban los pocos restos de Germán Calle, tome uno de sus dientes para hacer lo propio apenas volviera a la estación.

- Eso solo nos deja una última posibilidad- dijo Daniel con la voz sentida, sabía que había sentido la misma decepción que yo.

-

- ¿Entonces la vas a dejar ir?- preguntaba Paula cuando estuvimos de vuelta en la bodega.

- No tengo ni idea de donde esta- dije con resignación- ella lo vio todo Paula.

- Ella vio lo que Garcés quiso que viera- dijo mientras se sentaba frente al computador, mi mente trabajo rápido en ese momento.

Me acerque a ella y rodé su silla apoderándome del mando de aquella computadora, accedí a un sitio de rastreo con una clave personalizada.

- ¿Qué estás haciendo?- preguntó la mujer a mi lado.

- Le propuse matrimonio a María José, ella dijo que no, pero yo había puesto un rastreador en el anillo, anillo que ella tiene en su poder- hable rápidamente mientras triangulaba la ubicación.

- ¿Le propusiste matrimonio a Garzón y te dio qué no?- preguntó Paula con indignación- esa estúpida enana.

- ¿Cuál es esa dirección?- pregunte para mí.

- Ese es el club- respondió la rubia con simpleza- Bloody Moon.

Solo esas palabras faltaron para que saliera de aquel lugar casi que volando.

Llegue en poco tiempo al pequeño edificio, estaba decidida, recuperaría a esa mujer así sea lo último que haga.

- Esté cerrado- el hombre alto que me había liberado de las esposas la noche en la que María José decidió jugar conmigo me detenía en la entrada.

CONTRA EL TIEMPO (Caché)Where stories live. Discover now